||  BIJIN SENSEI   ||

     Por: Maeda Ai
. . . . . . . . . . .
                                   .:: Capítulo 9 ::.

------- ☆ ADVERTENCIA ☆ -------
Este fic contiene "relaciones NO APROPIADAS". Ésta es solo una historia ficticia, con personajes ficticios, que NO debe pasar más allá de la lectura.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . .


Las últimas dos semanas habían sido bastante difíciles. Ver a Ichigo en la escuela, recordar lo que habían hecho. . .


""Y la forma en que me mira.""


Rukia se estremeció con aquel pensamiento.
Lo peor es que habían solicitado su ayuda en un grupo de estudio en el que, por cierto, estaba el pelinaranja.

Ésta era la tercera reunión y ella estaba en la cafetería donde siempre se reunían; ansiosa, pues el Kurosaki no le quitaba la mirada de encima cuando estaban en el mismo lugar, la miraba en silencio, haciéndola estremecer porque estaba segura de que la desnudaba con la mirada. Y sentía como si él acariciara cada parte de su cuerpo con sus ojos miel.


* Hola, Rukia. ¿Esperaste mucho?. *


Kuchiki se estremeció al escuchar aquella voz. Frunció los labios y alzó el rostro; ante ella, el causante de su incomodidad y sentimiento de culpa.


* Llámame "sensei", te lo he dicho muchas veces. *

* No estamos en la escuela. *


Ichigo se sentó frente a la pelinegra; una sonrisa traviesa adornándole el rostro. Rukia sabía que él se traía algo entre manos.


* ¿Qué?.*

* Tatsuki me pidió que te avisara que algunos compañeros tenían cosas pendientes y que el grupo no podría reunirse hoy. *


Rukia torció sus pequeñas cejas al escucharlo.


* ¿Cuándo te lo dijo?. *

* Ayer. *

* Y por qué no me lo dijiste antes?. *


Le reprochó ella. Enfadada, tomó su bolsa para irse, pero el pelinaranja posó su mano sobre la de ella.


* Quería verte. * _Le dijo él. Ella se estremeció ante el toque de su mano._ * Tenerte solo para mí, sin compartirte con mis amigos. Ya sabes, en una cita. *


Rukia lo escuchó. ¿Por qué él le hacía las cosas tan difíciles?.
Una cita; ella también quería eso, para que negárselo a sí misma.


""Pero no puedo, no debo. . .""


Pensaba ella. El Kurosaki debió adivinar sus pensamientos, pues apretó más la mano de su profesora y le pidió que se quedara.


* Solo esta vez. . . dame una cita. *

* ¿Solo esta vez?. *


El pelinaranja afirmó con la cabeza. No volvería a presionarla, ni a seguirla.


* Me resignaré. *


Le dijo él. A Rukia no le gustó esa opción, aunque sabía que era lo mejor.


* Está bien, solo esta vez. *


Ichigo sonrió complacido.
Cuando se acercó una mesera, ambos pidieron café. Ella un frappé mientras que Ichigo quiso un capuchino y una rebanada de pastel para cada uno. Conversaron por un par de horas. Por primera vez en varias semanas, Rukia se sentía relajada en presencia de ese chico.


Y ella se preguntaba, ¿qué pensarían las personas en la cafetería?, ¿notarían la diferencia de edades?. Quizá no, Ichigo no llevaba el uniforme y ella iba vestida con unos jeans y una playera con estampados de chappy el conejo.


* Seguro creen que somos novios. *


Dijo él, adivinando lo que ella pensaba. Rukia se sonrojó y apartó la vista.


* Debo irme !. *


Susurró ella, levantándose y buscando en su bolsa para pagar la cuenta, más el Kurosaki se le adelantó.


* Que no se diga que no puedo invitarle un postre a la chica que me gusta. *


Tras esas palabras, Kuchiki se sonrojó aún más. Pero no dijo nada, solo se apresuró a la salida del local, con Ichigo siguiéndola de cerca.


* Voy contigo !. *


Dijo él. No fue una petición.


* Ichigo, no es adecuado, yo. . . *

* Oye, ¿de verdad me dejarás varado aquí con la lluvia que se avecina?. *


Preguntó él, fingiendo pesar.
La pelinegra vio las nubes negras que pronto descargarían una intensa lluvia; suspiró resignada.


