|| ALL ABOUT RUKIA ||

     Por: Maeda Ai
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                                   .:: Capítulo 4 ::.



Una linda chica de oscuros cabellos corría presurosa por los pasillos de la escuela en dirección a su salón; había olvidado su preciada libreta que contenía todos los lindos dibujos de Chappy que ella había realizado durante lo que iba del año.

Un amplia sonrisa le cruzaba el rostro; era fin de semana y no tenía ningún tipo de pendiente u ocupación. Tenía grandiosos amigos, era popular, bonita (eso le decían), alumna modelo sin ningún tipo de problema. En resumen, una vida envidiable. Ahora solo tenía en mente recuperar su libreta, salir de la escuela y ser libre. . .


Rukia deslizó la puerta de su aula, su linda sonrisa aun iluminándole la cara mientras tarareaba una canción de un comercial de labiales de Chappy-girl.


Su cuaderno se hallaba justo sobre su pupitre, lo tomó en seguida y se dio la vuela, dispuesta a disfrutar de la efímera libertad de su fin de semana, más apenas giró su pequeño cuerpo, al instante chocó contra el duro pecho de alguien.


* ¿Qué haces aun en las instalaciones, Kuchiki?. *


La varonil voz del profesor de ciencias la hizo estremecer.


* A-Aizen-sensei !. *


La pelinegra alzó la mirada, encontrándose con la sonrisa amable de su profesor.


??Aunque sus ojos parecen. . . asecharme.??


Ante aquel pensamiento, Rukia retrocedió un paso, tratando de poner distancia entre ella y aquel hombre.


* ¿Pasa algo, Kuchiki?. *

* ¡ N-no !, yo. . . amm. . . *


La chica se aferró a su cuaderno, sin poder apartar la mirada de aquel hombre que, sin querer, le parecía atractivo. . . mucho.
Una corriente eléctrica, de terror y ansias, la traspasó entera, en especial al recordar a sus dos mejores amigas y sus palabras sobre el castaño frente a ella.


Momo hablaba maravillas sobre él. Lo idolatraba. . .


??Lo ama.?? Recordó la ojivioleta, mordiéndose el labio inferior al recordar el secreto de su amiga.??¡ Se acostó con él !.??


Rukia retrocedió otro paso. Luego, Hiyori le vino a la mente, la rubia de agresiva actitud. . . y sus constantes advertencias. . .


* Cuídate de Sosuke Aizen !!. . . *


Hiyori le confesó poco después, que ella era objeto de las perversiones de ese sujeto, que lo odiaba. Pero Momo no debía enterarse, no quería entristecerla.




Un paso más hacia atrás, y otro. . . el imperceptible temblor de su pequeño cuerpo cuando la sonrisa de su sensei paso de la amabilidad a la lujuria. Su libreta sobre el piso y un par de manos toscas halándola con brusquedad hasta hacerla caer boca abajo sobre su escritorio.

Kuchiki gimió sorprendida, aunque poco tiempo tuvo para reaccionar, pues cuando se dio cuenta y aun ligeramente aturdida, aquel bastardo se había sentado frente al escritorio y le había bajado, de un tirón, las braguitas color violeta, dejando frente suyo la impactante imagen de la vagina y el traserito en pompa.


* Vaya, tienes más curvas de las que aparentas, Rukia-chan. . . *


* ¡ Jódete, maldito pervertido !. *


Contestó ella, pero solo obtuvo risas burlonas por parte de él, y que sus manos le apretaran las nalgas con dolorosa fuerza. Kuchiki gimió de dolor, pero las lágrimas que se deslizaban silenciosas por sus mejillas eran de humillación y vergüenza.


Risas, humillación y desesperación, pero lo que vino fue peor, pues de pronto Aizen hundió la cara entre las piernas de la joven, devorando gozoso la vulva femenina expuesta ante él, que representaba demasiada tentación como para resistirse.
La lengua masculina, experta y traviesa, se deslizó dentro del sexo de la pelinegra, serpenteando con maestría y causando estragos en la jovencita.


* I-iaahh. . . yametee!!. . . *

* Grita todo lo que quieras, ah, ah. . . no hay nadie más en la escuela, solo tú y yo. . . ¿no es esto romántico?. Ja, ja ja !. . . *


Aquellas palabras, las risas, incrementaron la desesperación de la pelinegra, quien se retorcía tratando de escapar de ese bastardo, pero solo lograba incentivarlo y que sus lamidas fueran más profundas, al grado de convertirse en succiones sobre toda la vagina, ahora ya hinchada y ligeramente dilatada por las estimulaciones.


Rukia no podía controlar su cuerpo, que se estremeció totalmente cuando el castaño succionó con fuerza y la hizo alcanzar el primer orgasmo. . .
Fue tan devastador e involuntario. De pronto, Kuchiki solo sintió un cosquilleo en su sexo que se fue haciendo más y más insoportable hasta que se extendió por todo su cuerpo y la hizo acabar.

Las fuertes contracciones de su vagina trataban de retener un pene que nunca estuvo allí. . . pero en cambio, Aizen compensó su necesidad clavando la lengua en la sensible vulva, moviendo la lengua cuanto podía en el interior de la pelinegra, prolongando su placer.


??Sería muy fácil volverse adicto a la deliciosa miel que mana de su sexo.??


Pensaba el castaño, quien siempre quiso devorar de aquella manera a su alumna.


