Por:
Maeda Ai
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Lágrimas rodaron por las suaves mejillas de la pelinegra al apretar los ojos para soportar el dolor y la humillación de sentir la verga de ese bastardo. . . entrando en ella otra vez, marcándola.
""¡ No lo soporto !.""
Se decía una vez más la joven de ojos violeta.
Aun recordaba la desesperación en la voz de Ichigo; la impotencia reflejada en sus ojos al no ser capaz de mover un solo dedo e impedir que Grimmjow se la llevara a Hueco mundo tras herirla al intentar protegerlo.
Y desde entonces, lejos de Karakura, Rukia había tenido que soportar esto. Sin su zanpakuto, no pudo evitar que ese Arrancar la forzara una y otra vez.
No era contrincante para ese hombre, él ni siquiera tenía que usar su reiatsu. . . no lo necesitaba para someter a una simple humana.
* Toma, pequeña Rukia !, ahh !!. . . *
La chica apretó los dientes.
No era dolor físico, ese solo lo sintió la primera vez. Al menos, el peliazul no le hacía daño físicamente y Rukia se consolaba con eso. Lo que le dolía era el orgullo y más aún. . . cuando ella disfrutaba tanto lo que él le hacía.
* Grim, Grimmjow, no más, ahh, por favor... si sigues, y-yo, yo. . . *
* ¡ Te correrás !, lo sé, preciosa; me encanta cuando te corres. Hazlo ahora !. . . ¡ córrete para mí !. *
La joven se mordió el labio inferior poco antes de enterrar la cara en la almohada mientras su lindo trasero respingón se alzaba a la espera de las fuertes y vigorosas embestidas de su carcelero.
* Dilo, shinigami. . . que lo deseas !, que quieres más !. *
Las palabras de Grimmjow le resultaban cada vez más tentadoras y pronto ella terminaría por complacerlo.
Hasta ahora, Rukia había resistido la tentación de rogarle por más. . . pero el placer era cada vez mayor y ella se estaba enviciando con ese hombre; necesitando más y más de él, de su forma de poseerla. . .
""Más de su pene. . . quiero más dentro de mí !.""
Pensaba la joven, ya al borde del éxtasis.
Y después, sin ella esperarlo, el hombre se detuvo, dejando sorprendida y decepcionada a la pelinegra.
* ¿P-por qué?, ahh !. *
Rukia quería saber qué pasaba, qué lo hizo detenerse cuando ella estaba a punto de correrse. . . pero el maldito le clavó el pene una sola vez. . . callándola, provocándola.
* ¿Qué pasa, shinigami?, ¿quieres más de esto?, ehh?. * _Le cuestionaba, volviendo a embestirla._ * Tal vez siga cogiéndote. . . si me lo pides como es debido. *
Los ojos de Kuchiki se destiñeron. Estaba furiosa. . . pero la barra de carne, dura y caliente, aun inmóvil dentro suyo se sentía tan bien. Tanto, que la estaba haciendo considerar la posibilidad de rogarle a ese bastardo para que se la cogiera.
* Y bien, shinigami. . . ¿quieres más o tal vez... debamos dejarlo para otra ocasión?. *
Mientras decía aquello, Grimmjow sacaba lentamente su pene de la vagina de su prisionera. Ella no lo pudo soportar más. . .
* ¡ No, no lo saques !. . . quiero, quiero. . . *
* Sí?. *
* ¡ Lo quiero todo !. Métemelo !, métemelo ya !!. *
Gritó ella, excitada y prácticamente llorando de desesperación.
Para su deleite, Grimmjow la complació al clavarle por completo su verga. Satisfecho, porque por fin había corrompido a la pequeña shinigami, la había vencido totalmente.
""Y ahora es y será mía. . . ¡ solo mía !.""
Pensaba el peliazul, al tiempo en que metía y sacaba su pene del mojado y cálido interior de la chica. Era tan cómoda; podría quedarse clavado en ella por el resto de su vida.
* Ah, ¿esto querías no, Rukia?, pues toma !, ahh !, toma !!. . . *
La chica estaba tan excitada que los fluidos de su sexo escurrían en abundancia entre sus muslos.
Aun cuando habían tenido sexo varias veces, de cierta forma ésta era diferente y especial; más salvaje, más intensa. . . y Rukia ya totalmente entregada.
Las estocadas se tornaron más bruscas y desesperadas, tanto que la pelinegra pronto se halló gritando de placer ante el orgasmo que estremeció todo su cuerpo.
* Sí, oh, sí, sí, ahh !... m-máss !!, oohh !!... *
Rukia se arqueó y restregó aún más su sexo con el de su amante, quien disfrutaba de las fuertes e interminables contracciones del sexo de su compañera. Siguió penetrándola hasta que no pudo soportar como la vagina se iba haciendo más estrecha y terminó eyaculando en el interior de la joven.
* Oh, toma shinigami !, todo para ti !, aahhh !!. . . *
Grimmjow rugió de placer mientras se vaciaba en ella, cuyo interior parecía exprimirlo sin piedad y con desesperación.
Sin poder cerrar los labios y con la lengua ligeramente fuera, Rukia se abandonó a ese adictivo placer de sentir al Arrancar dentro suyo.
La joven colapsó sobre la cama, sus caderas elevadas, aun recibiendo la interminable venida de su amante, quien pretendía mantener esa posición de triunfo y superioridad.
Una Rukia sumisa, con su verga bien clavada y disfrutando de ésta, sin poder ya vivir sin ella.
Grimmjow se preguntó si Kurosaki Ichigo imaginaba lo que él había estado haciendo con esa bella shinigami desde que la arrastró a Hueco mundo.
Algo que ese sustituto nunca sería capaz de lograr. . . disfrutar de esa mujer y hacerla disfrutar a ella.
""Y someterla, incluso convertirla en mí esclava. . . mi esclava sexual.""
Con esto en mente, Grimmjow empujó su verga un poco más, aun viniéndose. . .