||  BIJIN SENSEI   ||

     Por: Maeda Ai
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                                   .:: Capítulo 3 ::.

------- ☆ ADVERTENCIA ☆ -------
Este fic contiene ?relaciones NO APROPIADAS?. Ésta es solo una historia ficticia, con personajes ficticios, que NO debe pasar más allá de la lectura.
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Era clase libre, uno de sus profesores no se había presentado y el grupo había sido forzado a permanecer en el aula hasta que comenzara la siguiente clase, así que lo único que podían hacer era hablar de trivialidades y matar el tiempo.
Entonces, ella entró. . .


* Sugee !!. . .*


Se escuchó susurrar a varios alumnos.
Ichigo apretó la lata de refresco, ya vacía, deformándola.
Uno de sus compañeros veía fijamente a Rukia; se le caía la baba y. . . sus ojos eran corazones.


??Maldita sea, la lujuria de Keigo es contagiosa, se esparce más rápido que el virus de los zombis.??


Pensaba el Kurosaki, hastiado con esas reacciones que Kuchiki causaba en un gran número de la población masculina de la escuela. Incluso algunas de las chicas miraban con admiración a la pelinegra.

Ichigo giró donde sus compañeras; Chizuru no contaba, ella más bien compartía los, nada santos, deseos de Keigo.


??¿Qué hace ella aquí?.??


Como sea, el pelinaranja no podía creer en su mala suerte. . . tenía que verla incluso fuera de su clase.
Y la respuesta a la pregunta que se hacía el Kurosaki por fin llegó.


* Buenos días, chicos. ¿Podría alguien ayudarme a traer unos libros?.*


Casi todos los hombres alzaron la mano y gritaron desesperados para que los eligiera, pero Ishida estaba más cerca y como era el representante de la clase. . .


* ¿Por qué no se lleva a Kurosaki, sensei?.*


La pelinegra fijó su vista en Ichigo.


??Maldito hijo de. . .??


Pensaba el ojimiel, dedicándole una mirada de odio a su amigo mientras imaginaba distintas formas de tortura.


* ¿Te importaría, Kurosaki?.*


La profesora usó aquel tonito de ?niña buena? que él tanto odiaba y que sabía cuan falso era, pero la ligera sonrisa de Kuchiki le impidió negarse.


* Si no hay más remedio.*


Dijo él, tratando de sonar fastidiado mientras desviaba la mirada y seguía a la pelinegra fuera del salón.


* Me las pagarás, Ishida.*


Susurró el pelinaranja, al pasar cerca de su amigo de gafas, quien sonreía con burla.


??A mí no me engañas, fresa tonta.??


Pensaba Uryuu. Él bien sabía porque el Kurosaki se quejaba tanto de su profesora de literatura. Sus reacciones con respecto a Kuchiki sensei no pasaban desapercibidas para Ishida, quien no podía esperar para echarle en cara su descubrimiento a su amigo de cabello extravagante.

Aunque por la mirada asesina que este le dedicaba, probablemente la fresa ya estaba consciente de que él había descubierto su ?sucio secreto?.


* Es muy lindo de tu parte ofrecerte a ayudarme aun cuando es fuera de clase.*


Le decía la pelinegra, ya en la sala de profesores y apilando libros. El pelinaranja chasqueó la lengua.


* Ja, Ishida me ofreció como sacrificio.*


Rukia rio divertida. Se le hacía muy graciosa la forma en que esos dos se trataban. Sin duda era una amistad muy especial. Era un poco como la que ella tenía con cierto hombre de cabellos rojizos.


* Renji diría ?eres un maldito traidor?.*

* ¿Renji?.*

* Mi mejor amigo.*


El Kurosaki torció la boca. No le gustó la sonrisa en el rostro de la pelinegra al mencionar a ese supuesto amigo. Tampoco le gustó la repentina expresión nostálgica de la mujer.

En la mente de Ichigo, el tal Renji iba adquiriendo rostro y forma, así como un sentimiento de aversión por su parte.
Justo en ese momento, Rukia le entregó un paquete de libros, sus dedos se rozaron, enviándole una corriente eléctrica que lo hizo retroceder, tratando de alejarse lo más posible de la mujer frente a él.


* ¿Pasa algo?.*


Preguntó ella, pues había notado la reacción de su alumno.


* Nada !. ¿Podemos irnos?.*

* Cla, claro.*


Ichigo necesitaba alejarse de esa mujer. Apenas la miraba e imágenes en alta definición venían a su mente, recuerdos del sueño que había tenido hace una semana y del que Kuchiki Rukia había sido protagonista absoluta.

Las clases eran una tortura.
El Kurosaki se esforzaba por tener la vista fija en su libro porque si sus ojos llegaban a enfocar a su sensei, aunque fuese por un segundo, la veía desnuda frente al grupo, anotando algo en la pizarra, explicando algún proyecto, lanzándole el borrador a Keigo. . .


??Me estoy volviendo loco.??


Pensaba Ichigo, ya de camino a su salón. Apretaba con fuerza los dientes porque con solo recordar sus penurias, sintió un tirón bajo los pantalones.

