DEL PADRE Y DEL HIJO

     Por: Maeda Ai
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                                   .:: Capítulo 10 ::.

------- ☆ ADVERTENCIA ☆ -------
Este fic contiene ?relaciones NO APROPIADAS?. Ésta es solo una historia ficticia, con personajes ficticios, que NO debe pasar más allá de la lectura.
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Recostada sobre la cama, Rukia miraba a su esposo, el cual dormía tranquilamente. Había tanta paz reflejada en su rostro y eso era algo que la pelinegra no podía entender.
Las lágrimas resbalaron por sus mejillas, mojándole el rostro en un instante, sin poder reprimir los sollozos.

¿Cómo reprimir una pena tan grande?. Él se iría, él. . .


??Morirá.??


El simple hecho de pensarlo la hizo llorar con más fuerza, despertando al Kurosaki. Para él no fue difícil adivinar el porqué de las lágrimas de su esposa.

Cuando Kaien le dio la noticia, ella aguantó el deseo de llorar, más no la impresión y el miedo en su lindo rostro.
Al pelinegro se le vino el mundo encima al verla sufrir de ese modo. Una vez más, Rukia se quedaría sola.


* Por favor, no llores. *


Rukia cerró los ojos al escuchar la voz de su esposo; refugiándose en sus brazos, lloró aun con más libertad.


* No es justo !. * Susurró. * No quiero, yo. . . yo te necesito, no me dejes. . .


Kaien se mordió el labio inferior.
Las palabras de la mujer lo lastimaban más que el hecho de saber que pronto moriría.


* Cáncer !. *


Le había dicho el médico.
Kuchiki lo abrazó con más fuerza al escuchar esa palabra, como rogándole no mencionarlo siquiera.

Su esperanza de vida era menor a un año, aunque ahora mismo no sentía grandes molestias.
El Kurosaki comenzó a acariciar los oscuros cabellos de su esposa. Verla así le partía el corazón, así que sonrió, tratando de alzarle el ánimo. Aún tenía tiempo, ¿no es así?. Podían hacer un sinfín de cosas, la primera en la lista, por supuesto, era hacer el amor.


* Kaien, no estoy de humor. *

* ¿Qué?. No me negarás mi última voluntad, ¿o sí?. *

* Baka, ni lo digas !. *


Rukia gritó histérica, furiosa de que su marido tuviese ese humor tan negro.
La mirada del pelinegro se tornó seria para luego desplegar sus labios por la blanca piel de Kuchiki.


* Gomen nasai !. *


La chica cerró los ojos, permitiendo que el hombre probase el agua salada que había empapado su lindo rostro. Rukia intentó dejarse llevar, olvidándose de todo por un momento, así que sus pequeñas manos imitaron a las del moreno, yendo y viniendo por los marcados músculos de los que, a pesar de su edad, el Kurosaki hacía gala.

La joven se preguntaba cómo es que habían pasado más de diez años de matrimonio y ella aún se sentía tan atraída por ese hombre.


??Tal vez solo es que lo amo.??


Pensaba ella, buscando los labios de Kaien, notando como la angustia pasaba a un segundo término gracias a la lujuria.
La ojivioleta gimió agradada al sentir los dedos gentiles de su esposo, acariciando los labios vaginales, separándolos para hundirse en su cálido sexo y jugar un rato.

La respiración de la mujer se agitó y su lindo rostro adquirió matices rojos. Dios !, amaba esto, todo el placer que su esposo le daba. . . lo amaba y lo necesitaba. ¿Qué iba a hacer sin él?.
Rukia no tuvo tiempo de imaginar y sufrir su futuro, pues de pronto los dedos expertos del pelinegro abandonaron su intimidad.


* Matte, aún no !. . . *


La pelinegra rogó por más de aquella caricia. Él sonrió, creía que ella no estaba de humor para esto, pero igual no quería ni podía seguir jugando.


??No tengo tiempo.??


Tras este pensamiento, el rostro del Kurosaki se tornó serio y sujetando a la mujer por la cintura, se posó sobre su lindo y frágil cuerpo. . .


* ¡ Te amo !. *


Le susurró él, para luego penetrarla rápida y profundamente.


* Ahh, mi amor !!. *


Ella gimió ante la embestida, sintiendo la virilidad del pelinegro alojada en su vagina, llenando el pequeño vacío que parecía estar hecho a la medida de él, complementándose totalmente.


