||   ESPOSA DE LOS ASAKURA    ||



     Por: Maeda Ai
. . . . . . . . . . .
                                  .:: Capítulo 6 ::.



La lámpara del buro voló hasta impactarse con uno de los muros de la recamara.


* Largo, no se me acerquen. *


Gritó la rubia, asustada y escandalizada.
Ese par de desquiciados querían compartirla en la cama, ella lo leyó en la mente de Yoh. Anna apretó los dientes, le desesperaba ver la sonrisa triunfante de Hao y la risita estúpida de Yoh.


““¿Acaso creen que soy un objeto para su mero gozo, que pueden decidir por mi?.””


Con esto en mente y la furia en su punto más alto, la Kyouyama apretó con fuerza su mil ochenta, dispuesta a hacer de su recamara un campo de batalla, pero no contó con la velocidad del amo del fuego, quien la sujetó bruscamente, inmovilizándola por completo.


* Suéltame, imbécil, ni se te ocurra tocarm… *


Un beso silenció a la joven, quien aun se hallaba incrédula ante lo que estaba pasando.
La sacerdotisa era consciente absolutamente de todo, las cosas se sucedían tan rápido y sin embargo ella lo sentía en cámara lenta.


La itako se maldijo por qué toda su voluntad y esfuerzos eran nulos contra la fuerza física del shaman de fuego, cuyas toscas manos terminaron desgarrando ese vestido negro que a ella tanto le gustaba; la ropa íntima no tuvo mejor suerte.
Anna se sentía ultrajada y si embargo, se sacudió violentamente cuando el joven de largos cabellos prácticamente la arrojó sobre el futon para luego acomodarse encima suyo, dejando caer todo su peso sobre la espalda de la itako, inmovilizándola.


La piel canela de ese hombre la estaba quemando y la rubia bien sabía que deseaba a ese demonio, pero no así, cuando Hao prácticamente la estaba violando.
Lo que esos hermanos le proponían era una locura y sin embargo, sin embargo. . . No pudo evitar el gemido que escapó de sus labios cuando el mayor de los gemelos hundió un par de sus dedos en la vagina de la chica, encontrándola cálida y dispuesta.


* Estas húmeda!. *


Le susurró al oído el shaman; su voz tan ronca, casi un suspiro, la hizo temblar y olvidarse de todo, dejando hacer al moreno lo que le plazca con ella.



El castaño de largos cabellos reclamó los labios de la hermosa mujer, besándola, penetrando en su boca e incluso mordiéndola un par de veces.
Las cartas estaban echadas y no había vuelta atrás. Anna renunció a su voluntad en el momento en que el mayor de los Asakura la besó y se entregó a esta locura cuando el placer comenzó a recorrer su delicado cuerpo.


La sacerdotisa alzó la mirada y se encontró con Yoh, que si bien se había mantenido al margen de todo esto, ya se había despojado de sus ropas y se encontraba acariciando su erguido pene, ansiando unirse al juego entre su hermano y su novia. . . la de ambos.
La rubia lo miró suplicante, sus negros ojos opacos de lujuria, fue suficiente invitación para el shaman king, quien se reunió con la pareja.


El menor estaba nervioso. ¿Qué se suponía que tenía que hacer ahora?. Estaba allí, de frente a la bella itako quien gemía llena de gozo y llena de Hao, pues el amo del fuego perdió la batalla contra la tentación y sin más, había clavado su duro miembro en la suave intimidad de la sacerdotisa.


* Ahh, Hao… *


La joven se arqueó al sentir a ese hombre penetrándola de forma brusca, casi salvaje, llevándola al límite del placer una y otra vez.
La Kyouyama alzó la mirada, gritando su placer, entonces puso atención en el hombre frente suyo. El menor de los gemelos parecía inmóvil, disfrutando del pecaminoso espectáculo que le brindaban su hermano y su ex–prometida.


* Ven aquí, Yoh…. *


La itako lo miró con ojitos brillantes, tomando entre sus suaves y pequeñas manos el pene del moreno, acariciándolo con lenta ternura, manteniendo sus negros ojos fijos en aquel pedazo de carne caliente.


Anna se mojó los labios, ansiando, saboreando para luego simplemente entreabrir aquellos y dejar a su lengua jugar con la virilidad del Asakura, haciéndolo estremecer. Pero no era suficiente, la mujer necesitaba mucho más, así que de pronto se hallaba succionando la cabeza de aquel pene. . . grande, duro. Cerró los ojos, estaba sumida en un trance erótico del que no quería salir.


La rubia alejó sus labios del miembro masculino y alzó la mirada, encontrándose con la de Yoh.


““No lo hagas.””


Pensó el shaman, consciente de lo que la chica quería hacer ahora.


La sacerdotisa volvió a inclinarse, esta vez dejando que su lengua recorriese las blandas esferas que sostenían el miembro del castaño. Anna simplemente se entretuvo succionando los testículos del shaman, delineándolos un par de veces con la lengua.
Yoh apretó ojos y dientes, soportando el placer que le recorría. La Kyouyama había protagonizado este acto en sus sueños menos puros y ahora. . .


