Por:
Maeda Ai
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.:: Capítulo 2 ::.
------- ☆ ADVERTENCIA ☆ -------
Este fic contiene ?relaciones NO APROPIADAS?. Ésta es solo una historia ficticia, con personajes ficticios, que NO debe pasar más allá de la lectura.
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* Has sido un chico muy malo, Ichigo-kun !. Necesitas disciplina. . . ¡ mucha !. *
La voz de su nueva profesora sonaba un tanto intimidante.
Ichigo era el único alumno, castigado por. . . ¿Por qué demonios era esta vez?. Ni siquiera lo recordaba.
* Escucha, enana, si es por la riña en la cancha yo. . . *
* Eso no me interesa, como si no maltratases a Keigo cada media hora. Es tu boca la causa. *
* ¿Qué?. *
* Tu vocabulario. *
* ¿De qué demonios hablas, enana?. *
Kuchiki sonrió casi diabólica. No le gustaba ese adjetivo. . . lo odiaba.
* Eres un irrespetuoso e igualado; ¡ debo corregirte !. *
Apenas dijo esto, Rukia puso su pie derecho en la entrepierna del joven, quien quedó congelado ante la osadía de la mujer.
* Qué demonios?, ahh !!. *
La pelinegra comenzó a masajearlo con maestría, y el pelinaranja sentía como se estaba poniendo cada vez más duro.
??¿Cuándo se quitó los zapatos?.??
Se preguntaba, apenas consciente de que su profesora tenía los pies desnudos y movía uno de ellos de tal forma que para la verga del Kurosaki ya resultaba doloroso el encierro en los pantalones.
La miró boquiabierto, la sonrisa que ella le mostraba era una mezcla de burla y lujuria. El chico desvió la mirada hacia abajo. La falda de la pelinegra era muy corta, y por la posición se le había alzado y ahora Ichigo podía ver las braguitas color lavanda. Esa visión lo hizo ponerse aún más duro.
* Ah, e-enana, pa-para !. *
El Kurosaki susurró entre dientes. Aquello se estaba tornando insoportable y no quería sufrir la vergüenza de venirse en los pantalones.
Entonces, sin más, Rukia se detuvo e Ichigo, respirando agitado, solo podía contemplar el pequeño y delicado pie con las uñas pintadas de color lavanda.
Al parecer, la chica tenía adicción a ese color y él comenzaba a encontrarlo. . . estimulante.
* ¡ Mírame !. *
Le ordenó ella, su voz firme y fría. Ni rastro del tono coqueto que utilizó antes.
Aun con la respiración agitada, el pelinaranja alzó el rostro, encontrándose con la expresión seria de su profesora.
* No has aprendido nada, ¿verdad?. *
* ¿Dé que hablas?. *
* Al parecer, debo emplear un método más efectivo. *
Ignorando totalmente las preguntas del muchacho, la ojivioleta bajó el pie al tiempo en que sus ojos miraban fijamente los de su problemático estudiante.
Luego, una sonrisa traviesa rompió la seriedad de su expresión. Rukia se arrodilló frente al joven; sus pequeñas manos sujetaron el zipper de los pantalones.
* Oye, Rukia, ¿qué intentas?, estás loca?... no !!. *
El Kurosaki estaba más que asustado. ¿En verdad ella iba a hacer lo que él creía?.
Aun sonriendo, la pelinegra deslizó el zipper con lentitud, introdujo su mano en los pantalones del chico y finalmente liberó un pene duro y grande.
Rukia miraba embelesada aquel miembro viril mientras Ichigo se removía incómodo y agitado. Estaba horrorizado !. . . esta no era la Rukia que él creía conocer. Su profesora podía ser amable, seria y hasta tierna, pero nunca la imaginó llena de lujuria.
Para colmo, Kuchiki se lamió el labio inferior. Y si bien el pelinaranja estaba sorprendido, no por ello dejaba de excitarle el comportamiento de la pelinegra.
* Es por tu bien, Ichigo. . . ¡ debo corregirte !. *
Tras decir esto, Rukia lamió la punta del pene frente a ella para luego introducirlo en su boca y degustarlo con desesperación.
* Ru-Rukia, ah !, para, mmm !. *
Ichigo apretó los dientes, tratando de resistir el placer que ella le brindaba. Sin embargo, entre más le pedía detenerse, ella mamaba con más ímpetu, succionando la punta o deslizando la lengua a lo largo de aquella barra de carne.
Ichigo ya no sabía si aquello era un castigo o un premio.