* Ya !, ya no más, ¡ no !. . . *


Sosuke sonrió al escucharla, se irguió, dispuesto a seguir disfrutando de esa jovencita y hacerla gozar a ella también.


* Tus labios dicen una cosa, pero tu cuerpo dice todo lo contrario, pequeña. *


Mientras decía esto, Aizen hundió su dedo medio en la vagina de Rukia, mostrándole la verdad de sus palabras.
Pasaron los minutos y un segundo dedo se unió al primero. . . y luego otro más. Kuchiki se hallaba gimiendo y con sus lindos ojos cerrados mientras tres gruesos y largos dedos la penetraban una y otra vez, aunque no totalmente.


??Guardaré su virginidad para cuando ella no pueda vivir sin mí. . . mientras tanto, gozaré de esta preciosidad poco a poco.??


Mientras hacía planes, Aizen miraba complacido como Rukia alzaba un poco más ese lindo traserito suyo en busca de sentir más y más de la sensación de ser penetrada por los expertos dedos de su sensei.


* Serás adicta a esto, pequeña Kuchiki. *


Al decir esto, el castaño aumentó la velocidad del entrar y salir de sus dedos; la pelinegra comenzó a temblar entera al tiempo en que su respiración se agitaba cada vez más.


* N-no!. . . no !!. . . *


Gritó ella, una vez que su vagina terminó en fuertes pulsaciones de placer.
La ojivioleta no sabía si sus palabras durante su increíble segundo orgasmo eran una negación del mismo o a las palabras que Aizen le dijera antes. Sosuke sabía que era un poco de ambas.


Con una sonrisa, extrajo los dedos del cálido interior de su alumna, llevándoselos a la boca para de nuevo probar la dulce miel de la chica. Le gustó mucho, aún más que la de otras chicas. El castaño sonrió travieso. Rukia estaba muy cerca de convertirse en su favorita, lo que significaba que no la soltaría en mucho, mucho tiempo.


Kuchiki se quedó inmóvil sobre el escritorio, como ida. Fue hasta que escuchó a su profesor que se incorporó, aun acariciándole el trasero, aunque ahora lo hacía con delicadeza, como venerándola.


* Creo que me las quedaré de recuerdo de este magnífico encuentro.*


Decía, sosteniendo las bragas de la pelinegra y luego guardándolas en el bolsillo de su pantalón cuando la joven intentó arrebatárselas.


* No!, ¡ devuélvemelas !. *


Más él no la complació.
Rukia no quería regresar a casa sin prenda alguna bajo la falda, pero era obvio que ese sujeto no le devolvería sus pantis.


*La próxima vez, no te pongas ropa interior, Rukia-chan, así podremos dejarnos de juegos e ir directamente a la diversión, ja, ja, ja !.*

* No volveré a. . . mmm !. *


La ojivioleta quiso discutir, pero sin previo aviso, Aizen la rodeó entre sus fuertes y crueles brazos, plantándole un beso profundo y apasionado, dándole a probar un poco de su propio sabor femenino mientras devoraba sus labios y sus manos toscas se posaban sobre cada uno de sus redondos senos, amasándolos con fuerza y lujuria.

Pero eso no fue todo, el castaño también pegó su verga, prisionera por los pantalones, sobre el trasero de la pelinegra, restregándose contra ella, mostrándole como lo había puesto, cuanto la deseaba, y excitándola al mismo tiempo, aunque ella se negase a aceptarlo.


* Mmm !!. *


Entonces, Kuchiki comenzó a gemir entre el beso, Sosuke la soltó y se hizo a un lado, sonriéndole con cinismo.


* Te veo entonces, Rukia-chan. *


Ella, avergonzada, confundida y caliente, salió rápidamente del aula, olvidando incluso su preciado cuaderno de dibujo, ese que Aizen recogió y guardó. Se lo entregaría después, cuando volviese a tenerla para él. Pronto. . . muy pronto.


El castaño salió poco después, tranquilo y risueño. Pensaba. . . que Kuchiki Rukia era la mezcla perfecta de sus anteriores conquistas. Lo odiaba como lo hizo Hiyori, pero lo necesitaba como Hinamori.


* No cabe duda de que tú serás mi alumna favorita, Rukia-chan. *


Tras estas palabras, Aizen ya había comenzado a planear su próximo encuentro con la linda pelinegra.



Sin finalizar.

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Ya que Aizen es mayor que Rukia, me es inevitable pensar en una situación como la anterior.
Aquí no hubo tanta consideración, ni delicadeza o sentimientos, aunque no pude evitar que el castaño pensara en Kuchiki como ?su favorita?.

Aunque no hubo una ?culminación?, creo que este capítulo fue bastante. . . intenso ^0^ .


¿Dónde está Chappy? =^w^= .


C1: Coworkers. Office. Creampie.
C2: Adopted. House. Vanilla.
C3: Secretary. Office. Swallow.
C4: Student. School. Cunnilingus / Fingering.

~*~

Este fanfiction fue escrito por Maeda Ai.

Es material de Fallen Angel

Si llegan a encontrar una historia similar a esta (con los mismos diálogos y situaciones), o con el nombre de otro autor(a), será sin mi consentimiento y por tanto un engaño.


Totalizado el 15 de Abril de 2020.


maeda-ai@hotmail.com
La dama del Hentai: Maeda Ai.

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