Por: Maeda Ai
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                                   .:: Capítulo 8 ::.



El líder de los Kuchiki apenas y podía controlar el disgusto que le causaba la presencia de ese hombre; ese tipo no le simpatizaba nada, nada. Y si no lo echaba a patadas eran por dos simples razones: la primera, que no se rebajaría por un sujeto como ese, la segunda, que prefería aguardar a que su hermana llegase y así poder aclarar todo esto.


Silencio, puro silencio era lo que esos dos hombres podían compartir.
Byakuya había contactado a ese tal Kurosaki al enterarse que éste estaba saliendo con su hermana menor. Y digamos que la forma en que el pelinegro se enteró de dicha relación no fue la mejor, Byakuya estuvo a punto de poner el grito en el cielo, más mantuvo la compostura.


Esas cosas debían aclararse y arreglarse con calma, más que nada porque involucraban a su única hermana, quien por cierto, ya venía en camino.


El ceño del pelinaranja se marcaba cada vez más y más. Aburrido de la espera y hastiado de su “querido” cuñado.


Admitía que por su cabeza había cruzado la desesperada idea de contactar a este hombre, tan solo para conocerlo y tratar de comenzar una buena relación. De acuerdo, él bien sabía que debía dejar que las cosas avanzaran poco a poco y tratar de igual manera al hombre frente suyo, quien por cierto, desde ahora, en su primera impresión, se convencía de que no le agradaba nada y que seguramente nunca se llevarían bien.


Pero estaba desesperado al ver que las cosas entre él y Rukia no avanzaban como él quería, al contrario, pareciese que la relación entre ellos se estancaba más y más, pues sus “vacaciones” no terminaron con broche de oro, como él hubiese querido, sino todo lo contrario.


De hecho la historia se volvió a repetir, cuando despertó al amanecer del ultimo día, Rukia ya no estaba a su lado, así como la primera vez. . . y todas las demás.


Al parecer, que ella escapase de sus brazos después de una noche de pasión, ya era una constante en sus vidas, como una rutina. Y la verdad es que Kurosaki no estaba dispuesto a seguir así.


Así que se le ocurrió la “genial idea” de aceptar la invitación del pelinegro para reunirse en un restaurante bastante elegante, sin antes hablar con Rukia.



Cuando por fin la chica llegó al lugar de la improvisada cita, el pelinaranja suspiró agradecido de no tener que soportar más ese tenso y aburrido ambiente entre él y el estirado Byakuya Kuchiki.


Y es que la desfachatez y la carencia de sutileza por parte de Ichigo chocó contra el formalismo de Byakuya.


* Por fin, enana, creí que no llegarías. *


Apenas pronunció dichas palabras, el pelinaranja se irguió y tomó a Rukia entre sus brazos, plantándole un inesperado beso que ella difícilmente pudo evitar.


* ¡ Ma, matte !... *


Ella desvió el rostro, rompiendo el contacto entre sus labios.
Byakuya torció sutilmente la boca ante tal escena. ¡ Qué falta de respeto de ese tipo !; se tomaba demasiadas libertades con su hermana, sin mencionar que no la trataba con formalidad y delicadeza. Además. . . para el pelinegro no pasó desapercibido el carmín en las mejillas de la ojivioleta.


El pelilargo hubiese querido creer que dicho color se debía al atrevimiento de ese bastardo, que la había avergonzado, pero conocía a su hermana, y él bien sabía que esa reacción no era más que la prueba de que ese hombre era del agrado de la chica. . . tal vez más que eso.


* Así que… *


Byakuya volvió a tomar asiento, invitando a los otros dos a acompañarlo y más que nada, a aclararle esa extraña e impropia situación.


* Nii-sama… bueno, yo… *

* Queremos que sepas que Rukia y yo estamos saliendo juntos, de hecho estamos dispuestos a dar el siguiente paso. *


La pelinegra casi se va de espaldas al escuchar semejante discurso, pero lo peor estaba apenas por venir.


*Ignoraré la forma tan simple y grosera con que lo dijiste y me limitaré a asegurar que, por siguiente paso, te refieres a matrimonio.*


La voz de Kuchiki Byakuya sonó seria y firme, tomando a Kurosaki por sorpresa.
¿Matrimonio?, bueno, no era que no quisiera, pero. . .


* En realidad yo me refería a vivir juntos. *


““¡ Trágame tierra !.””


Pensó Rukia.
Ese bastardo de Ichigo estaba diciendo puras tonterías. Ellos nunca habían hablado sobre eso, de hecho, ella intentó por todos los medios de romper ese extraño lazo que los unía, pero el pelinaranja era un necio encaprichado y no entendía porque no la dejaba en paz. Ese hombre estaba loco o estaba empeñado en causarle problemas, ahora con la persona más importarte y difícil para ella. . . su nii-sama.


