Por:
Maeda Ai
. . . . . . . . . . .
.:: Capítulo 12 ::.
------- ☆ ADVERTENCIA ☆ -------
Este fic contiene "relaciones NO APROPIADAS". Ésta es solo una historia ficticia, con personajes ficticios, que NO debe pasar más allá de la lectura.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Ya llevaban varios meses sosteniendo aquella relación prohibida, pero lo cierto es que ambos, Ichigo y Rukia, disfrutaban mucho de la compañía del otro. Son. . . felices. Y no era solo el sexo, aunque justo en ese instante era lo púnico que ocupaba la mente de ambos.
Rukia bajó las escaleras, corriendo y riendo divertida mientras Ichigo la perseguía. El pelinaranja no solo estaba divirtiéndose, estaba feliz. Rukia trataba de escapar de él, pero el Kurosaki nunca la dejaría ir.
Ese juego comenzó en la habitación de la chica. Cuando el pelinaranja despertó, ella ya traía puesta su playera favorita, aquella de color blanco con franjas azules y rojas en el pecho. Kuchiki se veía tan hermosa, aunque la prenda era bastante grande para una mujer tan pequeña.
* Esa es mi playera. *
Le dijo él; una sonrisa de satisfacción en el rostro.
* ¿La quieres?. * _Preguntó la pelinegra; Ichigo tan solo asintió con la cabeza._
* Pues ven por ella. *
Y tras esas palabras, Rukia corrió fuera de la habitación. Entonces, Ichigo saltó de la cama, se puso los pantalones en tiempo record para perseguir a su novia. ¿Quién diría que una chica tan pequeña podía correr tan rápido?.
El pelinaranja finalmente la atrapó, alzándola en sus brazos, lo que provocó que ella riera divertida, una risa contagiosa. El Kurosaki la llevó hasta el sofá, donde la recostó suavemente.
* Ahora sí, enana... devuélveme esa playera!.*
Le dijo juguetón mientras su mano se colaba bajo la prenda. Los ojos de Ichigo se destiñeron por la sorpresa. . .
""No trae bragas !!.""
Pensó. En su rostro, una sonrisa traviesa y de puro deleite. No esperaba que Rukia no llevara nada bajo la playera, pero agradecía el detalle. Así, sus manos no encontraron obstáculo para jugar con el sexo de su profesora.
Ichigo acarició los labios exteriores un par de segundos antes de deslizarse hasta encontrar el clítoris, todavía escondido. La ojivioleta dio un respingo con el primer contacto de los dedos del pelinaranja sobre el botoncito de placer, y se arqueó cuando las caricias se hicieron más rápidas.
El clítoris se hinchó por el estímulo y ella supo que pronto se liberaría el placer contenido.
* Mírame !. * _Le habló él mientras ella, con los ojos cerrados, disfrutaba de la magia que le hacía con los dedos._
* ¡ Mírame, Rukia !. *
Ante la insistencia, la joven alzó el rostro y fijó la mirada en el apuesto hombre; su expresión tan seria, quizá concentrado en lo que hacía, pero sus ojos miel brillaban y la miraban solo a ella.
* ¡ Quiero ver como te corres !. *
Le dijo muy serio, aunque un ligero rubor le cubría las mejillas. Rukia pensó que, a pesar de su tono exigente, Ichigo se veía muy lindo.
Los ojos de Rukia se quedaron magnetizados a los del Kurosaki mientras él seguía tallándole el clítoris con los dedos. Esto, en combinación con la forma en que la miraba, hizo que Kuchiki no pudiese contenerse más. . .
* ¡¡ Oh, Ichigooo !!. . . *
Y se corrió en la mano del pelinaranja.
Kuchiki hizo todo lo posible por no cerrar los ojos mientras el gozo se liberaba de su clítoris y la recorría entera, haciéndola estremecer bajo el cuerpo del chico. Aun así, ella cerró los ojos, abandonándose al placer, regalándole una imagen muy erótica a su alumno, quien se había puesto todavía más duro.
Cuando la pelinegra dejó de temblar, Ichigo seguía llenándose los ojos con la sensual imagen de mujer.
