Por: Maeda Ai
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                                   .:: Capítulo 10 ::.



* ¿Cómo está tu amigo?. *


Preguntó Kurosaki, mientras daba un trago a una copa de vino.
Rukia estaba sentada frente a él, en aquel inmenso comedor, pero ella no había tocado ni la comida, tampoco había probado el vino. Se mantenía allí, callada, sin mirarlo, pensando en aquel bastardo pelirrojo.


* Liberaré a tu amigo, haré que alguien lo lleve a la mansión Kuchiki y. . . *

* No !!. *
_Rukia casi gritó, mirando al pelinaranja por primera vez desde que se reunieron en la mesa._ * Si él vuelve solo. . . lo mataran !. *


Ichigo torció la boca; la expresión de la pelinegra era de miedo y preocupación por ese tatuado infeliz.
Kurosaki estaba lleno de celos, no quería que ella se preocupase por otro hombre, así que le habló con crueldad.


* Mejor, así te olvidas de él !. *

* Ichigo, onegai. *
_Rukia fue donde el pelinaranja, dispuesta a rogarle por la vida de Renji; ella se lo debía._ * Ya te vengaste de mí y de mi familia, aunque no sé porque, pero Renji no tiene nada que ver. Por favor, déjanos ir a los dos. *


Ichigo la miró fijamente, ella estaba allí, a su lado, diciéndole que quería irse; él no lo permitiría.


* Entonces, se quedan los dos, pero nunca dejarás este lugar. *

* ¿Por qué?. *

*¡Porque eres mía y jamás te dejaré escapar!.*

* I, Ichigo !. *


El pelinaranja le gritó aquellas palabras, sorprendiéndola. Luego, en un impulso, Ichigo la atrapó entre sus brazos y la besó con pasión, era un beso brusco en el que le transmitía todo el incontrolable deseo que tenía por ella.

Kuchiki trató de resistirse, pero también deseaba a ese hombre, necesitaba sus labios, sus caricias. . . su cuerpo, así que Rukia terminó rindiéndose ante sus sentimientos por el pelinaranja, devolviéndole el beso con la misma intensidad.

Ichigo no podía esperar más. Esa mujer le había negado su hermoso cuerpo por muchos días. Así que, sin más, la tomó en sus brazos y la llevó a su habitación.
Pronto se hallaron en la cama, Ichigo sobre Rukia, sus manos acariciando con brusquedad los contornos de la mujer, recorriendo cuanta piel podía.

Kurosaki estaba desesperado, esa enana quería abandonarlo.


* Nunca te irás, nunca !. *


Le decía él entre besos, mientras destrozaba la ropa de la chica, quien se estremeció de anticipación.
Ella también deseaba a Ichigo, mucho. Tanto, que en ese momento lo único que había en su mente era ese hombre y el ardiente toque de sus labios apasionados. Ni Renji, ni la familia Kuchiki tenían cabida en su memoria.

La ojivioleta quería sentirlo dentro suyo, poseerlo. Rukia forcejeó con la ropa de su compañero, quien tuvo que dejar de besarla para desnudarse.


““Es tan apuesto.””


Los ojos violeta recorrieron el cuerpo de Kurosaki y se fijaron en la verga dura y grande. La primera vez que la vio le asustó su tamaño. Ahora no podía esperar para tenerlo clavado en lo más profundo de su cuerpo.


* I-Ichigo !. *


La voz de la chica sonó ansiosa y casi suplicante.
El pelinaranja no la haría esperar más, no cuando él estaba igual o más ansioso que ella. Se reunió con ella en la cama, colmándola con su cuerpo.


* Oh, Ichigo !. . . *


Rukia suspiró, aferrándose a los anchos hombros de su compañero, quien se estremeció al sentir la cálida y suave piel de la mujer.
La había echado de menos. Necesitaba su dulce cuerpo. . . poseerla una y otra vez de todas las formas posibles.

Había sido un infierno que la pelinegra se encerrara con Renji y no se separara de él ni un instante. La lógica le decía a Ichigo que ella lo hacía por cuidar a su amigo. La consciencia lo obligaba a no alejarla del pelirrojo, pues había sido su culpa que lo torturaran.
Pero los celos le gritaban que la enana era suya y que debía encerrarla y hacerle el amor hasta hacerla olvidarse de todo excepto de Ichigo Kurosaki.


Así, la besó con urgencia, con pasión, como tratando de recuperar el tiempo.


* Ichigo. . . hayaku !. *


Rukia lo apresuró, ondulando las caderas, incitando al pelinaranja, quien ya no pudo esperar más.
La sujetó de la cintura para luego penetrarla de una sola y profunda estocada, sintiendo a la chica tan caliente y mojada.


* Oh, síí !!. *


La pelinegra se arqueó, encantada con el gozo instantáneo que invadió su vagina. Era un placer que, estaba segura, solo la verga de Ichigo podía darle.
Y sin poder pensar en nada más, Rukia comenzó a agitar las caderas en busca del miembro viril; quería que la llenara, que forzara su ajustado interior y lo amoldara a su forma y sentirlo acariciar con fuerza su piel intima cada vez que entrara y saliera de su sexo.

La ojivioleta quería todo eso y no le importó que Ichigo fuese un Kurosaki, tampoco le importó lo que le hizo a Renji. En ese momento, en que el pene de Ichigo empujaba profundamente en ella. . . ¡ no le importaba nada más !.


* I, Ichigo, motto !. . . más !!. *


Le rogaba, cruzando las piernas en la espalda del pelinaranja, arqueándose cada vez que la verga de Ichigo se hundía en ella; lo hacía tranquilamente, disfrutando de la fricción entre los sexos, de la cálida humedad de la pelinegra. Pero con cada penetración, el placer se hacía más y más intenso, obligando a Kurosaki a acelerar las embestidas.