""Sé muy bien que me arrepentiré por esto.""


Pensó ella, mientras caminaba hacia su auto.
Veinte minutos después, estaban estacionados donde aquella vez ambos perdieron el control y dejaron de ser profesora y alumno. Callados, Rukia incómoda mientras que el pelinaranja estaba ansioso. . . él no esperó más, posó su mano sobre la de Kuchiki.


* I-Ichigo, no !. . . *


La ojivioleta fue callada por un beso apasionado de aquel joven. La pelinegra trató de apartarse, pero el Kurosaki la atrajo más hacia sí, atrapándola entre sus brazos. Ella se rindió y enredó las manos en aquel cabello naranja que tanto le gustaba.

Cuando sus bocas se separaron, ambos respiraban agitados y miraban fijamente los ojos del otro. El corazón de Ichigo latió con alegría ante el brillo en los ojos violeta. Justo en ese instante, aquellos ojos le decían lo que Rukia sentía por él. No hicieron falta palabras que Ichigo sabía que ella no le diría. . . ella también quería estar con él y descubrir eso lo hizo feliz.


* Te veré luego. . . *

* Ichigo !. *

* No escaparás de mí, enana. *


Dicho esto, el Kurosaki salió del auto y se alejó caminando. Rukia frunció el ceño.


""¡Volvió a llamarme `enana´!.""
~*~
~*~
~*~

* Hola. . . ¡ te ves preciosa !. *


Rukia se sonrojó y se estremeció intensamente.
Apenas abrió la puerta poco después de sonar el timbre y fue "atacada" con esas palabras, sin mencionar al hombre que se las dedicaba.


""¿Por qué tiene que ser tan apuesto?.""


Se quejó ella en silencio.


* ¿Qué haces aquí?. *

* Quería verte y. . . *


El pelinaranja no terminó la frase, pues la ojivioleta lo arrastró al interior de su casa y cerró la puerta de un azotón.


* ¿Cómo supiste donde vivo?. *

* Me enviaron a la oficina del director, él salió por diez minutos, suficientes para buscar tu expediente y. . . *

* Ichigo, onegai, déjame en paz. *


La expresión del Kurosaki se tornó seria ante aquellas palabras.


* Te dije que no te librarías de mí. *

* Entiende que. . . *

* ¡ Me gustas !. . . y sé que yo te gusto. Es lo único que importa. *


Dijo el pelinaranja mientras se acercaba a la mujer, sin apartar la mirada de esos bellos ojos.

No hubo más palabras; Ichigo se inclinó y besó a su profesora, quien ya no pudo resistirse. El deseo que tenía por ese joven fue mucho más fuerte que la lógica y la moralidad.


""Eso y que él ha sido demasiado insistente.""


Pensaba ella, poco antes de que Ichigo la alzara en sus brazos y la llevara a la sala, donde la recostó en el sofá; él sobre ella, cubriéndola totalmente con su cuerpo para luego volver a besarla con toda la pasión contenida por tanto tiempo.


* No puedo dejar de pensar en ti. *


Le dijo él, entre besos, mientras sus grandes manos recorrían las curvas de Kuchiki a su antojo.

Deleitándose con esa linda figura, las manos del Kurosaki acariciaron y apretaron los pechos femeninos por encima de la blusa, la cual él desabotonó con urgencia, abriéndola y maravillándose con los senos envueltos en fino encaje. Aunque la lencería poco podía disimular los pezones ya duros.


Ichigo solo bajó las copas del sostén y por fin pudo ver los hermosos senos.
Era la primera vez que veía los senos de una mujer y sobra decir que le resultaban hermosos. . . y que su pene se puso duro en un instante.


El pelinaranja la miraba tan fijamente, que Rukia se sintió apenada y cruzó los brazos sobre sus pechos.


* Son pequeños. *

* ¡ Son hermosos !. *


Susurró, apartando con suavidad las manos de su profesora, endiosado con la imagen ante él.
Ya no pudo contra el impulso y deseo de besar los sonrosados pezones. Primero uno, lamiendo y mordiendo con suavidad, luego el otro, que succionó casi con necesidad.