* Oh, Rukia !. . . *
Kuchiki aceleró las mamadas e Ichigo echó la cabeza hacia atrás, apretando ojos y dientes. La boca de la pelinegra era. . . maravillosa.
* Ru-Rukia sen. . . sensei !!. *
Gimió el pelinaranja, a punto de sucumbir ante la magia que aquella boquita hacia sobre él, pero ella se detuvo, frustrando el placer que estaba a punto de desbordarse en el joven.
* ¿Qué?. . . qué pasa?. *
Ichigo jadeaba mientras la miraba confundido e incluso, acusándola. ¿Por qué se detenía justo ahora que estaba a punto de correrse en su experta y dulce boca?.
* Estoy feliz. *
* ¿Y por eso me dejas a medias?. *
La mujer hizo un puchero, ese chico seguía tuteándola, pero por ahora trataría de no darle importancia.
* Me llamaste ?sensei?. *
Le dijo ella, ahora sonriente y con un tono dulce.
* Eres muy irrespetuoso, ¿sabías?. Soy tu profesora, trátame como tal. *
Rukia le decía aquello mientras se sentaba sobre las caderas del muchacho, rozando su intimidad, cubierta por las bragas contra el pene erecto del muchacho.
El Kurosaki jadeó ante el contacto. La pelinegra seguía torturándolo.
Aun sobre la nube de lujuria, Ichigo pensó que jamás podría tratarla como a una profesora. Y mucho menos ahora después de esto.
* Ahora. . . *
El ojimiel fijó sus ojos en los de ella, prendado de aquel hermoso color. Ella le acariciaba la nuca y enredaba los dedos en las hebras de cabello naranja.
* Voy a premiarte por aprender la lección. *
Le susurró ella para luego bajar la mano y acariciar la verga del muchacho e inmediatamente después, hacer a un lado sus bragas.
Ichigo contuvo la respiración. Si este era le premió por el simple hecho de llamarla profesora, entonces, gustoso la llamaría así todo el tiempo.
??Aunque no la vea de ese modo.??
Rukia alzó ligeramente las caderas, dejando que el pene de su estudiante apuntase justo a la entrada de su vagina, luego fue deslizándose con lentitud sobre aquella barra de carne. El Kurosaki dio un respingó al sentir la piel cálida y suave.
??¿En verdad está pasando?.??
Se preguntaba.
Supo que era así cuando la punta de su virilidad se había perdido en el interior de la pelinegra. Pronto, la totalidad de su pene estuvo clavada en la calidez de su profesora.
* Jo-joder, Ruki. . . ahhh !!. . . *
El pelinaranja echó la cabeza hacia atrás mientras apretaba con fuerza los dientes. Ella era tan estrecha y el placer era tanto, que estaba haciendo grandes esfuerzos por no venirse en ese instante.
??No podré con la vergüenza si acabo tan pronto.??
Pensaba él, tratando de controlar su respiración y soportar tan deliciosa experiencia. Aunque era un esfuerzo extraordinario.
Kuchiki dobló las cejas. Él había vuelto a llamarla por su nombre por lo que quiso detenerse y mostrarle algo de disciplina, pero ella también estaba disfrutando mucho y no quería perder ni un solo instante de aquella deliciosa fricción entre su piel interior con la dura verga del pelinaranja.
Ichigo por fin se aferró a las caderas de la mujer, marcando el ritmo de las penetraciones, sosteniéndola con sus grandes y fuertes manos.
El joven si fijó en el rostro de la pelinegra; las expresiones que ella reflejaba cada vez que el pene entraba en ella, las pequeñas cejas que se doblaban, sus hermosos ojos violeta cubiertos por los parpados al no poder mantenerlos abiertos y su boquita que formaba una dulce ?o?.
Y luego. . . los jadeos, los gemidos. . . Ichigo se excitaba más y más con la voz de su profesora que emergía llena de placer.
* Mmm, oh sí !, así !. . . *
Ichigo la escuchaba casi hipnotizado. Era como si todo a su alrededor se hubiese esfumado, a excepción de la hermosa mujer que en ese instante lo cabalgaba.
* Mmm, Kimochi !, ahh !. *
Susurraba la pelinegra, en medio del placer, moviendo su pequeño cuerpo con mayor rapidez, intensificando la fricción de su sexo con el del Kurosaki.
* Rukia, Rukia !!. . . *
Con desesperación, Ichigo buscó los labios de su profesora, devorándolos a besos y encerrando sus propios gemidos entre ambas bocas.
La penetraba con más fuerza, adorando la estrechez de su vagina, la forma en que lo apretaba con tal fuerza pero al mismo tiempo con suavidad. El pelinaranja estaba idiotizado por esa mujer.
