CON ARDIENTE E INSOPORTABLE CALOR

     Por: Maeda Ai
. . . . . . . . . . .



Rukia abrió los ojos con pereza y se sentó, con dificultad, en el futón que acomodó en el closet del pelinaranja.
Dejó caer la cabeza sobre la almohada. . . otra vez. No, definitivamente hoy no iría a la escuela, mucho menos a combatir hollows. Ichigo tendría que hacerse cargo por sí solo.


* Fiebre. *


Susurró para sí, enfadada; apenas tenía una semana en el mundo humano y ya se había enfermado.


""Por eso odio que los gigai sean tan parecidos a los cuerpos humanos.""


Pensó la joven, inconforme con la fragilidad y sensibilidad de ambos. Pero al menos podía disfrutar de un día sin peleas con hollows.

Kuchiki cerró los ojos, desconectándose de todo el mundo a su alrededor. . . estaba tan cansada, el cuerpo le pesaba y ni que decir de los parpados.
Pero algo pasaba allá afuera, lo sentía y vaya que lo sentía. . . era extraño, sofocante, pero se negaba a abrir los ojos. Estas sensaciones, ¿no sería un sueño?.


* Aahh, mmm. . . *


Rukia soltó un suave gemido, mismo que la asustó y la ayudó a por fin abrir los ojos. Lo que vio la dejó más que sorprendida.


* ¿Q-qué haces?. * _Alcanzó a susurrar._ * Ichi. . . ¿Ichigo?. *


Y ahí estaba ella, asustada, no por la presencia de su sustituto, sino más bien por lo que este estaba haciendo con ella. La besaba, la tocaba tan lascivamente, tan lleno de lujuria, que la asustaba.
Sus manos la recorrían por encima de la pijama, apretando por aquí, por allá, pero siempre volvía a la que parecía ser la parte que de ella más le gustaba. . . sus senos.


* Ahh, ya-yamete, mmm !. . . *


La joven cerró los ojos con fuerza, tratando de reprimir un gemido.


* Solo relájate, te gustará. *


Fue lo único que Ichigo se dignó a decirle. Estaba tan concentrado, su mano se coló bajo el pantalón del pijama y la ropa interior, explorando, acariciando y, aunque Rukia quisiera negarlo, brindándole placer.


""Ahh, ¿qué me pasa?, debería patear a esta fresa pervertida, pero. . . la verdad es que estoy disfrutando mucho. . .""


Los pensamientos comenzaron a atormentar a la chica mientras, suplicante, miraba al techo del closet, cómo si este fuese a responder.
Respiró agitada. . .


* Oh, dios !, aahhh !. . . *


Cuando Ichigo frotó el hinchado clítoris hasta dominarla de placer, la joven arqueó su frágil cuerpo, entregándose al gozo que él le estaba imponiendo. La pelinegra se relajó aun disfrutando de las caricias del muchacho sobre su sensible sexo que parecía querer abrirse para él.


* I, Ichigo. . . ya basta, mmm !!. . . *


Los labios de la chica formaron una súplica, más estos fueron sellados por la ardiente y excitante boca del pelinaranja, quien empezó a despojarla de las estorbosas ropas. Desnuda ante él. . . Ichigo la miró travieso.


* Pero mira nada más lo linda que eres !. *


Le dijo él, para luego inclinarse y aprisionar el pezón derecho con sus labios, que succionaban con insistencia.


* Ahh, ma-matte !, aahhh !. . . *


Rukia cerró los ojos, dejándose hacer.
Eso era irreal; tener a Ichigo lamiendo su pecho y succionando el pezón, incluso mordiendo con ternura mientras amasaba y estrujaba el otro pecho.

Calor, mucho calor. La shinigami ya no sabía si el fuego en su interior era por la fiebre que la había tirado en el futón, o por el cuerpo del joven encima suyo, quemándola deliciosamente.
La ojivioleta pasó mucho tiempo pensando en esto y, para cuando se dio cuenta, yacía completamente desnuda al igual que su visitante inesperado.


""Él es. . . ¡ tan sexy !.""


Pensaba ella, admirando la desnudez del pelinaranja. Esa sonrisa traviesa, músculos ahora más marcados. Miró un poco más abajo. . . y enrojeció más.


""Dios, es. . . demasiado grande !.""


Asustada, la joven posó sus suaves manos entre ella y su compañero, impidiendo que este se acercase más.


* ¿Qué pasa, enana?. *

* No, no podemos. *

* Claro que podemos. *

* Pero. . . *

* Escucha, yo no lo haría con ninguna otra mujer y jamás dejaré que otro hombre te pongas las manos encima. *


Dicho esto, Ichigo tomó con delicadeza la barbilla de la joven, obligándola a mirarlo, luego la besó. Fue tan suave y Rukia estaba tan débil que no se pudo resistir.
Ella se aferró al hombre que se había acomodado entre sus piernas, recibiéndolo dispuesta. Cerró los ojos, dejándose llevar, sintiendo toda la pasión, todo el deseo que Ichigo tenía por ella.