La pelinegra se arqueó ante el placer que el chico le estaba provocando, pues la boca del pelinaranja se prendó de un sonrosado pezón, succionándolo con lujuria. Y luego, ella rodeó la cabeza del joven, manteniéndolo justo allí.
Le provocaba mucho placer que él la besara y la lamiera de aquella forma, que la idolatrara de esa manera.

Y el placer de Rukia incrementó cuando una de las manos del Kurosaki se deslizó debajo de su falda, acariciándola por encima de las braguitas.


* I, Ichigo !. *


Gimió ella; mucho más sorprendida cuando los dedos del joven hicieron a un lado las bragas y comenzaron a acariciar su vulva. Primero solo los labios externos, luego, presionando un poco hasta encontrar el clítoris y tallarlo con insistencia.

Rukia se estremeció ante aquellas caricias y se mordió el labio inferior, tratando de acallar los gemidos de placer. Pero la pelinegra ya no pudo controlarse cuando los dedos del chico dejaron el clítoris para luego hundirse en la vagina, acariciando la sensible piel interna.


* Ichigo !. *


Rukia gimió, llena de sorpresa y placer. Los dedos del joven entraban y salían de su vagina, simulando el acto sexual.


* Estás caliente !. . . y mojada !!. *


Le dijo él, al sentir la piel de la ojivioleta rodear sus dedos.
Y ella en verdad estaba muy mojada, lo estaba desde que él comenzó a besar sus pechos. Pero ahora. . .


""Dios, estoy muy excitada.""


Pensaba, mientras se arqueaba para que el contacto de los dedos del pelinaranja fuese más profundo.


* I-Ichigo. . . más, n-no pares !. *


Le pedía ella entre jadeos. Rukia se olvidó de todo y ya no le importó que el hombre que ella abrazaba con fuerza fuera más joven que ella, ni que fuese su alumno. Solo quería seguir así con él y seguir sintiendo ese placer.


""Quiero un orgasmo !.""


Pensaba, ya totalmente entregada a la situación.
La pelinegra onduló las caderas al ritmo en que los dedos de su compañero entraban y salían de su vagina. Y pronto, Rukia consiguió el orgasmo que tanto quería.


* Ichigooo, aahhh !!. . . *


Gritó, llena de gozo; su vagina apretándose con fuerza en torno a los dedos del Kurosaki quien respiraba agitado, tratando de controlarse y no venirse en ese momento ante la increíble imagen de su bella profesora atrapada bajo su cuerpo, con las ropas mal puestas, los ojos brillando intensamente. . . toda ella llena de placer.
Aquella era, sin duda, una escena que lo excitaba y llenaba de lujuria.


Se mantuvieron así por largo rato. Ella saciada y laxa, él aun excitado pero feliz, pues le encantaba lo que acaba de hacer con la pelinegra.


""Además se lo debía. La primera vez solo yo tuve placer.""


Pensaba él, recargado en los pechos de su profesora, quien esta vez no se arrepentía de nada. De hecho, una idea rondaba su mente con insistencia.


""Ichigo necesitará las llaves de esta casa.""


* Ru-Rukia !!. . . *


Susurró el Kurosaki, ansioso, cuando la mujer deslizó las manos por su cuerpo, hasta detenerse en el bulto bajo los pantalones.


* Creo que no puedo dejarte así. . . * _Le decía ella, al tiempo en que bajaba el zipper._ * Ahora yo te daré placer a ti. . . ¡ y haré que te corras !. *


Le dijo ella; su pequeña mano liberando el pene ya totalmente erecto.
Ichigo recordó la primera vez que se corrió en las manos de la ojivioleta. . . Y tembló, lleno de deseo y expectación.



Sin finalizar.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Ya no hay vuelta atrás.
Rukia siguió resistiéndose, pero Ichigo no se rindió y ahora nada los va a separar 0v0 .

Bueno, esto apenas comienza, aún no han llegado tan lejos y además tendrán que lidiar con muchos problemas debido a su relación prohibida.

_I LOVE ICHIRUKI_

~*~

Este fanfiction fue escrito por Maeda Ai.

Y es material de Fallen Angel

Si llegan a encontrar una historia similar a esta (con los mismos diálogos y situaciones), o con el nombre de otro autor(a), será sin mi consentimiento y por tanto un engaño.


Totalizado el 06 de Mayo de 2020.


maeda-ai@hotmail.com
La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*