Le desabrochó la blusa, para luego bajar las copas del sostén y poder contemplar los preciosos senos cuyas puntas se habían endurecido por tanta excitación.
* ¡ Eres tan bella !. *
Susurró él, su voz tan baja que Kuchiki apenas pudo escucharlo. Ella solo sonrió, no dijo nada. Le rodeó la cabeza, acercándolo a sus pechos.
El delicioso olor de la pelinegra impregnó al chico y este, excitado y embriagado de ella, se lanzó a probar aquellas obras de arte, lamiendo primero y luego succionando los pezones rosas. Atendiendo ambos pechos de forma alternada.
Aferrado a la pequeña cintura de su compañera, mientras sus labios seguían prendados de los pezones femeninos, Ichigo siguió empujando las caderas, clavándose en su profesora con más fuerza y desesperación.
Rukia abrazó la cabeza del chico, reteniéndolo e incitándolo a que siguiese atendiendo sus senos, mientras ella también cabalgaba con más rapidez. Sentía como su vagina se hacía más estrecha cada vez más en torno a la verga del muchacho.
El máximo placer estaba cerca, lo sentía, el cosquilleo en su sexo la hacía perseguir esa sensación de gozo con más desesperación.
En aquellas profundas y fuertes penetraciones, la verga del pelinaranja tocó un punto sensible dentro de Kuchiki quien gritó con fuerza en medio del orgasmo.
* Oh sí, sí. . . aahhh !!. *
Rukia arqueó la espalda, al tiempo en que fuertes contracciones retenían dentro suyo la verga de su alumno. Ichigo apretó los dientes, empujando las caderas un par de veces más antes de ser vencido por la insaciable intimidad de la ojivioleta.
* Rukiaahhh !. . . senseiii !!. . . *
El Kurosaki gruñó con fuerza, empujando hondo hasta quedar despegado de la silla y sosteniendo a la mujer que lo había cautivado.
Ichigo se corrió abundantemente en el interior de su profesora, cuya vagina parecía exprimir su verga, extrayendo cada gota de semen.
* Mmm, buen chico. *
Rukia le habló en susurros, sus ojos brillando intensamente.
Por otra parte, Ichigo la abrazaba celosamente a pesar de no tener ya fuerzas; estaba embelesado con los hermosos ojos violetas y aquella sonrisa somnolienta que ella le regalaba.
El Kurosaki estaba tan cansado, sus ojos se cerraban y todo a su alrededor se estaba tornando blanco. Rukia le hablaba, movía sus labios, pero él no alcanzaba a escucharla.
* Sensei, sensei !. *
Le susurraba repetidamente, como una invocación. Ya casi no podía verla. Cerró los ojos. . . estaba tan cansado. . .
* Good morning, Ichigo. . . *
El pelinaranja no alcanzó a reaccionar a tiempo. El saludo matinal de su padre lo despertó y un segundo después, la patada tradicional que lo tiraba de la cama. La adrenalina invadió totalmente al pelinaranja.
* ¿Qué te pasa, viejo loco?. *
Segundos bastaron para que Ichigo lo comprendiera todo. Un sueño, un maldito sueño. Rukia no estaba allí, nunca la tuvo en sus brazos, no tuvo sexo con ella. Esa experiencia tan placentera y perfecta nunca sucedió.
El joven fue embargado por emociones de enojo, frustración y vergüenza.
Y terminó desquitándose con Isshin, dándole un fuerte golpe para que lo dejara en paz.
* Ah, hijo ingrato, ¿por qué estás tan enojado?. . . ¿no me digas que mi saludo de amoroso padre te arrancó de las delicias de un sueño erótico? *
Decía el pelinegro, bromeando ante el mal humor de su hijo. . . grave error !.
Los ojos de su primogénito brillaron cual maquina futurista. Después solo el grito de piedad de Isshin se escuchó en todo el vecindario.
Sin finalizar.
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Ya hacía falta el lemon en este fic, pero como este par apenas se conoce, no podía arrojarlos a los brazos del otro.
Pero sí a ?los placeres de un sueño erótico?, como dijo Isshin 7v7 .
A partir de este capítulo, las cosas se pondrán difíciles para Ichigo ^^? .
_I LOVE ICHIRUKI_
~*~
Este fanfiction fue escrito por Maeda Ai.
Y es material de Fallen Angel
Si llegan a encontrar una historia similar a esta (con los mismos diálogos y situaciones), o con el nombre de otro autor(a), será sin mi consentimiento y por tanto un engaño.
Totalizado el 06 de Mayo de 2020.
maeda-ai@hotmail.com
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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