|| ALL ABOUT RUKIA ||

     Por: Maeda Ai
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                                   .:: Capítulo 3 ::.



* Señorita Kuchiki, necesito que tome nota de algunas cosas. *


Rukia dejó de escuchar la voz de su jefe por el intercomunicador; una ligera corriente eléctrica le corrió la columna al escuchar aquella voz.


??Debo admitir que la voz de Sosuke Aizen es muy varonil.??


Con este pensamiento, la pelinegra soltó un suspiro para luego ir a la oficina de su jefe, aferrando contra su pecho el block con pasta de Chappy. . . ella bien sabía lo que la esperaba tras aquella puerta.


* Con permiso. *


Dijo con naturalidad, aun sin atreverse a mirar al hombre que aguardaba por ella. Alzó la mirada, sus ojos violetas encontrándose con los de él, castaños, como chocolates amargos.

A él, una sonrisa de superioridad le cruzó el rostro al tiempo en que alzaba la mano izquierda, invitando a Kuchiki. Ella, ligeramente insegura, se quedó inmóvil por unos instantes para finalmente aceptar la invitación de su jefe.


* ¡ Ven aquí, preciosa ! *


Le dijo, poco antes de halarla hacia él, provocando que la chica quedase sentada sobre las piernas de su jefe.


* Esto es de suma importancia, Rukia-chan... debemos trabajar muy... duro !. *


Los susurros contra su oído la hicieron jadear, eso y que realmente algo muy duro se frotaba contra su pequeño tarsero en ese momento.
Las manos de Aizen le recorrían la figura, delineando los contornos, gozando de los escalofríos que en ella provocaba. Y sus labios. . . sus expertos labios se posaron sobre la boquita femenina para devorarla a besos, dejándola sin aliento más de una vez.


* A-Aizen. . . san !. *

* No olvides el ?sama?, pequeña. *


La corregía, para luego volver a sellar su dulce boca. No era la primera vez que ella y su jefe estaban en una situación como esa.
Desde que entró a trabajar al ?Corporativo Seireitei? como secretaria de uno de los principales accionistas, Sosuke Aizen, Rukia se había visto acosada por el millonario.


??Me resistí todo lo que pude, pero yo. . .??


Los pensamientos de la ojivioleta se desvanecieron al sentir las grandes manos del castaño sobre sus senos.


* Suaves, redondos. . . cálidos. *


Así los describió Aizen, pues aún por encima de la ropa, lo excitaban los encantos femeninos de la jovencita.
Finalmente, Rukia se rindió por completo, soltando su block de Chappy el cual cayó sobre la alfombra, permitiendo a la pelinegra aferrarse a los anchos hombros de su posesivo jefe.


* No olvides. . . que hoy. . . es lunes. . . Rukia-chan !. *


Las palabras del castaño salían entre besos profundos y apasionados en los que su lengua profanaba el cálido interior de la boca de su secretaria. Sin embrago, las palabras de Sosuke la encendieron aún más; sus ojos violeta se obscurecieron al grado de lucir un azul oscuro.
Kuchiki necesitaba sentirlo dentro suyo, estaba muy mojada, pero su recordatorio la hizo desearlo de ese modo.


??Poseerlo como a él le gusta. . . justo como me enseñó.??


Pensaba, deseosa de complacer a su jefe directo.
Así, Rukia se bajó de las piernas de aquel apuesto hombre tan solo para arrodillarse frente suyo y con sus suaves y temblorosas manos, palpó el bulto que se formó en los caros pantalones del ejecutivo.


Estremeciéndose de ansiedad al sentirlo aun a través de la fina tela.
Casi con desesperación, Kuchiki bajó el zipper y deslizó un poco las prendas hasta tener ante ella el imponente pene de Sosuke Aizen. Sus pupilas se opacaron, la garganta se le secó y las manos le temblaban. . . sin mencionar que sus braguitas ahora estaban mucho más mojadas.


* Tómalo, Rukia !. . . es tu dulce favorito, ¿no es así?. *

* S-sí. . . *


Con la voz ronca por la excitación, la morena acarició el pedazo de carne que se erguía frente a ella, pero la sed que sentía le exigía introducirlo en su boca y no soltarlo jamás.


* Aizen-sama !. *


Tras aquel susurro, Rukia abrió su boquita lo más que pudo y sin demorar ya más; deseosa, introdujo la palpitante verga. Estaba muy dura y caliente, con un sabor ligeramente salado. . . y a Kuchiki le encantaba.


Recorriendo con la lengua toda la longitud de aquel pene, la chica brindaba indescriptible placer a su superior, recordándole porque no había dejado que ella trabajara para ningún otro de los socios o gerentes del corporativo.


* E-eres muy buena, Rukia-chan !. . . toda una experta !.*


¿Experta?. Había sido el mismo Aizen quien la había enseñado cómo, cuándo y dónde lo quería. Y ella, obediente, no hizo más que complacerlo.

Golosa, la joven ahora succionaba los testículos que sostenían el miembro viril, a veces delineando cada uno con su lengua traviesa. Otras más, introducía uno en su boquita para luego succionar con fervor, repitiendo la misma operación con el otro.


