DEL PADRE Y DEL HIJO

     Por: Maeda Ai
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                                   .:: Capítulo 12 ::.

------- ☆ ADVERTENCIA ☆ -------
Este fic contiene ?relaciones NO APROPIADAS?. Ésta es solo una historia ficticia, con personajes ficticios, que NO debe pasar más allá de la lectura.
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Kaien miraba fijamente a la pelinegra ir y venir por la habitación, arreglando cosas, trayéndole el almuerzo, tratando de hacerlo sentir cómodo.
Esa no era la vida que el Kurosaki quería darle. . . ajetreada.

Él no era más que una carga para su esposa, él. . . solo le había dado preocupaciones y eso fue algo que el ojiverde entendió con esta enfermedad.


??Pero creo que siempre fue así.??


El moreno cerró los ojos, recordando que Rukia nunca fue realmente feliz con él. Ella sufrió mucho por las habladurías de la gente, además no pudieron tener hijos.
De haber sabido que este matrimonio sería tan tortuoso para ella, Kaien jamás la hubiese atado a él.


* ¿Estás dormido?. *


El pelinegro abrió rápidamente los ojos al escuchar la voz de su esposa, quien, de rodillas junto a la cama, le sujetaba la mano entre las suyas tan pequeñas. Él sonrió al ver la sortija en el dedo anular de la ojivioleta, esa prueba de que ella le pertenecía a alguien. . . y ese alguien era él.

Pero Rukia pronto sería libre y, tan joven y hermosa como solo ella, podría conseguirse un nuevo amor, un hombre joven que la protegería y la complacería como él mismo no pudo.


* Tal vez. . . debas dejar de usar esa sortija. *


Kuchiki soltó abruptamente a su marido, asustada y sorprendida por semejantes palabras.
Escondió las manos tras de sí, como protegiendo el vendito anillo, para luego doblar las cejas, enfadada.


* Todavía no estás muerto. *

* Pero cuando lo esté, te desharás de. . . *

* Sabes que no, ¡¡ jamás lo haré !!. *


Rukia terminó gritando, más que furiosa por esa insoportable actitud que Kaien había adoptado de un tiempo a la fecha. Ya no podía con esto y él solo la lastimaba, recordándole una y otra vez que pronto volvería a quedarse sola.
Con impotencia, la pelinegra bajó la mirada; un par de lágrimas recorrieron sus mejillas hasta caer sobre la fina alfombra.


* No llores, sabes que no soporto ver que lo hagas. *

* Pues entonces. . . ¡ deja de actuar como si ya no estuvieses aquí !. *


Ella alzó el rostro, la ira se había ido, dejando a cambio una profunda tristeza que opacaba sus lindos ojos.


* Vamos, no llores más. Ven aquí !. *


Kaien le sonrió de tal manera, que hizo a la chica sonrojarse y no tardó en reunirse con él en la cama, abrazándolo con todas sus fuerzas hasta casi sofocarlo.

Y le llenó de besos el rostro, como la mujer enamorada que era, incapaz de ocultar ese sentimiento que la llevó a aceptar esa sortija y darle todo de si a este hombre.

Más entonces, al sentir los labios de su esposa sobre los suyos, el Kurosaki se hundió en la impotencia y la tristeza. Hacia tanto que no hacía el amor con su mujer.
No podría, ahora que esperaba pacientemente la hora de su muerte, Kaien bien sabía que no tenía el vigor para hacer gozar a su amada como ella merecía y deseaba. Esa mujer era fuego en la cama, y él. . .


??No puedo aliviar más ese fuego.??


Tras este pensamiento, el moreno cerró los ojos, prefiriendo fingirse cansado, antes que ver, una vez más, como Rukia se quedaba con las ganas de tener relaciones, frustrando su deseo.


* Cariño, ¿podrías. . . traerme un vaso de agua?. *


Una sonrisa adornándole el apuesto rostro, provocó el carmín en las mejillas de la pelinegra, quien poco tardó en abandonar la recamara, en busca de esa agua que, ella sin saber, Kaien no necesitaba.

Pero feliz, la mujer reconocía que no tenía defensa alguna ante las sonrisas de su esposo. La derretía esa calidez que le expresaba, la derretía y se sintió tan feliz al ver que ella aún era vulnerable a esos pequeños detalles.


??Sí, lo amo. . . tanto o más que la primera vez.??


Pensaba, feliz de haber experimentado ese sentimiento con un hombre tan maravilloso como lo es Kaien.



Con vaso en mano, Kuchiki no tardó en volver a la recamara, más se sorprendió al ver que su esposo yacía tranquilamente dormido.


* Estás cansado, lo sé. . . siento. . . causarte tantos problemas. *


Susurraba para sí la bella mujer, acercándose al lecho y besando la frente de su esposo.


* Soy una inconsciente, debería dejarte descansar, pero me encanta estar a tu lado. * La joven acomodó un mechón de cabello de su esposo; una sonrisa adornándole el rostro. * ¿Qué voy a hacer sin ti?, eres el único hombre que he amado. *

Rukia dobló las cejas con tristeza.

* ¡ Jamás volveré a enamorarme !. *

Susurró ella, soltando la mano de su esposo y abandonando la recamara poco después, sin saber que el Kurosaki la había escuchado y que sus palabras lo hicieron sentir culpable. . . y el hombre más miserable del mundo.



Sin finalizar.

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Qué triste T-T .
Aunque parezca un simple detalle, volveré a tratar el asunto del anillo de matrimonio en el siguiente capítulo.

_I LOVE ICHIRUKI_

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Este fanfiction fue escrito por Maeda Ai.

Es material de Fallen Angel

Si llegan a encontrar una historia similar a esta (con los mismos diálogos y situaciones), o con el nombre de otro autor(a), será sin mi consentimiento y por tanto un engaño.


Publicado el 01 de Agosto de 2017.

Versión SK: Totalizado 23-Febrero-2009.


maeda-ai@hotmail.com
La dama del Hentai: Maeda Ai.

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