|| SINS ||

     Por: Maeda Ai
. . . . . . . . . . .



* Tu cena. *


El pelinaranja dejó el plató sobre el escritorio. Rukia no dijo nada; sentada dentro del closet, miraba el suelo en silencio.


* ¿Rukia?. * _No hubo respuesta._ * Oye, enana, ¿qué te pasa?, ¿Por qué estás tan. . . rara? *


Las preguntas de Ichigo solo recibieron silencio.
Frustrado, Kurosaki le dio la espalda a la shinigami, decidido a ignorarla él también.


""Estoy demasiado cansado como para tratar de entender su extraño compor. . .""


Los pensamientos del chico cesaron de golpe, pues su mente quedó en blanco al sentir como Kuchiki se pegaba a su espalda.
Las pupilas miel lucían descoloridas ante la sorpresa, esto sumado a las mejillas encendidas en carmín, hacían del rostro de Ichigo todo un caso.


* Ru, Rukia !. *

* Gomen nasai !. *


El pelinaranja no sabía a qué venían esas palabras, y aunque así fuera, el cálido cuerpo de su compañera lo distraía al punto de idiotizarlo. Ichigo era demasiado consciente de los pequeños pechos apretándose contra su espalda.

Su manzana de adán subía y bajaba pues al tratar de calmarse, tragó saliva varias veces


* Ese Menos Grande casi te mata. Todo es mi culpa, si yo no hubiera entrado en tu vida, tu no tendrías. . . *


Ahora fue el turno de la pelinegra para que sus palabras dejasen de fluir. Ichigo se giró sorpresivamente, atrapándola entre sus brazos.


""Si tú no hubieras entrado en mi vida. . . ésta seguiría estando vacía.""


Pensaba el shinigami. El escalofrío que lo recorrió al imaginar aquello lo hizo buscar más cercanía con la ojivioleta.
Suavemente, con miedo y torpeza, el chico inclinó el rostro hasta posar sus labios sobre los de Rukia. La sensación fue tan increíble, como cientos de fuegos artificiales mientras un delicioso cosquilleo lo recorría.


* Rukia. *


Estrechando con más firmeza a la shinigami, el pelinaranja respiraba agitado, muy cerca de los labios de la chica, ante la oleada de nuevas sensaciones.


Sus miradas se encontraron; miel y violeta diciéndolo todo sin necesidad de palabras. Puede que Ichigo tan solo fuese un adolescente, pero era muy maduro para su edad. Quizás por la experiencia de su madre, las constantes peleas con otros tipos, su habilidad para ver espíritus, o quizás por la gran responsabilidad y riesgo al ahora ser un shinigami. Lo cierto es que Rukia no lo veía como un simple jovencito, ni él se comportaba como uno. . . no se sentía como tal.

Y precisamente por ello, las manos de Kurosaki viajaron suave y superficialmente por los brazos de la pelinegra, acariciándola como si le pidiese permiso, como si tratase de prolongar el momento.

Fue Rukia quien se paró de puntitas y, apoyándose en los brazos del joven, se estiró un poco, tratando de alcanzar los labios del chico. ¡ Le estaba pidiendo un beso !.
Kurosaki no lo pensó más, se inclinó hasta que su boca se unió a la de la pelinegra y luego. . . fue como un festival, hasta podía jurar que oía y veía los fuegos artificiales mientras él estrechaba cada vez más fuerte a la chica.

Sin dejar de besarla, Ichigo guio a la shinigami hasta la cama, empujándola con suavidad hasta recostarla. Cuando dejó sus labios, los ojos del pelinaranja se clavaron en los hermosos ojos violetas. . . tantas emociones, tantos sentimientos. Ichigo supo, en ese instante, que jamás habría otra chica.

No fue solo el instinto o el deseo lo que lo llevó a arrancar la blusa escolar con sus manos, o que estas, ansiosas, se aventuraran a palpar los pequeños pechos protegidos tan solo por el sostén de encaje blanco.


* I, Ichigo !. *


Rukia gimió entre sorprendida y agradada, pues el pelinaranja había reemplazado las manos por sus labios, desplegando besos llenos de sentimientos, pero también lamiendo con lujuria toda la piel que estaba a su alcance. Hubo un instante en que la boca de Kurosaki se prendó del pezón izquierdo, succionándolo con dedicación y suavidad.


* Ma-matte !!. . . mmm !. *


Kuchiki se arqueó, ofreciéndose por completo a la ávida boca de su compañero, al tiempo en que este succionaba el otro pezón.
La shinigami dejó que Ichigo hiciera todo lo que él quisiera. Era un deleite verlo prendado de sus senos, besando, mordiendo ligeramente y deslizado la lengua por los rosados pezones, para luego mirarlos como si fuesen algo muy especial.


