||  BIJIN SENSEI   ||

     Por: Maeda Ai
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                                   .:: Capítulo 8 ::.

------- ☆ ADVERTENCIA ☆ -------
Este fic contiene "relaciones NO APROPIADAS". Ésta es solo una historia ficticia, con personajes ficticios, que NO debe pasar más allá de la lectura.
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Apresurada, Rukia subió a su auto, arrojando sus cosas al asiento trasero. Lo que comenzó como una ligera llovizna, de pronto se volvió una tormenta que la sorprendió camino al auto, dejándola empapada.

Al menos ya podía irse. Y, mientras encendía el auto, planeaba las cosas que haría en casa.


* Una ducha caliente y un café. *


Susurró para sí, ya saliendo de la escuela. Sonreía, pues tenía libre el fin de semana.
Unas calles más adelante, una cabellera naranja captó su atención.


""¿Ichigo?.""


Se preguntó al ver al joven que caminaba bajo la fuerte lluvia.


* ¿No deberías estar en casa? *


Le preguntó la pelinegra al alcanzarlo y bajar la ventanilla.
Hacía más de una hora que las clases habían terminado; él ya no debería estar allí.


* Sí, bueno, estaba esperando a alguien, pero. . . *


El Kurosaki no dijo más. ¿Cómo decirle que era a ella a quien esperaba?, que casi todos los días se quedaba un poco más en la escuela, tan solo para verla al salir, por solo unos pocos y preciados minutos.
Ichigo dobló las cejas; tenía que conformarse con verla de lejos.

La pelinegra notó la expresión deprimida del chico.


* Sube, te llevaré a tu casa.*

* Pero. . . *

* Anda, estás empapado y esta lluvia no parece ceder. *


Sin decir nada, el pelinaranja subió al auto y se sentó en el lugar del copiloto. Hubo un incómodo silencio por unos minutos, hasta que Rukia lo cortó con su voz.


* Por cierto, gracias por lo de la otra vez. *

* ¿Qué cosa?. *

* Me llevaste a la enfermería. *

* Ah eso. Era lo único que podía hacer. . . fue mi culpa que cayeras. *


Kuchiki dobló las cejas. ¿Su culpa?. Ichigo fue el primero en llegar y auxiliarla.


* ¿De qué hablas?. *

* Si te hubiera ayudado con las carpetas, tu. . . *

* Ey, fue un accidente; no puedes ayudarme siempre. *


Le dijo ella con voz animada, pero el pelinaranja seguía cabizbajo.
Rukia quiso animar un poco las cosas y mencionó a Nelliel, creyendo que Ichigo sentía algo por la joven. Pero en cambio, él frunció el ceño con fastidio.


* Ella no es mi novia. *

*Pero se besaban. Creí que ella te gustaba.*


El Kurosaki negó con la cabeza. Nelliel era linda y buena persona, pero él solo la veía como amiga.


* Solo quería sacarme a otra mujer de la mente. *

* Ichigo, eso. . . ¡ es cruel !. *


Aunque el pelinaranja no dijo más por un rato, estaba de acuerdo con Rukia. Ese beso le dolió a él más que a nadie, porque quería que su profesora fuera la mujer entre sus brazos y ninguna otra. Lo sentía mucho por Nelliel.

El silencio se prolongó por varios minutos, hasta que el Kurosaki le pidió que detuviera el auto.


* ¿Ya llegamos a tu casa?. *

* No; está a unas seis calles. *

* Te llevaré, aún está lloviendo mucho y...*


Ichigo negó con la cabeza. No quería ni pensar en la reacción de su viejo si veía que una mujer lo llevaba a casa. Lo atosigaría con preguntas y luego le exigiría ser hombre y darle nietos.


* Es mejor así, créeme. Mi padre. . . es algo excéntrico. *


Rukia no insistió. Solo lamentaba que el chico siguiera mojándose bajo la lluvia. Apagó el motor para que el pelinaranja saliera, pero antes no pudo evitar el querer animarlo.


* Oye, espera. * _Le dijo, posando su pequeña mano en el hombro del joven al tiempo en que le sonreía con dulzura._ * No te rindas con esa chica, seguro que ella te corresponde. *


La pelinegra lo decía para darle ánimos al Kurosaki, sin saber las emociones que su suave tacto y la linda sonrisa que le dedicaba, le provocaba en ese momento.

Ichigo. . . no pudo resistirse, ya no quería ocultarlo. Solo podía ver frente a sí a la mujer que tanto deseaba, la única para él. . . y la besó. Tomó su lindo rostro entre sus manos y le plantó un apasionado y profundo beso que contenía todos sus sentimientos y deseo por ella.