* A-Anna!!. *


El menor de los gemelos suspiró agotado, pero más que nada sorprendido, pues la mujer había dejado de deleitarlo con sus atrevidos labios. Yoh abrió los ojos y su corazón se detuvo. . . Hao había sacado su miembro de la intimidad de la joven, obligándola a sentarse sobre sus caderas mientras él acariciaba las blancas piernas de la itako para luego separarlas totalmente.


* Anda, Yoh, es tu turno. *


Decía el demonio de fuego, invitando a su hermano a unirse a esta locura.
El Asakura no pudo resistir tal escena en la que Hao exponía el sexo de la sacerdotisa y esta sonreía sutilmente, ansiosa de sentir a Yoh ahora.
Y así fue, el menor de los hermanos poco tardó en reunirse con la rubia.


* Annita… *
Susurró, poco antes de acomodarse entre las piernas de la sacerdotisa y empujar hondo, clavando completamente su pene.
* Ahhh, amor… *


El shaman masajeó los senos de la mujer mientras iniciaba un lento baile en el que sus caderas iban y venían, chocando contra las de la Kyouyama, penetrándola una y otra vez.


* Yoh, ohhh, Yoh!!… *


Anna gimió agradada para luego asaltar los labios de su Yoh, respondiendo con locura a los embates de este hombre.


Hao sonrió al ver la escena. Se sentía complacido de que su hermano hiciese a un lado su timidez y se concentrase en la maravillosa mujer que tenía por prometida. Pero el pelilargo no se mantuvo como simple espectador del frenesí de esos dos, por el contrario, si le cedió su lugar a Yoh no fue por compartir a su amada. Hao no abandonaría la cálida intimidad de la itako si no fuese por una buena razón, y es ano era otra más que esta. . .


El demonio de posó de tras de la rubia de ojos negros, separando los dibujos que sostenían la frágil espalda, apuntando su pene al pequeño objetivo.
Presionó un poco, clavando la punta de su grueso miembro.


* Ahh, matteee!!. . . *


Susurró la joven, quien se separó de los labios de Yoh, recargándose en el pecho del hermano.
Anna giró el rostro, buscando a su otro amante, rogándole por no seguir, era doloroso. Más el shaman le sonrió travieso para luego besarla y sin más, clavar totalmente su grueso y duro pene. La Kyouyama gimió dolida al sentirse llena de tal manera. Algunas lágrimas escaparon de sus negros ojos, mojándole las mejillas.


* Hao, detente, ¡la estas lastimando!. *


Más lo único que consiguió Yoh con sus palabras, fue una sonrisa burlona de parte de su hermano, cuyas grandes manos se hallaban palpando los senos de la rubia, disfrutando de su suavidad y redondez.


* Mejor disfrútalo mientras puedas, hermanito. *


Fueron las palabras del mayor de los gemelos, quien comenzó a mecer las caderas con pasión brusca, casi salvaje, disfrutando del estrecho espacio anal de la itako, sintiendo a su hombría en verdad aprisionada.
Hao se mordió el labio inferior al tiempo en que sus ojos se desteñían por la excitación.


En ese momento Anna se olvidó del dolor y se concentró en el placer de aquella doble penetración. Yoh también agitaba las caderas, inspirado por la expresión y los gemidos de su querida Annita.
Ambos Asakura se pegaron completamente al pequeño cuerpo de la sacerdotisa, quien no podía moverse, aprisionada entre los shamanes, totalmente entregada a esta locura.


* Ahh, motto, motto… *


Anna terminó gritando en medio de su placer, rendida, sintió perfectamente como su orgasmo desencadenaba fuertes pulsaciones en su vagina, esa fuerte caricia que los gemelos no pudieron resistir y que los obligó a derramar su semen dentro de la joven.


Los morenos siguieron moviéndose, pero la Kyouyama en verdad no podía más. Así que simplemente y contra su voluntad, los gemelos abandonaron el cuerpo de la mujer que ambos amaban, tendiéndose cada uno al lado de la rubia, durmiendo por primera veza con ella protegida por los dos shamanes más poderosos que hayan pisado el planeta.


Era un alma que se había partido en dos, dando vida a dos hombres que profesaban el mismo sentimiento por la única mujer que podía ser parte de los Asakura.



Sin finalizar.

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MAi está sonrojada ^//^.
¿Cómo me atreví a escribir esto?. Creo que es de lo más fuerte que he escrito, aunque algo corto.
No me odien T_T. ¿Acaso creen que no sufrí cuando mi habitación pasó de fría a caliente? ¬¬’.

Esto es un HAOxANNAxYOH.

~*~

Este fanfiction fue escrito por Maeda Ai.

Es material de Fallen Angel

Si llegan a encontrar una historia similar a esta (con los mismos diálogos y situaciones), o con el nombre de otro autor(a), será sin mi consentimiento y por tanto un engaño.

POR FAVOR, NO ROBEN MIS IDEAS Y/O FANFICTIONS.


Totalizado el 19 de Enero de 2008.


maeda-ai@hotmail.com
La dama del Hentai: Maeda Ai.


Por razones de tiempo...

NO escribo:
Continuaciones de fanfictions.
Fanfictions a petición.
Crossovers.

-- No presto mis Fanfictions. --

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