* Creo que estoy fascinado con tus senos. *


Kurosaki susurró aquellas palabras, como si leyera la mente de la pelinegra.


* Baka !. *

* ¿Por qué?. . . ¡ son hermosos !. *


Rukia frunció el ceño, no muy conforme con la afirmación de su sustituto.


* No es cierto. *

* Ah, no?. . . entonces, ¿por qué estoy así, eh?. *


En ese momento, el pelinaranja frotó su pene erecto contra la intimidad femenina, que aún estaba protegida por las braguitas blancas. Kuchiki giró el rostro y se mordió el labio, no podía ser que aquel simple roce la hiciera vibrar de aquel modo.

Aprovechando que la ojivioleta disfrutaba de aquel pequeño placer, Ichigo se deshizo de sus propias ropas. Cuando toda prenda había sido arrojada al otro extremo de la habitación, Kurosaki abrazó a la chica, quien con aquel contacto, pareció salir de su ensimismamiento.


* I, Ichigo, qué. . .? *

* Shuu. . . no digas nada, solo. . . ¡ solo quédate conmigo !. *


Las palabras del pelinaranja fueron, sin querer, una carga más para la ojivioleta.


""Ese es el problema. . . no podré quedarme aquí, contigo.""


Pensaba ella, triste, aunque trataba de ocultarlo.
Luego, Ichigo la besó con ansias, con tanto cariño, que Rukia no pudo seguir resistiéndose. Quería estar con él, quería quedarse con este momento y guardarlo como recuerdo.

Kuchiki le correspondió los besos con la misma intensidad, con el mismo deseo, entrelazando su lengua con la del pelinaranja y estremeciéndose con las sensaciones de las manos masculinas yendo y viniendo por todo su cuerpo, acariciando y estrujando cada vez con más pasión y ansiedad.


* Ichigo, ahhh !. . . *


La pelinegra gimió y se arqueó cuando el chico hizo a un lado las bragas y comenzó a acariciar la vulva, pasando el dedo índice superficialmente pro la hendidura vaginal para luego hundir suavemente el dedo en el sexo femenino, encontrándolo suave y caliente. . . mojado.


* Ru, Rukia !. *


Kurosaki sintió como su pene se endurecía más con tan solo acariciar a su compañera.
Otro dedo se unió al primero mientras el chico mantenía los ojos fijos en el rostro de la shinigami, en su expresión llena de placer, que eran su guía en su intento de complacerla. Cuando la sintió temblar y su vagina cerrarse en torno a sus dedos, el pelinaranja supo que no podría soportar por más tiempo.


""Necesito hundirme en ella. . . ya !!.""


Con este pensamiento, Ichigo se acomodó entre las piernas de la ojivioleta. Nervioso, porque ésta es la primera vez que está con una mujer y no era una simple mujer. . .


""¡ Es la chica de la que estoy enamorado !.""


Pensaba Ichigo, aceptando ante sí mismo sus sentimientos por Kuchiki.
No quería defraudarla, no quería lastimarla. Solo quería hacerla suya, hacerla gozar una y otra vez. . . hacerla feliz.


* I-Ichii. . . * _El joven alzó la mirada, encontrándose con los hermosos y brillantes ojos violeta._ * Apresúrate, ¡ te necesito !. *


Kurosaki no pudo esperar más, él también la necesitaba.
Ichigo guio su pene a la entrada femenina, atento a como la punta se perdía en el cálido interior de la pelinegra.


* Ahh, Rukia !. *


El pelinaranja se mordió el labio; la penetraba lentamente, disfrutando de cada centímetro que su miembro avanzaba en la vagina de la shinigami.
Sintió un suave obstáculo en su avance; su mirada se cruzó con la de Rukia.


* ¡ Hazlo !. *


Susurró ella, y como si fuera una orden, Ichigo se hundió totalmente. . . ambos jadearon al sentirse.
El chico se arqueó al sentir como la punta de su pene tocaba la entrada del útero; ¡ era increíble !.

Mientras tanto, Rukia se estremeció ante el ardor que recorrió su interior, aunque la sensación se desvaneció rápidamente, en especial cuando el pelinaranja comenzó a moverse, empujando la pelvis atrás y adelante, buscando desesperadamente más y más de aquella caricia entre su pene y el sedoso interior de la ojivioleta. . . más de aquella calidez, más del ajustado lugar que lo recibía.


* Ichigo, Ichigo. . . ¡ más !. *


Y él se movía cada vez más rápido, solo pensando en complacerla, pero también deleitándose con su unión con esa mujer.


* E-enana, yo !. . . *


Kurosaki apretó los dientes. El placer era cada vez más intenso, pero tampoco era capaz de decirle a Rukia todas las emociones que ella despertaba en él.
Y él prefirió concentrarse en el delicioso sexo de Kuchiki, que se hacía más y más estrecho.

