||   ESPOSA DE LOS ASAKURA    ||



     Por: Maeda Ai
. . . . . . . . . . .
                                  .:: Capítulo 2 ::.



Anna, embelesada, admiraba el paisaje, aunque también le dedicaba una mirada al Asakura de vez en cuando.
Bueno, era muy sospechoso. De pronto Hao la invitó a salir de forma tan amable, tratándola con delicadeza.


No, así no era Hao Asakura. Pero todo había sido muy divertido; la itako se había olvidado, al menos por un momento, de que tenía una obligación que cumplir como futura esposa de los Asakura.
Él, el demonio de fuego, la había invitado a salir. Y se negó, por supuesto, pero no sabía que el castaño de largos cabellos podía ser tan insistente. . . y aceptó.


Fue agradable viajar sobre el espíritu de fuego; ver el hermoso paisaje debajo de ellos, el aire acariciándole la cara.


* Fue relajante. *


Susurró la joven, mostrando una sutil y amarga sonrisa.


* Vamos, Anna. *


La rubia alzó la mirada; estaba tan distraída, sin darse cuenta, habían descendido a un lindo lugar apartado del resto de la civilización.
Y Hao le invitaba a disfrutar de dicho lugar. Hermoso, no habría otra palabra para describirlo.


La sacerdotisa pareció hipnotizada con el inmenso verde, manchado por uno que otro color de las flores y un estanque bajo una pequeña cascada que les regalaba agua pura.


* ¿Te gusta?. *


Preguntó el moreno, mientras veía como su compañera se quitaba los zapatos y se permitía relajarse en el agua.


* Es… hermoso!. *


* Así como tú. *


La Kyouyama dobló las cejas, enojada. Ya sabía por dónde iba el asunto, así que no pudo evitar preguntarle al shaman la razón por la que la había llevado hasta allí, haciéndolo sonreír complacido. Esa mujer simplemente no se dejaba engañar. . . eso le gustaba.


* No me culpes por querer ganar algunos puntos. Si has de elegir, que sea al mejor. *


* Ya, y ese eres tú, supongo. *


La expresión del muchacho se tornó seria mientras se acercaba a la joven de ojos negros, compartiendo con ella la fría agua bajo sus pies.


* También quiero presentarte mis disculpas. *


Le decía a la rubia, acariciándole una de las mejillas, obligándola a mirarlo.
La Kyouyama se perdió en los oscuros ojos del shaman de fuego. Tan sombríos, expresaban tantas cosas, su infinita sabiduría, la experiencia de tres vidas. . . la soledad. Esos ojos eran tan tristes y tan hermosos al mismo tiempo.


Anna simplemente se dejó envolver por el demonio y se perdió en el profundo y apasionado beso que este le dio.
Embriagante, ¿le estaba robando la fuerza?; insaciable, ¿hacia tanto que no besaba a una chica?. Imposible, él era tremendamente irresistible. ¿Por qué le estaba correspondiendo con la misma intensidad, con desesperación?.


La itako comprendió que había caído en el hechizo de aquel hombre. ¡No le importó!. Era hermoso lo que sentía y se abandonó de tal forma a aquel beso, que la sacerdotisa no supo en qué momento Hao la tomó entre sus brazos para llevarla a la orilla del estanque, recostándola sobre el césped.


Para cuando se dio cuenta, el shaman yacía encima suyo, aprisionándola bajo su ancho tórax, llenándola de besos mientras sus manos ansiosas la recorrían con lujuria. Cada curva, cada línea sutil y delicada, quería memorizarla. La figura de Anna era, era. . .


* ¡Exquisita!. *


Le susurró al oído, haciéndola estremecer.
Detenerse, detenerlo, lo pensó por un instante, más la Kyouyama no tuvo ni la fuerza ni el deseo de hacerlo. ¿Cómo desistir de algo tan hermoso?.


* Ahh, espera, mmm!!!. *


Un pequeño gemido escapó de los dulces labios de la rubia. Hao la había despojado de su vestido, haciéndole sentir el contacto piel con piel.
Con increíble sutileza, el moreno se deshizo del sostén, palpando los pequeños senos cuyos rosados pezones se erguían ante él.


El Asakura se tomó un momento para contemplarla con total atención; sus negros ojos brillando intensamente producto de la pasión y el deseo. Sus mejillas teñidas en carmín, su boquita entreabierta, invitándolo a saciarse de ella.


Sus senos pequeños, pero firmes, suaves. . . perfectos; la suave curva de su cintura, las pantaletas cubriendo la promesa de placer que le brindaría su intima flor y las frágiles piernas que se le antojaba acariciar. Y mil ochenta y su bandada roja enredados en su cuerpo y sus manos, la hacían ver irreal.


Hao se había dado cuenta de la pequeña y frágil que se veía la itako, a su lado. Y tan irresistible, al grado de orillarlo a la locura por poseerla.


* Eres… realmente bella, hermosa. *


Le dijo él, delineando los labios cubiertos por tenue rosa, casi imperceptible.