Kurosaki la penetró lentamente, sintiendo con deleite como los suaves pliegues se abrían para él. . . como la suave vagina de la ojivioleta se amoldaba a su pene.


* Te quiero !. * _La embistió profundo._ * ¡ Te quiero, enana !. *


Rukia cerró los ojos mientras sentía cómo su corazón latía con tremenda fuerza.
Escondió el rostro sobre el pecho de su amante; cálidas lágrimas se deslizaban por sus mejillas mientras su respiración se volvía más pesada. Había comenzado a doler.


* Gomen na. *


Le susurró él al oído, acariciándole la espalda. Ichigo se había detenido por unos momentos tan solo para reiniciar sus embestidas con mayor fuerza y desesperación.

El sexo de Rukia era tan suave y ella estaba tan mojada, que Ichigo enloqueció de deseo.
El pelinaranja se aferró a la pequeña cintura de la chica y empujó con desesperación, como temiendo que esto tan increíble se terminase.


* Ichi, Ichigo, más !. . . más !!. . . *


Kuchiki se arqueó llena de placer. Podía sentir cómo su vagina se amoldaba al grueso pene del hombre que la poseía, frotando su piel interior, quemándola deliciosamente.

Rukia gemía ya sin control, dejándose envolver por el delicioso orgasmo que la recorrió entera. E Ichigo continuó entrando y saliendo, manteniendo una deliciosa fricción entre sus sexos. La penetraba de tal manera que el éxtasis que la recorrió fue intenso.

La pelinegra arqueó la espalda, gritando el nombre de aquel que le hacía el amor mientras su piel interna palpitaba, apretando exquisitamente el pene del muchacho, quien seguía penetrándola con fuerza.

Rukia yacía sin fuerza entre los brazos del pelinaranja, regalándole una pequeña pero linda sonrisa. Una última embestida e Ichigo apretó los dientes mientras el líquido caliente que llevaba su semilla era liberado en lo más profundo del sexo femenino.
Aun de rodillas sobre el futón, clavado en la chica y sosteniéndola entre sus brazos, Ichigo se dejó caer sobre el cuerpo de la shinigami. Sus respiraciones aun agitadas.


Ichigo yacía con la cabeza acomodada sobre los suaves pechos de la joven, los que acariciaba con delicadeza, sin fuerza alguna y que besaba de vez en vez.

Por su parte, Rukia miraba el techo del closet, meditando lo que había hecho al tiempo en que acariciaba los cabellos del hombre acurrucado sobre su lindo cuerpo.


* ¿Cómo es que cabes en este espacio tan pequeño?. *


Rukia sonrió divertida. Hasta ahora se daba cuenta de que habían tenido sexo en el closet del pelinaranja, quien salió de ella, tratando de acomodarse mejor en el pequeño closet, sin éxito.


* ¿No se supone que deberías estar en la escuela?. *

* Estaba preocupado por ti. *

* ¿Y si aparece un hollow?. *

* Ishida se hará cargo. *

* Pero. . . *

* Ya deja de preocuparte, enana. Mejor sigamos con el tratamiento para que te recuperes pronto. *

* ¿Tratamiento?. *

* Sí, ya verás que te sentirás mejor mientras hacemos el amor. *


Él la miró; una traviesa sonrisa adornándole la cara. Tal vez debería hacerle ver la verdad de sus palabras.
Así, la traviesa mano del muchacho se deslizó por cada curva de la pelinegra hasta posarse en su vulva. Y así nada más, Ichigo separó los pliegues y acarició el sensible clítoris.


* Ichigo, basta, no !. . . * _Pidió Rukia, en un vano intento por no rendirse ante él nuevamente. Pero cerró los ojos, sintiendo cómo su clítoris se tornaba hinchado y duro, reaccionando a las suaves caricias del pelinaranja._ * No te detengas !!. *


Fue el último susurro que escapó de los labios de la joven mientras se movía agradada por el creciente gozo dentro de ella.
Ichigo sonrió para luego posar su boca sobre la de la mujer, sin dejar de acariciar su sexo. La sintió temblar bajo su cuerpo por el placer que él mismo le estaba ofreciendo.

Así, volvieron a unir sus cuerpos, frotándose sin parar, pues el tratamiento de Ichigo era muy placentero para Kuchiki.

Rukia no descansó en absoluto y su fiebre se curó con calor. . . con ardiente e insoportable calor.



Finalizado.

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Hubo algunos cambios para esta historia, especialmente en los diálogos. Pero tenía tantas ganas de adaptar este fic.

El ichiruki quedó algo OoC, en especial Ichigo. Sin embargo, me gustó ese lado travieso que mostró en este fic ^0^.
Y más su forma de curar la fiebre de Rukia 7w7 .

_I LOVE ICHIRUKI_

~*~

Este fanfiction fue escrito por Maeda Ai.

Y es material de Paradise

Si llegan a encontrar una historia similar a esta (con los mismos diálogos y situaciones), o con el nombre de otro autor(a), será sin mi consentimiento y por tanto un engaño.


Totalizado el 15 de Julio de 2020.

Versión TMM: Totalizado el 18-Mayo-2007.


La dama del Hentai: Maeda Ai

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