Aizen se arqueaba de gozo ante la tremenda mamada que su secretaria le estaba dando en ese momento.

Kuchiki era una chica muy seria y dedicada a su trabajo, pero cuando sus labios saboreaban el pene de su jefe, era como si se transformara en una mujer distinta.
Y todo porque se había hecho adicta a ese grueso pedazo de carne viva. Lo quería tener para ella sola todo el tiempo. Dentro suyo, en su vagina o en su ano, en su piel. Y en ese momento solo podía pensar en degustarlo con lujuria, casi con gula.


Rukia estaba totalmente concentrada en comerse aquella verga y disfrutaba de aquella mamada tanto como Aizen.

Fue así como la joven se concentró en la punta del pene, delineando la forma en su lengua, lamiendo el líquido preseminal, cual paleta con relleno agridulce, para luego succionar con fervor e insistencia, como cuando deseas extraer hasta la última gota del jugo de tu cajita. Y así era precisamente en ese instante, Kuchiki quería sacarle todo el relleno a ese dulce, o mejor dicho, todo el semen que aquel pene le pudiese dar... y lo quería saborear ya !.

* E-espera, Rukia... tranquila, pequeña... n-no iré a ningún lado, aahhh !. *


Decía el apuesto empresario; en su rostro una pequeña sonrisa llena de lujuria y gozo al tiempo en que acariciaba los oscuros cabellos de la jovencita, como felicitándola por la mamada de ensueño que le estaba regalando en ese momento.


* Rukia... me vengo, ahh!. . . trágalo todo... es pa, para ti, ahh !. *

* ¿Para mí? *

* Sí, preciosa, mmm !... solo para ti, aahhh !!... *


Aquellas palabras encendieron aún más a la pelinegra, cuyos labios se prendaron del pene de su jefe, succionando con fuerza, pues ya no podía esperar más.


* Ahh, Ru. . . kia. . . m-me vengo, to-toma, pequeña. . . toma, aaahhh !!. *


Aizen gemia de forma entrecortada al tiempo en que arqueaba la espalda y alzaba las caderas, tratando de hundir su pene aún más en la cálida garganta de su secretaria.
Kuchiki no se desprendió del pene del castaño hasta que este dejó de soltar el semen que para ella resultaba delicioso, tratando de tragarlo todo y no desperdiciar ni una gota del líquido perlado.


Aun después de que el empresario hubiese vaciado su semen en la garganta de la ojivioleta, ésta seguía lamiendo la verga de su jefe, ahora con parsimonia, como idolatrando aquel pedazo de carne.
Rukia abrió los ojos, encontrándose con la satisfecha mirada de su amante.


* Está bien Rukia-chan, por ahora es suficiente. *


Tras estas palabras, Kuchiki liberó de sus mimos, por fin, el pene del ejecutivo, quien se acomodó las ropas para luego sentar sobre sus piernas a la pelinegra y besarla con intensa pasión, introduciendo su lengua en la boca de la chica, quizá tratando de saborear un poco de su propia esencia.


* Es todo por ahora, señorita Kuchiki, pero creo que deberemos trabajar horas extra para. . . concluir el trabajo como se debe. *

* Oh, sí !. *


La pareja habló en susurros, aun entre besos y negándose a soltarse el uno al otro.


* Entonces, hasta las seis. *


El castaño rompió un beso para soltar aquellas palabras, respirando agitado y aferrado a las caderas de su secretaria. Tampoco quería dejarla ir. Más Rukia se soltó de sus fuertes brazos y para cuando él se dio cuenta, ella ya estaba abriendo la puerta.


* Hasta entonces. *


Dijo ella, sin siquiera girarse a mirarlo.
Una sutil sonrisa adornó el rostro de Aizen, quien además se relamió los labios; esperaba con ansias que llegase la tarde. Sin duda él y su secretaria tendrían mucho, mucho trabajo.



Sin finalizar.

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En esta ocasión con una Rukia muy OoC.
Estaba muy inspirada cuando escribí este capítulo. Aunque Aizen se llevó todo el placer ¬¬'.

Bueno, esa es la idea principal de esta colección de one-shots, mostrar una ?práctica? diferente en cada capítulo, por eso las referencias al final de mis notas.

Por cierto, que en todos los capítulos se menciona algún accesorio de Chappy. . . hasta ahora van tres, algunos en los lugares más escondidos =0w0= . . . bueno, no tanto. De ahí la pregunta: ¿dónde está Chappy? =^w^= .


C1: Coworkers. Office. Creampie.
C2: Adopted. House. Vanilla.
C3: Secretary. Office. Swallow.

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Este fanfiction fue escrito por Maeda Ai.

Es material de Fallen Angel

Si llegan a encontrar una historia similar a esta (con los mismos diálogos y situaciones), o con el nombre de otro autor(a), será sin mi consentimiento y por tanto un engaño.


Totalizado el 15 de Abril de 2020.


maeda-ai@hotmail.com
La dama del Hentai: Maeda Ai.

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