* Ahhh, Kaien !!. . . *


Kuchiki cerró los ojos y arqueó su pequeño cuerpo, disfrutando del agitado ir y venir de las caderas de su esposo, quien clavaba en ella su pene una y otra vez, llevándola a un paraíso donde solo existían ellos dos, así como el irrefrenable deseo de unir sus cuerpos.

Rukia sentía como su esposo le acariciaba los senos, a veces gentil, a veces desesperado, para luego besarlos, lamiendo sus pezones e incluso mordiéndolos suavemente.

Ella gimió agradada ante aquel estimulo; por momentos era Kaien el único que se movía, imponiendo un ritmo, más luego la chica se acopló a este, acompañando al pelinegro en el mecer de sus caderas.

Cada vez que Kaien salía del sexo de Kuchiki y parecía alejarse de ella, Rukia empujaba las caderas al encuentro de su hombre, ansiando que aquel pedazo de carne caliente volviese a hundirse dentro suyo.

Así como estaban, la mujer de ojos violeta podía ver como el pene de su esposo entraba y salía de su vagina, esa escena parecía haberla hipnotizado, pues aun con las mejillas encendidas en carmín, ella no podía apartar la mirada de la unión de su sexo con el del hombre. En cambio, Kaien miraba fijamente el bello rostro de su mujer.


??Siempre fue muy apasionada, nunca tiene suficiente. . . es una hambrienta sexual.??


El Kurosaki sonrió, convencido de que las apariencias engañan y que esa chica fina y seria, perdía el control de si en la cama.
De pronto, Kaien apretó los dientes. El roce entre sus sexos estaba surtiendo efecto y él sentía que no podría soportar más.


* Kaien, más, más. . . voy a. . . aahhh !!... *


Rukia se arqueó con fuerza, estrujando las sábanas. El éxtasis nació en su sexo para expandirse a todo su cuerpo.
La chica se aferró al Kurosaki, gritándole lo mucho que lo amaba mientras parecía que las palpitaciones de su vagina nunca iban a cesar.


* Oh, pequeña mía !. *


Un entrecortado suspiro y Kaien liberó su semen en el interior de su compañera, agradeciendo con gemidos las palpitaciones del sexo de su esposa.


* ¡ Te amo, te amo !. *


Le decía Rukia, besándolo una y otra vez, aun a pesar de su agitada respiración.
Kaien sonrió, acariciándole los cabellos, notando como algunas lágrimas mojaban las suaves mejillas de la mujer, si de felicidad o de tristeza, no lo sabía.

Ella aun temblaba, mitad placer, mitad tristeza. No quería, no quería perder estos momentos. Ella quería estar así con él. . . siempre, hacer el amor una y otra vez con Kaien, solo con él, pero. . .


* ¿Estás lista?, porque aún tenemos mucho por hacer. . . *


Sorprendida, la pelinegra alzó el rostro, sintiendo en la cara las caricias de su esposo. Un par de nuevas lágrimas escaparon de sus ojos; ellos casi nunca. . . lo hacían más de una vez.


??Él siempre está cansado y aunque yo no estoy completamente satisfecha, lo menos que quiero es incomodarlo.??


Pensaba la chica, abrazando con fuerza a su esposo, diciéndole una y otra vez lo mucho que lo amaba, mientras, lentamente, poco a poco, sus caderas volvían a mecerse en un baile erótico y lleno de amor que los dos bien sabían cómo ejecutar, y por supuesto. . . disfrutar.



Sin finalizar.

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Un lemon algo triste debo decir.
Mientras lo estaba adaptando, me sentí más triste que cuando lo escribí T-T .

A parte de eso, es raro pensar en Kaien y Rukia juntos, en serio.

_I LOVE ICHIRUKI_

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Este fanfiction fue escrito por Maeda Ai.

Es material de Fallen Angel

Si llegan a encontrar una historia similar a esta (con los mismos diálogos y situaciones), o con el nombre de otro autor(a), será sin mi consentimiento y por tanto un engaño.


Publicado el 01 de Agosto de 2017.

Versión SK: Totalizado 23-Febrero-2009.


maeda-ai@hotmail.com
La dama del Hentai: Maeda Ai.

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