Y aun cuando esos fuesen sus planes, jamás se lo soltaría a su hermano de esa forma tan abrupta y altanera.


* ¿Cómo se atreve?, mi hermana jamás vivirá con un hombre sin antes casarse con él… *

* Nii-sama, lo que Ichigo trataba de decir es que… *

* Calla !. *
Byakuya miró con decepción, casi odio, a su hermana. * Tú no estás en posición de opinar siquiera… ¿a caso crees que no sé que te has estado viendo con este tipo, que tienes una relación indecente con él?. *


Los ojos de Rukia se destiñeron. ¿Cómo es que él sabía sobre ellos?.
El pelilargo torció la boca; no era difícil cuando ella se exhibía de esa manera tan descarada. Hasta en las revistas había fotos de esos dos en citas, abrazándose, besándose, y otras más escandalosas que no quería recordar.


*Estás en boca de todos, Rukia. Estoy decepcionado de ti… nunca creí que mi hermana fuese una chica fácil… ¡una ramera!.*


La mujer se llevó las manos a la boca; un doloroso nudo oprimiendo su garganta. Nunca creyó que su hermano le diría tales palabras.


* Hermano, yo… *

* ¡¡QUE TE CALLES!!. *


Byakuya abofeteó a la chica, quien giró el rostro ante la fuerza del golpe, aliviada de no ir a dar al piso, pero impresionada por la reacción del pelinegro; él nunca le había puesto una mano encima.
Gruesas lágrimas resbalaron por sus mejillas, llena de tristeza.


* Imbécil !!. *


Ichigo prácticamente se lanzó sobre el pelilargo y de inmediato y con fuerza, impactó sus puños en la cara de ese desgraciado.


* ¡ A las mujeres no se les golpea !, ¿entendiste?, a las mujeres no se les golpea !!... *


Rukia miraba atónita la escena, así como las demás personas que estaban en el restaurante, sorprendidos ante el escándalo que se sucedía en esos momentos frente a sus ojos.


La pelinegra nunca esperó esa reacción por parte del pelinaranja, de hecho, no creía que fuese un tipo violento. . . hasta ahora.


* Ichigo, basta... ya suéltalo !. *


Con dificultad, Rukia sujetó el brazo de Kurosaki, logrando a duras penas alejarlo de su hermano.


* Vámonos !. *


Ichigo la tomó de la mano y salieron del lugar. No soportaba estar un minuto más allí, y no por el escándalo que había protagonizado, sinceramente era lo que menos le importaba.


Subieron al auto del muchacho. Rukia guardaba silencio, mientras las lágrimas parecían no cesar, el pelinaranja maldecía a todo y a todos, los autos, los peatones que se cruzaban en su camino, y por supuesto, a Byakuya Kuchiki.


*Es un maldito!…* _Giró a ver a su compañera, deteniéndose a pensar en lo doloroso que debía ser para ella todo esto._ * Gomen, Rukia… no quise causarte problemas.*

* Ie... no importa. *


El semáforo en rojo le permitió mirarla con detenimiento.
La veía tan frágil y triste, que le entraron unas increíbles ansias de protegerla.


No lo pensó dos veces, la atrajo a su cuerpo con un brazo mientras conducía con el otro, recargándola sobre su pecho, dándole total libertad para llorar y por supuesto. . . su apoyo.


* Lo que dije antes… es cierto. *

* ¿Qué cosa?. *

* Vivir juntos, ¿no te gustaría?. *


Los violáceos ojos de Rukia se contrajeron por la sorpresa. Ese imbécil, debió preguntarle primero antes de ir a restregárselo en la cara a su hermano.


Aun así, la propuesta bajo estas nuevas circunstancias. . . ella entre sus brazos, siendo consolada por él. . . ¿cómo negarse?. No podía, no cuando ese hombre la había atado a él. ¿Cómo?, ¿cuándo?, no se dio cuenta. . . simplemente así era.


Y de sus labios, una simple palabra emergió como respuesta, acompañada de una linda sonrisa que no fue opacada por las lágrimas que no dejaban de caer.


* Baka !. *



Sin finalizar.

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Inicialmente, era Ichigo quien iba a contactar a Byakuya, pero finalmente decidí dejar el capítulo tal cual lo leyeron.

Lo sé, Byakuya fue muy malo con su hermana, pero esa es la impresión que tengo de él. . . demasiado rígido e intolerante a muchas situaciones.
Pero su actitud era necesaria para la reacción de Ichigo, que por cierto me encantó.

—I LOVE ICHIRUKI—

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Este fanfiction fue escrito por Maeda Ai.

Es material de Paradise

Si llegan a encontrar una historia similar a esta (con los mismos diálogos y situaciones), o con el nombre de otro autor(a), será sin mi consentimiento y por tanto un engaño.


Totalizado el 09 de Julio de 2009.


La dama del Hentai: Maeda Ai.

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