DEL PADRE Y DEL HIJO



     Por: Maeda Ai
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                                  .:: Capítulo 15 ::.



El moreno abandonó la cama, más se quedó largo rato admirando a la mujer que permanecía dormida, descansando de la apasionada noche que compartieron. Hao sonrió sutil, disfrutando de su perfecto presente.


Acarició los dorados cabellos de su compañera, para luego girarse, dispuesto a alistarse e ir a trabajar, más las suaves y pequeñas manos de la mujer sujetaron la suya, grande y tosca.


* No te vayas… quédate hoy conmigo. *


La voz de la Kyouyama era suave, un bello murmullo que parecía tan lejano.


* Debo trabajar, hay asuntos importantes que no pueden esperar. *


Decía el muchacho, girándose para encontrarse con la imagen de una Anna con los ojos cerrados, como si durmiese. Quizás ella estaba medio dormida, medio despierta.
Una pequeña sonrisa iluminó el rostro de la mujer.


* Hazme el amor. *


Susurró ella mientras soltaba lentamente la mano del castaño.
El Asakura se estremeció tremendamente al escuchar a la rubia, invitándolo a subir a la cama y tomarla nuevamente.


Hao sonrió complacido; tratándose de asuntos importantes, esa mujercita era de prioridad para él, algo que no podía esperar para después.
Así que el pelilargo se reunió con ella nuevamente en el lecho, estrechándola entre sus fuertes brazos, haciéndola suspirar con su toque. Pero Anna estaba tan cansada por la actividad de la noche anterior, que ni siquiera tenía fuerzas para abrir sus hermosos ojos. Estaba más dormida que despierta, ¿cómo pudo proponerle reavivar la llama?.


““Yo solo… quiero estar con él… dormir entre sus brazos.””


Pensaba la mujer mientras sus labios eran asaltados con tremenda pasión.
Para ella, este era un hechizo del que no se podía librar, y fue hasta que el moreno hundió un par de dedos en su suave vulva, que la rubia abrió completamente los ojos, sorprendida, si, pero despertando de golpe y completamente.


* Buenos días, rubia mía. *


Eran obvias la burla y la diversión, incluso la satisfacción en las palabras del Asakura, pero a la Kyouyama pareció no importarle la satisfacción que el muchacho experimentaba sometiéndola de aquella manera. De hecho, la misma Anna separó un poco más las piernas, permitiéndole al moreno jugar un poco más con ella, y a ella misma disfrutar de aquellas descaradas caricias, atrevidas, pero bienvenidas.


* Te quiero!. *


Le dijo ella, compartiendo un húmedo y apasionado beso en el que sus lenguas luchaban, rozándose una y otra vez.


Al separar sus labios, sus respiraciones se tornaron agitadas. Anna lo miró fijamente, encontrando toda la pasión y lujuria que bañaba los ojos del moreno. Por ella, era por ella y eso la hacía indescriptiblemente feliz. Lo que la Kyouyama no pudo ver en aquellos oscuros ojos era la devoción que el hombre por ella tenía.


Incapaz de esperar más, Hao se acomodó entre las piernas de la rubia, rozando su ya duro y caliente pene con la línea vaginal de la mujer, quien gimió deseosa de sentir dentro suyo a ese hombre una vez más.
Pero al pelilargo le pareció mucho más entretenido e importante el besar los pechos de la mujer, jugando travieso y lujurioso con los pequeños y sonrosados pezones; succionando y mordiendo suave y cariñoso de vez en cuando.


* Hazlo!. *


* ¿Cuál es la prisa?. *


* Te necesito!!. *


El moreno sonrió. Simplemente las palabras de su compañera lo hicieron temblar de emoción. Entonces, conmovido, buscó los labios de su mujer, besándolos lento pero profundo, fuerte, casi con necesidad.


Y mientras ese apasionado beso tenía lugar, sin romperlo en ningún momento, Hao empujó las caderas y presionó su miembro contra la vagina de la rubia, clavándose en ella lenta y deliciosamente.