Y él, tan solo tuvo que deslizar los dedos ligeramente y estos entraron en la vagina de la ojivioleta, quien se arqueó ante la invasión... dos dedos en su resbaladizo interior, inmóviles al principio, juguetones, entrando y saliendo poco después. Y Rukia retorciéndose bajo el cuerpo del Kurosaki, complacida con los movimientos de aquellos dedos traviesos.
* I-Ichigo !!. . . onegai !. *
Le rogó ella con una voz incitante, melosa y quizás fingidamente infantil. Una voz que en otro momento le desagradaría al pelinaranja, pero que en el calor del sexo, lo excitaba. . . mucho !.
Ichigo tampoco podía esperar más. Sacó los dedos del sexo de su profesora, dispuesto a reemplazarlos con su pene. No había ningún otro pensamiento en su mente, tan solo hundirse en el cálido interior de la pelinegra. Y estaba a punto de hacerlo, cuando Rukia cerró las piernas. . .
* Matte !. *
La voz de la mujer sonó ligeramente alarmada. Ichigo experimentó la sensación del rechazo; acababan de negarle la entrada al paraíso. Él miró los hermosos ojos de la pelinegra, buscando una razón.
* ¿Qué pasa, enana?. *
* ¡ El condón !. *
Le dijo ella; un lindo puchero adornándole el rostro. ¿Sabría ella que esa expresión la hacía ver tan condenadamente sexy?.
El Kurosaki no podía esperar más, necesitaba penetrarla ya. . . y se lo dijo. . .
* Olvídalo !, ya no puedo. . . *
* Ichigo !. . . onegai. *
Cuando el muchacho estuvo dispuesto a abstenerse de la funda de látex, Rukia lo hizo volver a la realidad. Con mirada decidida y voz suplicante, Kuchiki acarició la mejilla se su alumno, delineando el ceño, mucho más marcado en ese momento.
El pelinaranja suspiró; no podía negarle nada a esa mujer, mucho menos cuando era él quien estaba actuando de forma irresponsable. Entender y aceptar que tenía que actuar con responsabilidad era una cosa. . . pero eso no evitaba la enorme frustración que lo embargaba en ese momento.
* Están arriba, en tu habitación. *
Aquel fue el último intento de Ichigo para que Rukia se olvidase del condón.
* ¡ Ve por ellos !. *
No lo logró. Con los dientes fuertemente apretados, el Kurosaki subió las escaleras. Lo hacía sin prisa; la frustración y el enojo sofocando toda la excitación que lo había dominado.
Cuando ya regresaba, bajando los tres o cuatro últimos escalones, escuchó la voz de su profesora.
* Ichigo. . . hayaku. *
Y su tono meloso fue suficiente para reavivar la lujuria que se había ido extinguiendo en su búsqueda por los condones.
Ella lo llamaba, impaciente, apresurándolo. . . porque ella también lo necesitaba. Ansiaba tenerlo dentro suyo, retenerlo y no dejarlo escapar hasta que la hiciera venirse.
Ichigo llegó a la sala. La imagen de Rukia en el sofá, masturbándose mientras lo llamaba, lo hizo endurecerse de nuevo. Una erección dolorosa, que el chico pensó que no necesitaría siquiera tocar a Rukia para venirse.
""Pero quiero tocarla.""
Ante aquel pensamiento, el Kurosaki se acercó un poco más. La mirada fina en su profesora, quien le dedicó la más deliciosa e excitante de las bienvenidas. . . Rukia separó las piernas, mostrándole sin pudor su sexo, que escurría fluido de tan excitada que estaba.
Ichigo tragó saliva. La enana no era tímida, pero nunca se había comportado tan desinhibida.
""Debe estar tan impaciente como yo.""
Pensó el chico, quien, con la mirada fija en la línea vaginal de Kuchiki, se puso el condón y prácticamente se lanzó sobre la mujer.
Sosteniéndole las piernas lo más separadas posible, él la penetró de una sola embestida. Rukia gritó ante la fuerza y rapidez de aquella estocada mientras Ichigo rugió de gozo, pues, por fin, estaba dentro de aquel pequeño y cálido espacio. . . tan suave, tan apretado.
El pelinaranja quedó ligeramente aturdido por el placer que aumentó al hundirse en la pelinegra.
