INTO THE SHADOWS

     Por: Maeda Ai
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                                   .:: Capítulo 7 ::.



Salir juntos, discutir frecuentemente, visitar el departamento del otro o ser sorprendidos por algún profesor o compañero de clase, mientras sus labios se juntaban en un sencillo beso. . . son cosas de una pareja normal, ¿verdad?.


Por ello en toda la escuela corría el rumor de que Kurosaki y Kuchiki estaban juntos, aunque estos mismos no se lo habían planteado. Al final, ambos terminaron por ceder a los rumores y aceptar su extraña relación.


De eso ya un mes y ahora. . .


* I-Ichigo? no!. *

* ¿Por qué?. *


Las manos del pelinaranja viajaron de la cintura a las preciosas piernas de la pelinegra, perdiéndose bajo la falda escolar.


Rukia rompió el beso que mantenían para poder gemir ante el delirante gozo que su compañero le infringía.
La chica sabía lo que pasaría y aunque no estaba muy segura de continuar, sabía que no quería apartarse del Kurosaki, pues estando atrapada bajo ese cuerpo musculoso, la pelinegra se sentía irónicamente protegida.


Ella estaba perfectamente consciente de que Ichigo no era un humano, no!. Él es un demonio letal, peligroso, aun así. . . aun así. . .


??Lo quiero, lo quiero!!...??


Pensaba Kuchiki, ya totalmente abandonada a los besos y caricias de su apuesto compañero.


Las manos del muchacho ya se habían librado de las braguitas de conejitos de su chica, acariciando, sin el más mínimo pudor, la suave y delicada intimidad de la joven, delineando con lentitud la línea vaginal, como memorizando, y luego penetrando con su dedo medio, al tiempo en que miraba concentrado el bello rostro de la pelinegra, deleitándose con los gestos que ella le regalaba; puro placer reflejaba su expresión y eso lo enloquecía y lo hacía feliz al mismo tiempo.


Y en ese instante, lo único que Ichigo quería era llenar de placer a la linda chica entre sus brazos. Su dedo se deslizaba con ansiosa rapidez en la cálida y húmeda vagina de la ojivioleta, que se volvía cada vez más y más estrecha.


El Kurosaki la llenó de besos, sus labios, sus mejillas y finalmente se concentró en la suavidad de su cuello, succionando y marcando.


Cuando la fricción provocada por su dedo le produjo un fuerte y delirante orgasmo, el primero, Rukia sintió las palpitaciones de su interior que aprisionaban el dedo de su amante. Su respiración agitada no podía ser calmada, no cuando el pelinaranja la besaba con voracidad.


* Más!!... *


Ichigo se detuvo y se separó un poco para mirarla, incluso retiró su dedo del interior de la mujer, encontrando en su lindo rostro las mejillas matizadas en carmín; sus ojitos opacos ante la lujuria y su labio inferior temblando ligeramente.


* Más, Ichigo, quiero más, te necesito!. . . te quiero!!. *


Lo que Rukia dijo. . . lo encendió, lo enloqueció y lo hizo. . . infinitamente feliz. Una gran sonrisa le adornó el rostro.
Entonces, ansioso y desesperado, comenzó a despojarse de sus ropas, terminando por destrozarlas. Las de la chica no tuvieron mejor suerte.


Ichigo quedó maravillado, Rukia era hermosa, mucho. . . y la veía tan frágil y delicada que solo podía pensar en protegerla y amarla.
Él había estado con algunas mujeres, demonios que incentivaban su lujuria y bajas pasiones, pero ella. . . Rukia despertaba su lujuria, muy cierto, pero. . .


??También me inspira paz, felicidad, deseo de protegerla y estar a su lado. . . ¡amor!.??


Con este pensamiento, Ichigo se posó suavemente entre las piernas de la pelinegra, acomodando su cuerpo, fuerte y duro, sobre la delicada figura femenina.


Se miraron por un instante, diciéndose tantas cosas sin necesidad de palabras. El Kurosaki frotó su pene contra la vulva de su compañera, delineando la fina línea vaginal, memorizando la suavidad, la longitud, la calidez, ¡todo!, pero sin llegar a penetrarla.