* Rukia, ah !. *


Ichigo la besó, metiendo la lengua en la boca de la chica; sus lenguas pronto se entrelazaron, simulando el ir y venir de sus sexos.


* Ichiii. . . !!. *


Kuchiki se arqueó, apresándolo con sus piernas para que, por ningún motivo sacara su pene. La caricia fue demasiado para Rukia, quien cayó en el éxtasis; su vagina contrayéndose en torno a la verga de su amante, quien dejó de moverse mientras apretaba ojos y dientes para soportar el intenso placer que lo recorría.

La piel suave y caliente palpitando alrededor de su pene. . . Ichigo quería memorizar esa deliciosa sensación, aunque era muy difícil no doblegarse al gozo que Rukia le regalaba.


* Ah, Rukiaah !!. *

* Ichigo !. *


La pelinegra lo miró con ojos entrecerrados; su orgasmo extinguiéndose, disipándose poco a poco mientras el agarre de su vagina se volvía más suave.
Por su parte, Ichigo seguía clavado en ella, duro. . . había resistido el éxtasis de su compañera. . . pero él le regalaría otro.


““La haré gozar una y otra vez.””


Con este pensamiento, el pelinaranja deslizo su pene fuera del sexo femenino, dejando solo la punta, esperó un momento, embelesado con los suaves contoneos y suspiros de la mujer, luego, sin prevenirla, Ichigo empujó las caderas, clavándose nuevamente en su compañera, fue una embestida fuerte, dura, que lo llevó a lo más hondo del dulce sexo femenino.


* Oh, Ichigooo !!. *


Rukia se arqueó nuevamente; su cuerpo sensible reaccionó de inmediato al placer que volvía a recorrerlo, pero Kurosaki no le dio tregua y comenzó a penetrarla rítmicamente, entrando y saliendo de ella mientras la ojivioleta clavaba las uñas en la espalda de su compañero cada vez que él empujaba dentro suyo.

Pero cuando las embestidas se volvieron más rápidas, Rukia se aferró a él, lanzando la pelvis al encuentro con la de Kurosaki, ansiando que la carne dura de Ichigo se fundiera en lo más profundo de su sexo que, si bien ya se había derretido por un orgasmo, volvía a encenderse de deseo y necesidad mientras se estrechaba más y más, aprisionando con fuerza la verga del pelinaranja.

Ichigo adoró esa sensación, juraría que Rukia lo apretaba más fuerte esta vez.


““Y es delicioso !.””


Con este pensamiento, Ichigo la penetró como un poseso, buscando desesperadamente llegar al éxtasis.
El ir y venir de su pene estimuló de tal manera la piel interna de la ojivioleta, que ella se derritió ante tanto gozo.


* I, Ichigoo !, aahh !!. *


Kuchiki se arqueó al gritar su placer mientras el pelinaranja siguió embistiéndola unas cuantas veces más, resistiendo las fuertes contracciones del sexo femenino, pero le aferraba la verga con tanta fuerza, que el joven no pudo más y se dejó llevar. . . gozando de la fuerte caricia mientras se venía abundantemente en lo más hondo de la vagina de su amante.


* Rukiaahh !!. *


Ichigo se calvó totalmente en el sexo de Kuchiki, buscando fundirse con ella. . . fue un deleite derramar su semen en el suave y cálido interior de la mujer.
Vencido, Kurosaki se dejó caer sobre el cuerpo de la chica, quien lo abrazaba casi sin fuerza.

Respiraciones agitadas, caricias suaves y lentas por la piel sensible y besos largos y tranquilos era lo que quedaba después de la entrega más apasionada e increíble que habían compartido.

El pelinaranja adoró sentir cómo Rukia le acariciaba la espalda, justo sobre los rasguños que ella, en medio del delirio de placer, le había hecho.
Entonces, aun clavado en ella, Kurosaki la estrechó con fuerza, encerrándola en sus brazos; ella era suya, jamás la dejaría ir. Y si el pelirrojo tenía que quedarse, que así fuera, pero nadie iba a apartar a la enana de su lado.

Si el clan Kuchiki la quería de vuelta, que lo intentarán, porque él estaba dispuesto a reavivar las rencillas que había entre las familias.


* No te irás !. *


La voz de Ichigo sonó suave pero firme. La pelinegra suspiró, no quería discutir con él, no tenía caso, porque la verdad es que ella no quería irse. Rukia quería estar con él. . . siempre. Así que, cuando Ichigo le dijo que ella le pertenecía, ella no lo dudó un solo instante.


* Dilo. . . que eres mía !. *

* Sí, tuya !, ¡ solo tuya !. *


La sonrisa en el apuesto rostro del pelinaranja derritió el corazón de la joven, quien también sonrió, acurrucándose sobre el pecho masculino.

Kurosaki estaba feliz, aunque jamás lo aceptaría. Su corazón latía emocionado, pues tenía a alguien muy importante entre sus brazos y el futuro se divisaba perfecto ante la decisión que él había tomado. . .

Nadie le quitaría a Rukia y él nunca la dejaría ir. Y nada, ni nadie, podría hacerlo cambiar de opinión.



Sin finalizar.

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Ichigo no podía estar lejos de Rukia ni un capítulo más 7w7 .
Sin embargo, se vienen cosas difíciles para el ichiruki ¬¬’ .

—I LOVE ICHIRUKI—

~*~

Este fanfiction fue escrito por Maeda Ai.

Y es material de Paradise

Si llegan a encontrar una historia similar a esta (con los mismos diálogos y situaciones), o con el nombre de otro autor(a), será sin mi consentimiento y por tanto un engaño.


Totalizado el 27 de Diciembre de 2022.


La dama del Hentai: Maeda Ai

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