Pero no esperó más. . . apenas segundos después, Ichigo movía las caderas con toda la desesperación que sentía, clavando su verga en el deliciosamente apretado interior de la ojivioleta, quien lo recibía con la misma desesperación. . . o quizá más, porque ella lanzaba las caderas al encuentro de ese hombre. Cada vez que él parecía sacar su pene, ella alzaba la pelvis, buscándolo, para que aquel maravilloso pedazo de carne viva y dura no saliese de ella.
* Más, más !. . . Ichigo, dame más !!. *
Le decía ella con voz excitante. Y el Kurosaki, gustoso, la complacía.
* Cla, claro, enana. M-mi pene y yo somos. . . todos tuyos !, ahh !!. *
Rukia sonrió complacida, una sonrisa que, aun en medio de tanta lujuria, derritió de amor al muchacho.
* Míos !, míos !!. *
Susurró ella, tomando el rostro del pelinaranja con sus suaves manos y acercándolo para unir sus bocas en un beso. Un beso en el que sus lenguas pronto se enredaban entre ellas, simulando el ir y venir de sus sexos.
El placer se fue incrementando con cada penetración, con cada roce del pene con el apretado interior de la mujer. Y mantuvieron el beso hasta que el esfuerzo les exigió más aire. También las embestidas se tornaron más fuertes y rápidas.
Fue cuando Rukia se dejó envolver por el éxtasis; arqueando su hermoso cuerpo mientras intensas contracciones retenían y estimulaban el pene del Kurosaki.
Ichigo hizo un gran esfuerzo por soportar la tortura y logró darle a Rukia dos. . . tres embestidas más antes de ser vencido por las pulsaciones de su vagina, que lo exprimía con fuerza, como si quisiera arrancarle, no solo el semen, sino la verga entera.
* Ahh, Rukiaaa !!. . . *
Gritó el joven mientras se venía.
Y aunque esos segundos los disfrutó muchísimo, no pudo dejar de pensar que en ese instante podría estar vaciándose en el interior de su profesora y no en el maldito condón.
Minutos después, con la respiración ya relajada, el pelinaranja salió del sexo de la mujer, se quitó el condón, le hizo un nudo y lo arrojó en algún lugar de la estancia. Todo, mientras Ichigo seguía rechazando el condón. Sabía que no debía pensar así pero. . .
""Añoro hacerle el amor sin ninguna barrera entre su piel y la mía.""
Era su deseo egoísta.
El Kurosaki buscó los labios de la pelinegra, consciente de que, tenerla y hacerle el amor era mucho más de lo que imaginó posible. Por su parte, Rukia sabía que era lo que le molestaba al pelinaranja.
* Gomen !. * _Le susurró ella, desnuda y pequeña bajo el cuerpo, más grande y fuerte, del muchacho. Y lo miraba apenada. . . casi triste, como si temiera estarle fallando._
* Pero los condones son. . . necesarios. *
Las pupilas del chico se destiñeron. Ella lo miraba a los ojos de una forma tan tranquila y dulce. . . Ichigo se sintió como un maldito bastardo. ¿Quién era él para exigirle no usar condón?. . . ¿quién era él para hacerla sentir culpable?.
""No la merezco !.""
Pensó, besándola en la frente.
* Gomen. . . te deseo tanto que me dejé llevar. *
Le dijo, logrando que la mujer le sonriera agradecida.
Kurosaki se sintió aún más culpable. Y supo en ese instante que si Rukia así lo decidía, nunca tendrían sexo sin condón. Era algo que él entendía. . . y lo entristecía al mismo tiempo.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Me gustó el juego de la playera, que por cierto, ella nunca se quitó 0v0 .
Fue gracioso que Ichigo fuese, sin ganas, a buscar el condón. Pero fue recompensado al volver ^/^ .
El tema de los condones volverá a surgir con el ichiruki ^^´ .
_I LOVE ICHIRUKI_
~*~
Este fanfiction fue escrito por Maeda Ai.
Y es material de Fallen Angel
Si llegan a encontrar una historia similar a esta (con los mismos diálogos y situaciones), o con el nombre de otro autor(a), será sin mi consentimiento y por tanto un engaño.
Totalizado el 06 de Mayo de 2020.
maeda-ai@hotmail.com
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*