Rukia abrió los ojos; sus pupilas desteñidas por la sorpresa. Ese jovencito, su propio estudiante. . . la besaba con ansias. Ella jamás lo esperó, nunca lo imaginó, pero ese beso. . .


""Me gusta. . . ¡ él me gusta !.""


Pensaba la ojivioleta, dejándose llevar por un momento. Le devolvió el beso al pelinaranja y se aferró al suéter de su uniforme. Cuando el beso terminó, sus rostros siguieron a milímetros del otro, mirándose. Las pupilas de la pelinegra estaban opacas por el deseo, entonces, lo escuchó. . .


* Me gustas, Rukia. ¡ Me gustas mucho !. *


Fue hasta entonces que ella reaccionó. En segundos comprendió la locura que había cometido.


* No, no puede ser. Ti, tienes que irte. *


Le dijo ella, alejándose del Kurosaki, quien la miraba confundido.


* ¿De qué hablas?. *

* No debiste besarme. *

* Tú me devolviste el beso !. *

* ¡ Fue un error !. *
_Rukia alzó la voz, dejando sin palabras al muchacho._ * Escucha, lo mejor es fingir que esto no pasó y. . . *

* Déjalo ya, Rukia. *


Ella alzó el rostro por primera vez desde que sus labios se separaron, encontrándose con la seria expresión del Kurosaki. En sus ojos, Rukia pudo ver la tristeza que lo envolvía.


* Ichigo, onegai, trata de entender. *

* Lo sé, no soy bueno para ti. *

* No es eso, yo no debo. . . soy tu profesora y. . . *

* Adiós, sensei. *


Ichigo estaba forcejeando con el cinturón de seguridad. Pero antes de que él dejase de mirarla, la pelinegra vio la profunda tristeza del joven. No quería ser ella el motivo de su dolor, no quería ni pensar si él era capaz de hacer alguna locura.


""Me duele verlo así.""


Con esto en mente, Rukia sujetó el brazo del pelinaranja, impidiéndole salir del auto.


* Matte, Ichigo. . . *

* No volveré a molestarte, Rukia. *


El Kurosaki trató de abrir la puerta, pero los seguros estaban puestos.


* Ichigo, mírame !. * _Kuchiki tomó con sus manos el rostro del joven._ * Si tan solo yo no fuera tu profesora... *


Tras aquellas palabras, la pelinegra atrajo el rostro del chico al de ella, besándolo con urgencia, queriendo borrar el hecho de haberlo lastimado.
El pelinaranja estaba confundido. Esa mujer estaba llena de contradicciones. . . primero lo rechazaba y luego lo besaba con pasión.


""No importa.""


Fue lo último que pensó el Kurosaki antes de cerrar los ojos y dejarse llevar; estrechando con fuerza a la mujer que lo besaba apasionadamente.


* Me encantas, Rukia !. *


Decía el joven entre besos, para luego sentar en sus piernas a la mujer. No quería dejar de besarla nunca.


La pelinegra se dejó llevar, olvidándose de quienes eran en realidad. Se posó sobre el pelinaranja, cada pierna a un costado de él, reteniéndolo en el asiento y siguió besándolo; su boca buscando la del chico y encontrándola, ansiosa por jugar con la de ella.
Todo mientras las manos de Kuchiki se aferraban a los cabellos naranjas, para luego acariciar el rostro del joven, acariciar su pecho y, finalmente, forcejear con el cinturón de Ichigo.


* Ru-Rukia !!. *


Susurró él, sorprendido, más la pelinegra lo calló con un nuevo beso; su lengua en la boca de él.

El Kurosaki se rindió gustoso ante la lengua de la pelinegra, quien después de algunos segundos, liberó la verga del muchacho, tomándola con su suave mano y acariciándola; primero con suavidad, luego con un poco más de ansiedad.


* Ah, Ru, Rukiahh !. *


Ichigo gimió ante el maravilloso toque de su profesora. Sus manos, más grandes que las de ella, se deslizaron hasta el trasero de Kuchiki, apretando con fuerza.
La pelinegra siguió acariciando el pene del muchacho, ahora con ambas manos. Masajeando y apretando los testículos mientras con la otra mano y acariciaba y frotaba la punta.


* Rukia, ahh !. *


Ichigo rompió el beso y jadeó el nombre de su profesora, escondiendo la cara en los pechos de ésta, cubiertos por la ropa, pero a través de la tela sentía la redondez y suavidad, así como los duros pezones.
Kuchiki no le dio tregua y siguió masturbándolo con maestría, dándole al joven un placer hasta ahora desconocido para él.


Las manos de la pelinegra no se detuvieron un solo instante y tallaron cada vez más rápido y fuerte la verga del pelinaranja, quien no pudo contenerse más.


