Por:
Maeda Ai
. . . . . . . . . . .
.:: Capítulo 2 ::.
Rukia le sonrió jovial a su padre.
Los habían invitado a una fiesta de un amigo de su padre. Y si bien ella odiaba ese tipo de reuniones con ese tipo de gente, los toleraba solo por estar un rato con Byakuya.
* Quiero que conozcas a alguien. *
La pelinegra torció la boca, sus pequeñas cejas se curvearon y su boquita formó un puchero.
* Papá, ya hablamos de eso. . . muchas veces. *
Byakuya prácticamente ignoró a su hija. Sí, ella se había cansado de decirle que no quería conocer a ningún hombre, que ella era feliz así. Pero Byakuya jamás se resignaría a que su única hija estuviese relacionada sentimentalmente con una mujer, además, según él, había algo que no cuadraba.
No, él no se tragaba esa falacia de que su pequeña niña fuese lesbiana. Una Kuchiki. . . ¡ jamás !.
* Orihime y yo. . . *
* Allí viene !. *
El pelinegro interrumpió a la joven mujer, y por muy grosero o desinteresado que sonase, Byakuya sentía que había sido salvado por la campana.
* Tiempo sin verte, Kuchiki. *
* Kano. *
Ambos hombres estrecharon sus manos. . . y luego el silencio.
Ashido prácticamente ignoró a Byakuya; toda su atención fue concentrada en la pequeña mujercita que acompañaba a su amigo.
* Kano, te presento a mi hija. *
La aludida sonrió amablemente, ofreciendo su mano.
* Es un placer. *
* ¡ El placer es mío !. *
Rukia jamás esperó que ese hombre se atreviese a depositar un sencillo beso en su delicada y pequeña mano.
Intimidada, la pelinegra retiro su mano disimuladamente.
* S-si me disculpan, iré un momento al tocador. *
La chica no esperó a escuchar a los hombres, simplemente salió huyendo, caminando apresurada entre los invitados y desapareciendo de la vista de su padre y el amigo de este.
* Byakuya? tu hija es bellísima !. *
* Sí? y la asustaste. *
~*~
~*~
~*~
Rukia hizo un fuerte desplante sobre el piso.
¿Por qué esta vez pensó que sería diferente?. Su padre siempre le presentaba todo tipo de pretendientes, empeñado con que ella se relacionase con un hombre.
??¡¡Pero yo no quiero!!.??
Pensaba, soltando un pequeño suspiro.
* ¿Escondiéndote de tu padre otra vez, enana?. *
La pelinegra torció la boca y frunció sus pequeñas cejas; para su mala suerte, conocía al dueño de esa voz.
Se giró hecha una furia.
* ¡ Cállate !. *
Exigió sin la más mínima delicadeza que tanto fingía con todo mundo. . . excepto con él.
El mismo ceño, a pesar de la gran sonrisa de burla que le dedicaba en ese momento, su llamativo cabello naranja y esa profunda mirada que, aunque quisiera negarlo, la hacía estremecer. Rukia decía que por furia, pero la verdad es que ni ella misma era capaz de describir esa sensación que el muchacho provocaba en ella.
* Este es el quinto, ¿no?. *
La pelinegra desvió la mirada.
Si, el quinto hombre que su padre le presentaba y el quinto del que ella huía.
* No puedes huir por siempre y de todos. . . enana. *
Ella torció la boca.
Como si no tuviese suficiente con los necios esfuerzos de Byakuya por conseguirle hombres, ahora también tenía que lidiar con este tipo que se empeñaba en molestarla.
* ¿Y a ti que te importa?. *
La sonrisa se le borró del rostro al pelinaranja.
* Tu bien sabes porque me interesa. *
Rukia se giró, quedando frente a frente sin poder apartar la mirada de los intensos ojos miel de ese hombre.
Su papá se había cansado de presentarle cuanto candidato creyese adecuado para ella, pero Rukia los ignoraba y estos terminaban aburriéndose y desistiendo de ella, pero él. . .
Ichigo Kurosaki se había acercado a ella por cuenta propia, sin el visto bueno de Byakuya. ¡ Y para lo que eso al Kurosaki le importaba !.
Rukia se había encargado de dejarle bien claro que no quería nada con él ni con ningún otro. Le mostró su lado más grosero, su verdadero ?yo?.
??¡ Pero él, tan necio, no entiende !... y es el único que sigue insistiendo.??
* Vamos, Rukia, llevamos un año así. . . ya ríndete y acepta salir conmigo. *
* No!. *
* ¿POR QUÉ?. *
Ella desvió la mirada, intimidada por primera vez ante el evidente enojo en el rostro del pelinaranja.
*Ya te lo dije... yo ya tengo a alguien más.*
* ¡ Tu eres mía !. *
Le dijo él, apretando los dientes.
El Kurosaki se enfureció. . . era la primera vez. Y tanto era su enojo que impactó su puño contra la pared, sangrando al instante.
Rukia se asustó y retrocedió un paso. Nunca había visto a Ichigo así.
* ¿Quién es?. *
* N-no es asunto tuyo !. *
* ¿Quién?, ¡ maldita sea !. *
Ichigo volvió a alzar la voz; ya su paciencia agotada, eliminando la distancia que lo separaba de la mujer y tomándola bruscamente de los hombros.
* En serio, Ichigo? no quieres saberlo. *
* ¿Quién?. *
El pelinaranja apretó el agarre, lastimando a la chica, quien no pudo acallar un sutil gemido de dolor. Pero Ichigo no reaccionaba, estaba ciego de celos.
* E, es una mujer!. *
Las pupilas del Kurosaki se destiñeron al escucharla.
Maldita sea, esto tenía que ser una puta broma. Ichigo no dijo nada, solo se limitó a soltar a Rukia y se alejó caminando visiblemente impactado y molesto.
Al pelinaranja no le importó empujar a todo aquel que se le atravesara, total, no estaba de humor para fingir amabilidad.
Se fue dejando a una Rukia con un extraño sentimiento de tristeza que, según ella, no tenía sentido ni razón de ser.