La besó con hambre, despojándola de la última prenda, sin poder esperar ya más.
Hao acarició la intimidad de la joven, buscando el hinchado clítoris, frotándolo casi desquiciado al encontrarlo, regalándole un fuerte orgasmo a la rubia mujer.


* Ha-Hao… *


La agitada respiración de la sacerdotisa, la humedad que se desprendía de su vagina. . . ella estaba lista. Así que el shaman la besó nuevamente al tiempo en que tomaba lugar entre las piernas de la Kyouyama, frotando su hombría contra los pliegues íntimos que se abrían para recibirlo.

Anna estaba tan mojada y era tan cálida y suave, su respiración acariciaba su cuello y su oreja; el moreno se volvió loco de amor y empujó fuerte y profundo, penetrándola completamente de una sola vez.


* Imbécil!!… *


Chilló la joven, cerrando los ojos; lágrimas resbalando por sus mejillas.


““No te das cuenta que es mi primera vez.””


Él leyó en su mente poco antes de llenarle de besos el rostro, diciéndole una y otra vez lo mucho que lo sentía.


* Baka!. *


Susurró más calmada.
Anna alzó la vista para encontrarse con los ojos tristes del shaman.


* Gomen na. *


Lo escuchó decir mientras le acariciaba una de las mejillas.
Se mantuvieron así por unos momentos, mirándose, acariciándose y besándose. Cuando el dolor disminuyó, la misma Anna comenzó a ondular las caderas, buscando el contacto de aquel hombre, sentirlo dentro suyo, frotando su blanca piel contra la canela del Asakura.


La Kyouyama cruzó las piernas alrededor de su amante, gimiendo sonoramente al tiempo en que cerraba los ojos y rasguñaba la espalda del moreno.
La mujer se arqueaba a cada embestida que le daba el demonio de fuego, clavando las uñas en su ancha espalda con cada delicioso vaivén. Y gemía, pidiéndole más cada vez que el parecía alejarse de ella, tan solo para impulsarse y volver a penetrarla con fuerza.




Continuaron con esta danza por un rato. Segundos, minutos, ¿qué importaba?.
Era el fuego más hermoso, insofocable, a pesar de que sus cuerpos se buscaban mutuamente, tratando de calmar las llamas.


* Hao, n-no pares, no… *


La rubia itako se aferró al muchacho cuando sintió venir el orgasmo.
La excitación se liberó en deliciosas pulsaciones en su vagina, estimulando el pene del shaman. Y ella no dejaba de besarlo, mientras su vagina le regalaba la caricia más hermosa al Asakura.


El moreno fue vencido por las contracciones del sexo de la chica, apretando con fuerza ojos y dientes al tiempo en que liberaba su esencia en el cansado cuerpo de la mujer.


Hao se colapsó sobre ella, llenándola de él y su semilla.
Con las respiraciones agitadas, Hao buscó la pequeña mano de su compañera y entrelazó sus dedos mientras la besaba con cansada pasión. Anna le permitió probar las mieles de su boca.


* Fu, fue… intenso… *


La escuchó confesarle, mientras él liberaba sus labios y bajaba hasta aprisionar su pezón derecho, lamiéndolo, succionando con ternura.


* Hermoso! *


Anna cerró los ojos; una sutil sonrisa adornando su linda cara.
Estaba. . . satisfecha y disfrutaba del suave y cansado baile que Hao se empeñaba mantener, aun dentro de ella.



* Estoy aquí por ti, Anna… para ti. *


* ¡Hao! *


La itako besó al frente del demonio de fuego para luego abrazarlo, él se acomodó sobre sus suaves pechos, escuchando el latir del corazón de la dama. Así se mantuvieron por largo rato, la Kyouyama acariciando los largos cabellos de aquel hombre que se había entregado a ella, a la orilla de una cascada.




Cansados, satisfechos. Anna era de él y Hao era de ella. Todo habría sido perfecto de no haber sido por Yoh. . .


““Yoh, ¿qué voy a hacer?.””


Aquel pensamiento fue el que evitó que la sacerdotisa disfrutara de su reciente entrega, atormentándose en cambio.



Sin finalizar.

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LEMON.
¿Por qué dejé que Hao fuese el primero?.
Bueno, Hao es guapísimo e irresistible, ¡lo adoro!. Por supuesto, sigue Yoh.
Pero después, los dos 7w7 .

Esto es un HAOxANNAxYOH.

~*~

Este fanfiction fue escrito por Maeda Ai.

Es material de Fallen Angel

Si llegan a encontrar una historia similar a esta (con los mismos diálogos y situaciones), o con el nombre de otro autor(a), será sin mi consentimiento y por tanto un engaño.

POR FAVOR, NO ROBEN MIS IDEAS Y/O FANFICTIONS.


Totalizado el 19 de Enero de 2008.


maeda-ai@hotmail.com
La dama del Hentai: Maeda Ai.


Por razones de tiempo...

NO escribo:
Continuaciones de fanfictions.
Fanfictions a petición.
Crossovers.

-- No presto mis Fanfictions. --

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