* Te amo!… *
_Le decía el Asakura, empujando poco a poco dentro de ella._
* Te amo!!. *


El pelilargo cerró los ojos, dejando escapar un ronco gemido al sentirse totalmente clavado en la intimidad de la hermosa mujer. Y a pesar del insoportable escozor en sus sexos, ese que los incitaba a agitar las caderas e iniciar el tan necesitado vaivén para sentir el sexo del otro, los amantes permanecieron quietos, respirando agitados, mirándose mutuamente como tratando de memorizar este momento.


* ¡Yo también te amo!. *


Y tras la confesión de la rubia, el corazón de Hao latió con locura. Entonces no pudo más y comenzó a moverse, entrando y saliendo del cálido y húmedo sexo de la mujer.
Anna gemía y jadeaba descontrolada, extasiada con las fuertes sensaciones que el excitante cuerpo del Asakura en ella provocaba.


* Te amo, te amo!. *


Le decía el moreno, una y otra vez, mientras la embestía fuerte y rápidamente, deleitándose con el delicado y estimulante roce entre sus sexos.
Era tan intensa la escena que se sucedía frente a los ojos del castaño, pues la Kyouyama se retorcía de placer bajo su cuerpo, alzando las caderas cada vez que el pene del muchacho parecía alejarse. La mujer se arqueaba completamente, llena de gozo. . . llena de Hao.


Ella se preguntaba: ¿cómo es que un hombre podía prodigarle tanto placer?. Silver nunca pudo satisfacerla de esta manera.


““Echémosle la culpa a la edad.””


Pensaba la chica, más pronto olvidó todo aquello que no fuese Hao y toda su hombría clavada en ella.
Un delicioso cosquilleo nació en el vientre de Anna, haciendo estremecer a todo su cuerpo en cuestión de segundos.


* Ha, Ha… Haooo!!… *


Anna se arqueó gritando el nombre de su amado mientras su vagina se contraía con fuerza, aprisionando dentro suyo al miembro viril del moreno, volviéndolo loco de placer. Hao poco pudo soportar la fuerte caricia que su Anna le regalaba y terminó por vaciar su semen en la intimidad de la joven, colapsándose sobre ella, cansado, satisfecho. . . feliz.


La pareja permaneció en silencio por largo rato, acariciándose mutuamente; Hao aun clavado en ella.



* ¿No dijiste que debías atender asuntos importantes que no podían esperar?. *


La voz de la Kyouyama sonó traviesa, haciendo referencia al pobre pretexto que el moreno tuvo para no estar con ella.


* Tú eres… lo más importante en este mundo para mí. Jamás te haría esperar. *


Era natural que Anna se sonrojara ante las palabras del joven de largos cabellos, pues esta era la primera vez que le decía cosas así.


* Baka!. *


Anna cerró los ojos, sintiendo como su amante abandonaba su cuerpo, para luego recostarse a su lado y cerrar los ojos, dispuesto a dormir un poco más. Definitivamente hoy no saldría de casa.
Aferró a la Kyouyama entre sus brazos, más ella permaneció largo rato admirando el techo de la habitación; una sonrisa adornando su linda cara.


Era feliz. . . inmensamente feliz. No sabía a quién debía agradecerle por ello, simplemente estaba agradecida por amar y ser amada. . . una vez más.



Sin finalizar.

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A pesar de ser lemon, siento que este capítulo fue prácticamente de relleno. Bueno, de cualquier forma es como la calma antes de la tempestad.

Era bueno darle un poco de paz a estos dos, especialmente a Anna, ya que los capítulos anteriores fue puro sufrir y aun le falta sufrir un poco más en los que vienen ¬¬' .

~*~

Este fanfiction fue escrito por Maeda Ai.

Es material de Fallen Angel

Si llegan a encontrar una historia similar a esta (con los mismos diálogos y situaciones), o con el nombre de otro autor(a), será sin mi consentimiento y por tanto un engaño.

POR FAVOR, NO ROBEN MIS IDEAS Y/O FANFICTIONS.


Totalizado el 23 de Febrero de 2009.


maeda-ai@hotmail.com
La dama del Hentai: Maeda Ai.


Por razones de tiempo...

NO escribo:
Continuaciones de fanfictions.
Fanfictions a petición.
Crossovers.

-- No presto mis Fanfictions. --

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