Por:
Maeda Ai
. . . . . . . . . . .
.:: Capítulo 9 ::.
*¿Quién demonios ordenó que lo torturaran?.*
Preguntó el pelinaranja. Su voz tranquila, aunque sus ojos estaban desteñidos por la ira. Además, que apretara el cuello de uno de sus hombres no era buena señal.
* Fue, fue Grimmjow, señor arrgg !. . . *
Kurosaki torció la boca. ¿Por qué Grimmjow creía que podía tomar decisiones?.
Ichigo liberó de su agarre a su seguidor para ir en busca del peliazul, dejando a varios de sus hombres confusos, pero sobretodo temerosos. Nunca habían visto tan enfadado a Kurosaki Ichigo; él es un buen líder y jamás lastimaría a nadie del clan, a menos que fuese por traición.
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* Tu lo ordenaste. *
Dijo Jaegerjaques quien, sentado frente al televisor, cambiaba de canal sin molestarse en mirar a su líder.
* No, Grimmjow, no fue así !. *
El peliazul permaneció en silencio, eligiendo por fin el canal de boxeo.
* Maldito bastardo, eso fue un golpe bajo. * _Gritó, su atención total en la pantalla y el combate._ * Buena estrategia, jaja !. *
* ¿Grimmjow? *
El peliazul suspiró al tiempo en que dejaba caer los brazos, resignado a hablar con su jefe.
* De acuerdo, no lo ordenaste, pero tampoco nos dijiste que el fanático de los tatuajes iba a tener trato preferencial. *
Ichigo torció la boca. Por supuesto que dio indicaciones precisas a Keigo de tratar diferente al pelirrojo.
Abarai no era un prisionero cualquiera, aunque lo odiase. ¿Por qué demonios nadie siguió sus órdenes y ya?.
* A Keigo?, ¿es una broma?. * _Preguntó Grimmjow, la expresión asesina de Kurosaki le indicaba la poca gracia que aquello le hacía. Aun así, el peliazul volvió a suspirar con fastidio, tratando de no echarse a reír a carcajadas; eso sería su sentencia de muerte._ * A Keigo lo mataron un día después de que esos dos del clan Kuchiki llegaron. *
Los ojos de Ichigo se destiñeron ante aquellas palabras. . . Keigo, ¡ muerto !.
* ¡¿Por qué nadie me informó, maldita sea?!. *
Gritó el pelinaranja.
¿Desde cuándo sus hombres se habían vuelto un puñado de inútiles?, ¿es que ya no podía confiar en nadie?.
Jaegerjaques ni se inmutó ante la ira de Kurosaki y prefirió enfrascarse en la pantalla que en ese momento mostraba una sexy mujer en diminuto bikini.
* Quizás nadie quiso arriesgarse a morir rebanado por Zangetsu. *
* ¿De qué hablas?. *
* ¿Interrumpirte mientras te tiras a la princesita Kuchiki?. . . no sé tú, pero a mí me suena a una muerte segura. Y creo que el clan entero piensa lo mismo, rey. *
Ichigo torció la boca; según Grimmjow, todos allí pensaban que Rukia lo tenía idiotizado.
* No digas tonterías. Y a partir de ahora, tú eres el encargado de informarme todo. * _El peliazul escuchaba, aunque su atención seguía fija en la pantalla._ * Grimmjow?. *
El joven suspiró resignado y, ante la insistencia de su líder, respondió.
* Está bien, te informaré de todo. . . rey. *
El pelinaranja no dijo más. Salió de sala con el ceño más torcido de lo normal.
Caminando por los pasillos de Las Noches, con las manos en los bolsillos, Kurosaki se preguntaba cómo es que sus hombres sabían que él y Kuchiki Rukia. . .
““¿Cuántos lo sabrán?... seguramente todos!.””
Pensaba y no podía más que reprenderse a sí mismo, aunque le costase aceptarlo, no se comportaba como de costumbre, quizás era cierto que esa chiquilla lo tenía distraído. Ichigo confirmó esa posibilidad cuando, sin saber cómo, se encontró frente a la habitación que le había asignado a la enana, mirando la puerta como si ésta tuviese resguardado algo muy importante.
““Estupideces !.””
Pensó, enojado consigo mismo.
Más luego el enojo fue contra las personas que estaban del otro lado de aquella puerta, pues las voces que alcanzaba a escuchar, los jadeos, ayudaban a que su mente dibujara escenas no muy inocentes.
* Ma-matte, Renji, no hagas eso !. *
* Rukia. . . aarrggg !. *
Kurosaki no pudo soportar la ira. . . con fuerza empujó la puerta y entró en la habitación, encontrándose con una escena muy distinta a la que su torturada mente imaginó. . .
El pelirrojo yacía en la cama de la chica, pero lejos de estar disfrutando del lindo cuerpo de la ojivioleta, el pobre hombre estaba soportando las curaciones que la enana hacía sobre sus heridas.
Ambos prisioneros giraron a verlo, sorprendidos por la inesperada y violenta entrada del pelinaranja, quien se sentía como un idiota.
Fue peor cuando sus ojos se encontraron con la mirada violeta, esos bellos ojos lo miraban con decepción y desprecio.
* ¿Qué haces aquí? *
* Yo. . . *
* Largo !. *
Ichigo frunció el ceño; ¿lo estaba echando de su propia casa?. Respiró hondo, reuniendo todo el autocontrol que pudo, que no fue mucho por cierto.
* Enviaré a Nell para que revise a tu amigo y. . . *
* No !, no permitiré que se le acerquen !, quien sabe que le harían. *
* Rukia, no seas necia. . . *
* No me fio de nadie. . . y menos de ti !. *
La pelinegra pronunció aquellas palabras con todo el veneno y desprecio que sentía por el pelinaranja.
Ichigo desvió la mirada y apretó los dientes, esas palabras le dolieron; la forma en que ella lo miraba dejaba bien claro cuanto lo odiaba.
““Bien, ese es el plan, que la princesa Kuchiki sufra todo lo que yo sufrí por culpa de su padre.””
Pensaba Kurosaki, sin embargo la molestia en su pecho estaba muy lejos de la satisfacción de hacer sufrir a su enemigo.
De pronto, quiso congraciarse un poco con Rukia. Quizás si hacía algo por Abarai, ella dejaría de mirarlo con tanto rencor.
* Hablaremos por la noche, cenamos algo y... *
* Que te vayas !. *
Kuchiki lo dijo con los dientes bien apretados, su mirada de odio y las pupilas desteñidas. Ichigo dobló las cejas, cada vez más enfadado.
* En la cena, Rukia, no me obligues a. . . usar otros métodos. *
Dijo él para luego salir dando un portazo. Esa chica lo estaba provocando y cada vez le era más difícil controlarse, pero ya no más; le había dado demasiados beneficios a esa enana.
““Bien, pues se acabó.”” _Pensaba._ ““Tendrá que aceptar lo que yo ordene, así tenga que obligarla.””
Una sonrisa adornó el rostro de Ichigo.
* No sería la primera vez !. *