|| ALL ABOUT RUKIA ||

     Por: Maeda Ai
. . . . . . . . . . .
                                   .:: Capítulo 1 ::.



Aizen se relamió los labios al ver a la mujer que acaba de ingresar a su oficina.
Kuchiki Rukia lo miraba con cierta molestia, pero siempre manteniendo esa tranquilidad que mostraba ante los demás.


??No cabe duda que es hermana de Byakuya.??


Pensaba el castaño, al tiempo en que mostraba una amable, pero fingida sonrisa.


* ¿En qué puedo ayudarte, Rukia-chan?. *


La pelinegra torció ligeramente los labios.


??Ese bastardo !, ¡ cómo se atreve !.??


Pensaba ella, mientras con paso elegante y decidido cortaba la distancia entre ella y uno de los trece socios de la corporación Soul Society.


* ¿Quieres decirme qué significa esto?. *


Preguntó la joven al tiempo en que lanzaba unos papeles al escritorio del castaño.


* El informe de la última reunión, linda Rukia. *

* No me refiero a eso, imbécil !. ¿Cómo pudiste presentar mis ideas de inversión como tuyas?. *


El empresario sonrió, pasando una de sus manos por su impecable cabello.


* Ah, eso. No creí que te molestara. *


Kuchiki dobló las cejas con furia, para luego eliminar la distancia entre ella y Aizen en tres zancadas y sujetarlo por el cuello de la camisa.


* No te hablé de mis planes para que me los robaras vilmente, solo quería saber tu opinión. *


Le gritó ella, perdiendo el control; más que enfadada, estaba furiosa. Pero Aizen ni se inmutó. Ni por su ataque de ira, ni por sus reclamos. Ya lo veía venir. . . ¡ y le encantaba esa reacción !.


* Tranquila, preciosa... ¡te lo compensaré!. *


Le decía con voz sensual; sus toscas manos palpando el sensual traserito de la chica de ojos violeta.


* Eres un !. . . *

* Shuu, te compensaré ahora mismo. *


Dicho esto, en un rápido movimiento el castaño atrapó a la pelinegra entre sus fuertes brazos para luego atacar su linda boquita, la cual devoró con un hambre devastadora.
El hombre no podía controlar la pasión que esa chiquilla encendía en él.


??Pero si sé cómo calmarla.??


Con este pensamiento, Aizen deslizó sus traviesas y expertas manos bajo la falda de Kuchiki, acariciando las perfectas y torneadas piernas que a él tanto le encantaban.


* Ma-mate, Aizen !. . . e-esto es jugar su, sucio aahhh !. *


Los labios de Sosuke formaron una sonrisa de satisfacción ante los gemidos y palabras entrecortadas de su compañera.


* Pero a ti te gusta, ¿verdad?. *


Rukia se separó ligeramente de él, contemplando los ojos castaños que en ese instante lucían opacos por la lujuria.


* Sí. *


Contestó ella en un susurro, ya totalmente rendida ante aquel hombre que la hacía experimentar sensaciones maravillosas e intensas.
Y como siempre, desde que inició esta locura, la ojivioleta dejó de pensar y se dispuso a sentir, porque solo así podía estar con un maldito como Sosuke Aizen.



Sentado frente a su escritorio, el castaño hizo que la chica se sentara encima suyo, a horcadas frente a él, mientras él rozaba con descaro su miembro ya duro contra la vulva de Kuchiki, protegida aun por la ropa interior de conejitos blancos. Una imagen que hizo al castaño sonreír divertido.
Rukia se arqueó ligeramente al sentir aquel roce tan íntimo, dándole espacio a su compañero para que besara su blanquecino cuello, marcándola como de su propiedad.



* A-Aizen. . . más. . . más !. *


Le pedía ella; su voz apenas audible entre los jadeos y gemidos. Aferrándose a él y enredando sus finos dedos en los cabellos del hombre que pretendía someterla a todos sus deseos sexuales.
Pero él tampoco era inmune a la jovencita; Sosuke pronto tiró del saco y de la blusa de Kuchiki, rompiendo esta última, con lo que al descubierto quedaron los hermosos pechos de la mujer entre sus brazos.


El empresario no demoró más y enterró el rostro entre el par de senos, besándolos con desesperación, mordiendo, lamiendo y también succionando los botones rosas que coronaban tan dulces obras de arte.


Y aunque no lo pareciera, o el mismo Aizen lo negara, bajo toda aquella lujuria, el castaño mimaba los senos de Rukia casi con devoción.


La pelinegra se arqueó, presa del gozo que ese hombre le provocaba, y el frenético roce de sus sexos, aun por encima de las ropas, no ayudaba a su cordura.
Aizen no estaba mejor que ella, al sentirla temblar entre sus brazos y la creciente humedad en las braguitas. . . perdió el control.


Sosuke la sujetó sin la más mínima delicadeza, recostándola boca abajo sobre la fina madera del escritorio, tirando importantes documentos. Pero en ese momento, solo Rukia era importante para él, ella y su divino cuerpo semidesnudo aguardando por él.


Aizen le quitó las bragas y las guardó en el bolsillo del pantalón.
Por efímeros instantes, el castaño la contempló embelesado. La blanca espalda, la fina cintura y las provocativas caderas, ligeramente ensanchadas. . . la húmeda e hipnotizante vulva.



