|| ALGUIEN QUE ME AMA DE VERDAD ||



     Por: Maeda Ai
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                                                                      .:: Capítulo 1 ::.
               “El dolor de verla llorar”



El joven shaman estuvo siguiendo con sumo detalle todos los movimientos de la itako.
Sorprendido, quizá incrédulo pues ella se mostraba muy distinta a como la recordaba.

Lo había recibido amablemente en la casa, incluso lo había atendido con una hospitalidad que, viniendo de ella, daba miedo.



“¿Por qué actuara así?”. Fue la única pregunta que a su mente llegó, y solo se le ocurrió atribuirlo al matrimonio, los años. Alguna de esas dos opciones debía haberla ablandado.

Luego otra duda lo llevo a romper el silencio que se había formado entre ellos....


* ¿No sabes cuanto más tardará Yoh en llegar?. *


Solo cuando vio el semblante en el rostro de la rubia supo que sus palabras eran las menos indicadas. La expresión de la itako había cambiado completamente, aunque el shaman no supo descifrar si fue tristeza o enojo lo que reflejaban sus ojos negros.


El muchacho quiso decir algo para disculparse si acaso la había incomodado de algún modo, sin embargo la chica reaccionó más rápido, ocultando las emociones que en ese momento tenia y remplazándolas por una falsa sonrisa.


* Lo, lo siento, Len, pero Yoh tiene muchos asuntos que resolver en Izumo y-y no creo que llegue hoy. *


El joven chino curveó una ceja al escuchar a la sacerdotisa; no quiso, ni pudo ocultar el enojo en su rostro antes indiferente. ¿Cómo que no llegaría hoy?. Y que tantos asuntos podía tener en Izumo?.


* Entonces.... ¿cuándo?. *


* Y-yo... no lo sé. Podrían ser días o semanas, y no creo que.... *


Poco a poco, en cada palabra, la voz de la itako se iba quebrando mientras intentaba dar una explicación del porque de la ausencia de su esposo.... pero no pudo más. Su voz se apagó al no poder con la vergüenza, el dolor y la humillación.
Lagrimas se deslizaban por sus ardientes mejillas mientras con algunos cabellos dorados trataba de ocultar su rostro.

Len La miró atónito. ¿Esa era Anna Kyouyama?. Nunca la había visto tan vulnerable; ¿cómo era posible que Yoh la hiciera sufrir de esta manera?.
Entonces comenzó a comprender por si solo la situación, decidiendo guardar silencio para no incomodar más a la sacerdotisa, no obstante el daño ya estaba hecho, él solo cometió el grave error de insistir.


Si bien nunca fueron muy cercanos, ni muy íntimos, el shaman se acercó a la joven rubia para posar la mano sobre su hombro, lo siguiente no fue algo que esperara....
La sacerdotisa lo miró con esos lindos ojos negros ahora opacados por las lagrimas que ella inútilmente intentaba contener. Anna le había clavado la mirada y él no pudo evitarlo; con cierto nerviosismo fue capaz de sostener aquel contacto visual pero le era difícil, por no decir incomodo.


La itako lo miraba como preguntándole “por qué”, buscando una razón, una respuesta, respuesta que Len obviamente no le iba a poder dar.

Al perderse en aquel par de hermosas gemas negras, el chico Tao experimentó una sensación en el pecho, sensación que creyó haber superado cuando la mujer se casara con Yoh Asakura, pero ahora parecía ser que el sentimiento resurgía con más fuerza y firmeza que años atrás.
Más no fue solo eso lo que sintió al verla, también descubrió todo lo que ocurría entre la joven pareja, como si Anna se lo hubiese dicho, casi como si se lo hubiese explicado detalladamente.... lo comprendió todo.


Su matrimonio estaba mal, muy mal.
“De mal en peor”. Pensó el muchacho.


Yoh la estaba engañando, o mejor dicho traicionando, le era infiel y ella lo sabia perfectamente. Teniendo que soportar la afrenta, primero por amor, luego por orgullo y finalmente por simple apariencia.
La itako no entendía como su tranquila y feliz vida al lado del shaman se hubo vuelto un completo infierno del que ya no sabía como escapar.

Furioso e indignado por el comportamiento de su amigo, Len abrazó suavemente a la sacerdotisa tratando de reconfortarla, al menos tranquilizarla. Anna lloró silenciosamente bajo el abrazo del joven chino; lloró tanto como pudo, quería deshacerse de todo el dolor que aun pudiera guardar, que no quedara ni una sola lagrima más para el hombre que le arruinó la vida y ella sin saber por qué.


Ninguno de los dos estuvo seguro de cuanto tiempo permanecieron así, abrazados en silencio. Al fin y al cabo, Anna terminó siendo vencida por el cansancio acumulado en los últimos días, quedándose dormida entre los brazos de Len Tao.


* Anna.... *


Fue casi un susurro que el joven dejó escapar poco antes de posar los labios en la frente de la itako. Después de soltar un suspiro de resignación, Len llevó en brazos a la rubia hasta su habitación donde, con suavidad y cuidado, la recostó sobre el futon.

La observó atento por unos segundos, solo unos segundos. Solo un cobarde podría hacer sufrir de esta manera a una mujer tan perfecta y maravillosa como lo era ella....


* Yoh es un estúpido que no sabe valorar lo que tiene. *


Sus palabras surgieron junto con una expresión tranquila y serena.

Acariciando suavemente la mejilla de la sacerdotisa, Len no pudo contra el impulso que lo llevó a rozar ligeramente sus labios con los de una Anna que no despertaría con nada.
Un roce, un simple roce entre sus labios fue suficiente para que el muchacho experimentara la mejor de las sensaciones.


Caminó hasta la puerta dispuesto a no molestar más a la joven durmiente, en tanto una idea le cruzaba la mente.... que a Yoh no se le ocurriera regresar ahora porque él, Len Tao, no planeaba dejar sola a la sacerdotisa. Haría lo que fuera con tal de que nadie la volviese a lastimar de esa manera.


* Por no verla llorar otra vez. *


Las palabras del joven solo fueron audibles para él mismo y las paredes de la habitación.


Deslizando la puerta, dejó que Anna descansara entre sueños; deseando, quizá por suerte o milagro, poder ser él parte de esos sueños.



Sin finalizar.

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Mi primer fic de Len & Anna... y él único que escribiré, he de agregar.

Y ahora... ¿por qué ellos?: por influencia, en muchos fics Yoh hace sufrir a la itako y es Len quien la ayuda a superar el engaño, el dolor. Desgraciadamente al final Len termina siendo lastimado ya que no importa cuán grande sea su amor por Anna, ella no deja de amar a Yoh.

Pues esto no pasará aquí... les adelanto: Len se quedará con Anna y haré sufrir a Yoh... ja, ja, ja, -risa maléfica ^0^-.

~*~

Este fanfiction fue escrito por Maeda Ai.

Es material de Fallen Angel

Si llegan a encontrar una historia similar a esta (con los mismos diálogos y situaciones), o con el nombre de otro autor(a), será sin mi consentimiento y por tanto un engaño.

POR FAVOR, NO ROBEN MIS IDEAS Y/O FANFICTIONS.


Totalizado el 15 de Septiembre de 2004.


maeda-ai@hotmail.com
La dama del Hentai: Maeda Ai.


Por razones de tiempo...

NO escribo:
Continuaciones de fanfictions.
Fanfictions a petición.
Crossovers.

-- No presto mis Fanfictions. --

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