El pelinaranja tuvo que desviarse en su camino, entrar en el baño de hombres y encerrarse en uno de los cubículos, ahogando un rugido de ira y frustración mientras apretaba ojos y dientes tratando de que su pene volviese a su forma habitual.

El Kurosaki se sentía furioso consigo mismo. Él nunca había sentido debilidad por una chica.


* Que no me lance sobre ellas como Keigo, no quiere decir que no me gusten.*


Susurró para sí. Le gustaban, por supuesto, aunque no lo expresara.
Cuando una chica le parecía bonita, volteaba a verla al menos por cuatro segundos. Pero nunca había tenido fantasías con ninguna. No solo eso, estas fantasías tenían rostro, voz. . . y sensaciones.


??Nunca se me había parado por nadie !.??


Pensaba, mientras se mordía el labio inferior hasta hacerlo sangrar. El dolor le ayudó a controlar la molesta erección que hasta ahora se había revelado a sus órdenes de ?contrólate? o ?no te pongas duro?.

Cuando ya estuvo más calmado, Ichigo volvió a su salón.
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* En serio, no la soporto !.*


Un corto silencio se formó entre el grupo de amigos, quienes estaban en un descanso de diez minutos en un partido de práctica de soccer.

Los chicos se miraron entre sí al escuchar al pelinaranja, como preguntándose ¿qué le pasaba ese imbécil?.


* ¿Por qué me miran así?.*

* No te enfades, Ichigo, pero no entendemos que tienes en contra de Kuchiki sensei.*


El Kurosaki torció la boca y desvió la mirada un instante. . .


??Porque no puedo sacármela de la cabeza.??


Pensó, aunque no dijo nada a sus amigos. Lo peor fue soportar los comentarios de Ishida.


* ¿No será que te gusta?.*

* D-de qué hablas?.*


Ichigo casi gritó ante la sorpresa. Su cara muy roja. Chad, Keigo y Mizuiro lo miraban con sorpresa y no pudieron decir nada. Si las palabras de Uryuu eran verdad, entonces muchas cosas tenían sentido en el comportamiento del pelinaranja.


* Jamás podrían gustarme las enanas planas.*

* Pues si no te gusta, no entiendo porque te quejas de ella todo el tiempo.*

* Sí, es un comportamiento similar al de un niño que le jala el cabello a la niña que le gusta.*

* Mmm.*


Mizuiro, Keigo y hasta Chad comenzaron a comentar sobre el porqué del comportamiento del Kurosaki, burlándose y presionándolo.


* Te gusta, te gusta.*


Keigo fue un verdadero fastidio, incluso cuando el partido se reanudó.
A Ichigo no le importó cometer faul con tal de callarlo y le robó el balón con una fuerza mayor a la necesaria, con lo que Keigo quedó tirado en el césped viendo estrellitas.

Ichigo retuvo el balón y se dirigió a la portería del equipo contrario; Ishida lo seguía como refuerzo.
Era una jugada que sin duda terminaría en gol, pero la suerte estaba ensañada con el pelinaranja, pues al voltear por un instante para ver a los otros jugadores, una pequeña mujer de cabello negro captó toda su atención... y su enojo. ¿Es que tenía que soportar su presencia a cada momento?.

En un par de instantes, la mente de Ichigo se llenó de imágenes de ella, las clases, la convivencia forzada, su sueño húmedo y por último, las burlas de sus amigos. . .

No lo soportó, la presión fue demasiada y pateó el balón con tremenda fuerza que salió disparado más allá de la cancha, directo a la profesora quien, distraída, no vio venir el balón y solo sintió el impacto en la cabeza que la mandó al suelo mientras sus cosas y diversos papeles volaron alrededor, quedando esparcidos en el suelo.

Todos se quedaron congelados, incluso en la práctica de fútbol, los chicos estaban inmóviles.

Ishida tenía las pupilas desteñidas, No podía creer que el imbécil de Kurosaki se atreviera, pero él estaba en primera fila cuando el maldito pateó balón en dirección a la profesora.


* Kuchiki sensei !.*

* ¿Está bien?.*

* Le duele, profesora?.*


Pronto, varios alumnos se apresuraron a ayudar a la pelinegra quien, algo desorientada por el golpe, tardó en ponerse de pie.


* Esta vez te pasaste, Kurosaki.*


Decía Uryuu con voz baja; el pelinaranja no contestó, tan solo se quedó de pie, con los puños apretados fuertemente mientras, con enojo, veía como varios chicos ayudaban a la ojivioleta y la acompañaban a la enfermería.


* Maldición !.*



Sin finalizar.

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La suerte no está de parte de Ichigo, quien no soporta a su profesora y quiere odiarla... a ver si sus esfuerzos dan resultado ¬¬? .

Ishida es muy perspicaz y me encanta que moleste al Kurosaki. Lo seguirá molestando en todo el fic, pero también será de mucha ayuda 0v0 .

_I LOVE ICHIRUKI_

~*~

Este fanfiction fue escrito por Maeda Ai.

Y es material de Fallen Angel

Si llegan a encontrar una historia similar a esta (con los mismos diálogos y situaciones), o con el nombre de otro autor(a), será sin mi consentimiento y por tanto un engaño.


Totalizado el 06 de Mayo de 2020.


maeda-ai@hotmail.com
La dama del Hentai: Maeda Ai.

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