Mientras se relamía los labios, Sosuke sujetó a su compañera por las caderas, acomodando la punta de su verga en la vagina, empujando con fuerza y firmeza, con lo que se adentró totalmente en ella.

Ambos amantes gimieron ante el contacto que desencadenó las fuertes y violentas estocadas en las que el pene de Aizen entraba y salía del fogoso sexo de Kuchiki, quien se aferraba al extremo del escritorio, soltando constantes gemidos de gozo mientras alzaba las caderas en busca de más de aquel potente y delicioso pedazo de carne que tanto placer le daba.



Rukia se olvidó de todo en esos momentos. Se olvidó de la mala jugada del castaño, se olvidó de que trabajaban en la misma compañía, de que estaban en horas de trabajo, se olvidó de que Sosuke y su hermano no tenían una buena relación laboral. . .


??Nada importa; solo esto. . . solo él !.??


Con este pensamiento, Rukia le dio la bienvenida a la indescriptible sensación de ser poseída por ese hombre tan viril y experto.

Se dejó envolver por el intenso cosquilleo que resultaba del roce entre su vulva y la verga de su amante y como esto desencadenaba un estremecer arrollador; intensas pulsaciones derritieron su vagina y se prolongaron en fuertes espasmos.
La pelinegra estaba experimentando el orgasmo más avasallador y delicioso que jamás había tenido, y se lo estaba proporcionando aquel hombre de mente perversa y tácticas poco éticas, pero. . .


??¡ Maldita sea, que bien se siente !.??


Pensó ella. Aunque la mayor satisfacción de la joven fue escuchar el fuerte gruñido de Sosuke Aizen, tras el suyo propio, prueba del extasis. Y posteriormente la abundante eyaculación que ella, complacida, recibió en su profundo interior.
La expresión de la pelinegra no podía disimular su infinito placer, sus ojos fijos en la nada y una sonrisa totalmente pérdida.



¿Qué fue todo aquello?. Aizen nunca se había venido en el interior de una mujer, ¡ nunca !. Ésta era la primera vez y era con ella, con Kuchiki Rukia !. Esa chiquilla lo había hecho perder el control.


??¡ Y se siente tan bien !.??


Aun ahora, después de alcanzar el orgasmo, no se permitía abandonar la calidez del sexo femenino.


* Ahh !!, s-se siente. . . ¡ tan jodidamente bien !. *


Confesó, mientras se movía suavemente dentro de su compañera, aun disfrutando del contacto y el perfecto acoplamiento. Sus respiraciones aun agitadas y sus corazones apenas recuperando un galope más tranquilo.


Retiró su pene, atento a como el semen escurría de la vagina de la pelinegra; le gustó esa imagen, pero no resistió más de dos minutos la tentación de volver a penetrarla, enfundando su verga en el cálido sexo femenino.


* ¿Qué?, ¿soy tan adictiva como para dejarme, Aizen?. *


Era clara la burla y la provocación por parte de Kuchiki, no solo en sus palabras, pues además la chica apretó su interior, como exprimiendo la verga aun dura dentro suyo.
El castaño se mordió el labio, reprimiendo un gemido, luego sonrió con malicia.


* ¿Quieres jugar, pequeña?, sabes que conmigo te quemarás !. *

* Oh, me encanta el fuego. . . tu fuego !!. *


La ojivioleta acompañó sus palabras con un sensual movimiento de caderas, provocando y seduciendo a su amante, enloqueciéndolo. . . y ella lo sabía.


* Oh, pequeña bruja !, ¡ no sabes lo que te espera !. *


Y tras la amenaza, Sosuke Aizen volvió a mecer las caderas, ahora más rápido y fuerte, gracias a que en ningún momento había perdido su dureza.

Rukia pronto se halló ronroneando como una gatita y Aizen se sintió muy complacido por ello. . . lo adoró. Pero una idea maliciosa se alojó en su mente y no se creía capaz de ignorarla o desecharla nunca. . . ésta había sido la primera vez que se había vaciado dentro de la joven, pero no sería la última. . . estaba más que decidido a dejarla embarazada.


??Ya quiero ver la cara que pone su querido hermano.??


Pensaba con crueldad, imaginando la humillación de Kuchiki. Como sea, tampoco es que Byakuya pudiera quejarse, al contrario, estaría en deuda con Sosuke.


??Tomaré mi responsabilidad con ella y después. . . la tendré por siempre. . . Kuchiki Rukia será mía !. . . ¡ solo mía !.??


Y con este pensamiento, Aizen volvió a venirse en el interior de la joven de ojos violetas.



Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Me gusta esta pareja y no sé porque ¬¬' .
No tienen relación alguna, no tienen momentos, nada.

Pero imagino muchas cosas sobre ellos, de hecho, este fic es una colección de one-shots, mini-fics, drabbles, etc., precisamente sobre las diversas situaciones que me inspiran 0¬0.

Cada capítulo sucede en universos distintos, en lugares distintos y se abarcarán categorías sexuales variadas.


¿Dónde está Chappy? =^w^= .


C1: Coworkers. Office. Creampie.

~*~

Este fanfiction fue escrito por Maeda Ai.

Es material de Fallen Angel

Si llegan a encontrar una historia similar a esta (con los mismos diálogos y situaciones), o con el nombre de otro autor(a), será sin mi consentimiento y por tanto un engaño.


Publicado el 22 de Julio de 2016.


maeda-ai@hotmail.com
La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*