* Ahh, Rukiaaahh !. *


Y tras un ronco gemido, acallado por los pechos de su profesora, Ichigo se vino en las manos de ésta.
El pelinaranja respiraba agitado, sorprendido, confundido. . . y feliz. Alzó el rostro, queriendo mirar a la mujer que lo había llevado al paraíso y fue recibido por los labios de ella en un beso profundo y apasionado.


* Rukia !. *


Al separarse, él se quedó embelesado con la mujer y su mirada opaca por la lujuria.
Lo que la pelinegra hizo después, jamás lo imaginó. . . ella seguía en trance, presa de la lujuria; se llevó los dedos, llenos de semen, a la boca y los lamió lentamente, saboreando, con los ojos fijos en los del Kurosaki.

Ichigo sintió un tirón en la verga, se pondría duro en un instante si no dejaba de ver como su profesora degustaba el semen que él había derramado en sus manos.


Rukia aún seguía a horcadas sobre el pelinaranja, así que bastó que él la sujetase de las caderas y la deslizara suavemente para que su pene rozara la vulva por encima de las bragas. Rukia gimió y sus ojos brillaron de placer. Pero fue ese contacto lo que la hizo reaccionar.


* N-no puede ser !. * _Susurró, horrorizada con la escena de la que era protagonista._ * ¡¿Qué he hecho?!. *


Decía una y otra vez mientras, como pudo, regresaba al asiento del conductor y trataba de acomodar sus ropas.
Ichigo la miró confundido. Hacía solo unos instantes aquella mujer lo había hecho su juguete sexual, lo que a él le encantó, y ahora se alejaba y le rehuía la mirada.


* Rukia. *

* Vete, Ichigo. *

* Rukia, mírame. *

* E-esto no debió pasar, olvídalo, yo. . . *

* Mírame, Rukia !. *


Insistió el pelinaranja, tomándola por los hombros y sacudiéndola ligeramente para obligarla a reaccionar y escucharlo.
Al mirar aquellos ojos miel y a su dueño, tan joven, Rukia se odió a si misma por dejarse llevar; dobló las cejas con pesar y de sus ojos brotaron lágrimas que se deslizaron por sus mejillas.


* Gomen ne, yo no debí, yo. . . soy una persona horrible !. *


El Kurosaki frunció el ceño, no le gustó lo que la pelinegra decía de sí. Y solo pudo besarla para que dejara de insultarse a sí misma. Fue un beso profundo, pero suave y hasta dulce, que logró que Rukia se relajara.
Al separarse, Ichigo la miró fijamente; una pequeña sonrisa fue lo que le regaló a su profesora.


* Jamás vuelvas a decir eso. . . eres la mujer más hermosa que he conocido. *

* Pe, pero yo. . . me aproveché de ti, yo. . . *

* No, no es así. Me hiciste el hombre más feliz de Karakura y no solo por el placer que me enseñaste. *


Kuchiki se sonrojó, recordando lo que le había hecho a ese chico.


* Ahora sé que no te soy indiferente y que sientes algo por mí. * _Mientras decía aquello, Ichigo se alejó de la ojivioleta y se acomodó las ropas._ * No me daré por vencido, enana. . . me gustas y quiero estar contigo. *


Tras aquellas palabras, Ichigo abrió la puerta y salió del auto; aun llovía, aunque no tan fuerte como antes.
La sonrisa, más amplia y feliz del pelinaranja, fue lo último que Rukia vio antes de que él cerrara la puerta del auto y se alejara, caminando bajo la lluvia.


La ojivioleta se quedó largo rato en el auto, tratando de serenarse pero fue en vano. Su corazón latía alocado, en parte, asustada y enojada consigo misma por lo que había hecho, pero. . . aunque tratase de negarlo, también estaba emocionada. Porque aunque no lo dijera, ella también quería estar con el pelinaranja.



Sin finalizar.

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No más sueños ni fantasías, llegó la realidad para el ichiruki. ¿Imaginaron que sería así? ^¬^ .
Ambos se resistieron, pero la atracción fue demasiada.

Y tras la atracción, hay sentimientos que ellos no pueden evitar ni borrar.
Ichigo ya aceptó esos sentimientos, solo falta que Rukia lo haga. . . y nada los podrá detener ^0^ .

_I LOVE ICHIRUKI_

~*~

Este fanfiction fue escrito por Maeda Ai.

Y es material de Fallen Angel

Si llegan a encontrar una historia similar a esta (con los mismos diálogos y situaciones), o con el nombre de otro autor(a), será sin mi consentimiento y por tanto un engaño.


Totalizado el 06 de Mayo de 2020.


maeda-ai@hotmail.com
La dama del Hentai: Maeda Ai.

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