Cuando por fin se clavó en ella, lo hizo rápidamente y con algo de fuerza para no provocarle una tortuosa penetración.


* Ohh, ummm!... *


Kuchiki chilló levemente ante el pinchazo y el ardor que experimentaba al tener al pelinaranja en su interior.


El dolor y la incomodidad duraron unos minutos y luego se convirtieron en un delicioso cosquilleo del que parecía no tener suficiente. Y notaba que entre más rápido y fuerte su amante la embestía, más placer sentía y más de él quería.


Rukia se descubrió insaciable y adicta a Ichigo Kurosaki, así como a su perfecto y excitante cuerpo.


Por ello, se hallaba correspondiendo a todo lo que él le hacía. Los besos, las carias, las embestidas. Cada vez que el Kurosaki se alejaba para tomar impulso y parecía que sacaba su pene, la ojivioleta lanzaba las caderas contra la pelvis de su amante, tratando de mantenerlo en su vagina.


* Oh, preciosa!!. . . *


Rukia se prendó de los labios de Ichigo con los propios, impidiéndole decir más. Las palabras no hacían falta, no cuando sus cuerpos estaban diciéndolo todo.
Solo los gemidos y los jadeos se dejaban escuchar entre cada beso, cuando se separaban por contados segundos para poder respirar.


Y Kuchiki sentía que se estaba volviendo loca. Era su compañero tan potente y viril que ella sentía que no podría soportar tanto placer por más tiempo, y las manos del demonio, una sobre su pecho, amasándolo y la otra frotando su hinchado clítoris, no ayudaban mucho a controlarse, mucho menos su boca hambrienta que besaba y succionaba el pezón del pecho desatendido.


La pelinegra se hundió en una burbuja de sensaciones deliciosas que la recorrían sin piedad, sin dejarla reponerse de un orgasmo cuando ya sentía otro venir.


Hacer el amor con Ichigo era algo irreal.


??Simplemente porque él no es humano.??


Pensaba la chica, sin importarle ese hecho.
Se aferró al pelinaranja y se entregó por completo a él, dejándose llevar por el exquisito placer.


Entonces, sintió el último orgasmo. El cosquilleo en su vagina se fue intensificando hasta explotar en una oleada de fuertes contracciones.


Rukia se arqueó y gritó su éxtasis. Sus pezones y su clítoris estaban tan duros que dolían. Y aunque ese placer no duraba más que unos cuantos míseros instantes de placer, para ella fue sublimemente eterno sentir ese gozo al tiempo en que Ichigo seguía penetrándola con más fuerza y desesperación.


Cuando sintió que el príncipe de los demonios dio la última y potente estocada, supo que él estaba en su éxtasis. La eyaculación de su amante fue abundante, Rukia simplemente sentía como Ichigo la llenaba con su caliente venida, mientras se miraban fijamente.


No se separaron de inmediato. Ichigo pensaba que era muy agradable estar clavado en ella; le gustaba mucho.
Cuando sus respiraciones se normalizaron, la joven se dio cuenta de algo, que la verga del Kurosaki seguía dura cual barra de acero.


* Ichigo!. . . tu?. . . aahhh!!. . . *


La pelinegra se arqueó y no pudo seguir con su indagación, pues su compañero embistió con fuerza en su interior, haciéndole ver que este, su primer encuentro, aun no terminaba.



Sin finalizar.

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Por fin, lemon en la vida real. . . para Rukia ^//^.

Recuerden que los encuentros que esta pareja había tenido, solo habían sucedido en los sueños proféticos de Rukia. Aunque sinceramente sentí que este capítulo lo escribí muy forzado.
Lo importante es que Ichigo y Rukia ya están juntos ^v^.

_I LOVE ICHIRUKI_

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Este fanfiction fue escrito por Maeda Ai.

Es material de Fallen Angel

Si llegan a encontrar una historia similar a esta (con los mismos diálogos y situaciones), o con el nombre de otro autor(a), será sin mi consentimiento y por tanto un engaño.


Totalizado el 04 de Enero de 2012.


maeda-ai@hotmail.com
La dama del Hentai: Maeda Ai.

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