Rukia sentía un cosquilleo en su vagina, que se volvía más intenso cada vez que el pelinaranja la penetraba. El cosquilleo se volvió insoportable y se extendió por todo su sexo, volviéndose un orgasmo increíble que recorrió la pequeña figura de Rukia, quien gritó el nombre de su compañero. . .


* Oh, Ichi. . . Ichigooo !!. *


La mujer se arqueó ante el intenso placer. Y después de un par de embestidas más, las fuertes contracciones que aferraban la verga de Kurosaki lo orillaron hacia su propio éxtasis.


* Rukiaaahh !!. . . *


Ichigo rugió de placer, mientras cerraba los ojos y, complacido, se vaciaba en el suave interior de su enana.


* Oh, Ichigo !. . . e-eso fue. . . *


Aun respirando agitada, Rukia no sabía cómo describir una experiencia tan maravillosa.
Sin fuerzas, solo pudo recibir al chico entre sus brazos para compartir tranquilos y largos besos, mientras el sustituto seguía clavado en ella y su semen aun escurriendo entre sus piernas.

Más tarde, yacían aun abrazados, aunque ya sin la unión de sus sexos.
Acomodado sobre los pechos de Kuchiki, quien acariciaba los cabellos naranja, Ichigo pensaba. . . que le gustaba mucho estar así con la pelinegra, que le encantaba como eran las cosas en ese momento.

Rukia había llegado una noche, lo había salvado a él y a su familia, le había dado el poder de proteger a todos. . . y ahora le regalaba un increíble placer.


""Era virgen."" _Recordó él, preguntándose por qué ella no había estado con otro hombre._ ""¿Esperó por mi más de cien años?.""


Kurosaki sonrió ante aquel pensamiento un tanto loco, pero le gustaba.

Por su parte, Rukia pensaba en todas las reglas que había roto desde que llegó al mundo material. . . darle sus poderes a un humano fue solo el inicio. . . usar un gigai, negociar con un desterrado del Seireitei como Urahara, ocultar una Kaizo Konpaku. Y ahora acababa de añadir el pecado más grande para un shinigami. . .


""Hacer el amor con un humano.""


Suspiró. No había vuelta atrás. . . y tampoco se arrepentía. Pagará con gusto la sentencia que le impongan por estar una sola vez con Ichigo.


* Te hablo, enana. *

* ¿Qué?. *

* Te preguntaba por Kon. Me sorprende que no esté aquí molestando o chillando porque le quité a su querida nee-san. *


Rukia sonrió. Había encontrado el lugar perfecto para ese peluche.
Kurosaki volvió a ponerse duro ante la sonrisa de Kuchiki. Ella lo notó y se sonrojó.


* I, Ichigo !, no me digas que. . . *

* ¡ Te deseo, Rukia !. *

* Pero. . . *


El joven la silenció con un beso mientras volvía a acomodarse entre las piernas de la ojivioleta. Ella no se resistió. . . quería disfrutar de la vida humana antes de que vinieran por ella.


""Solo quiero estar con Ichigo, hacer el amor con él. . . al menos una vez más.""


Pensaba ella, recibiendo dentro suyo, otra vez, el miembro viril de Kurosaki, al tiempo en que desplazaba a lo más profundo de su mente, la certeza de que solo le quedaba una o dos noches más en el mundo humano. . .

Pronto vendrían por ella para llevarla de vuelta al Seireitei y jamás volvería a estar con Ichigo. Solo esperaba poder proteger al pelinaranja del castigo por los pecados que ella había cometido.

Enamorarse de un mortal, entregarse a él, era un pecado imperdonable y, sin embargo, en ese momento Rukia era muy, muy feliz. . . como nunca antes.



Finalizado.

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Me tardé muchos años en terminarlo, más que nada porque se quedó cinco años estancado ¬¬' .

Siempre quise escribir un fic del primer arco, el mejor de Bleach ^v^ .

Siempre hubo un lazo especial entre ellos, pero era en esta etapa en que era demasiado notorio. Todos los compañeros de la escuela lo notaron ¬¬' . Que Ichigo y Rukia siempre estaban juntos.

Podríamos decir que en este fic, el ichiruki tiene un momento especial para amarse y despedirse antes de que se lleven a Rukia ;-; .

Por cierto, ¿dónde está Kon?.
Atrás de la taza del baño 0w0 .

_I LOVE ICHIRUKI_

~*~

Este fanfiction fue escrito por Maeda Ai.

Y es material de Paradise

Si llegan a encontrar una historia similar a esta (con los mismos diálogos y situaciones), o con el nombre de otro autor(a), será sin mi consentimiento y por tanto un engaño.


Totalizado el 12 de Mayo de 2020.


La dama del Hentai: Maeda Ai

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