Por:
Maeda Ai
. . . . . . . . . . .
.:: Capítulo 1 ::.
* ¡ Maldita sea !. *
Un joven peliazul se lamentaba por su pésima suerte.
Atrapado en una tormenta de nieve en una cabaña en la montaña... y lo peor...
* Atrapado con la bruja de hielo, ¡ que irónico !. *
La chica giró a verlo, fulminándolo con la mirada.
Anna Kyouyama estaba frente a la chimenea, tratando de apaciguar un poco el insoportable frio. Ella tampoco estaba muy feliz con esa situación.
""Yo quería ir a la playa, pero no... tenía que dejarme convencer por Pilika y sus constantes ruegos por que la acompañase a la montaña.""
Pensaba la rubia mujer, torciendo la boca ante los recuerdos.
Claro, su mejor amiga primero le rogaba por ir de vacaciones juntas y luego la abandonaba para largarse a esquiar con su novio Ren Tao. Y eso no era lo peor, ¡no!, había más... la muy desgraciada la había dejado sola con su hermano, Horo Horo, quien por cierto nunca le había caído nada bien a la rubia.
""Es un holgazán, parrandero, grosero e insufrible.""
La Kyouyama pudo haber seguido con la larga lista de "cualidades" que ese hombre poseía, más el intenso frio la obligó a abrazarse a sí misma. No, no podía desperdiciar energías con ese tarado.
El Usui arrojó un par de leños a la chimenea para avivar el fuego. Giró el rostro, dispuesto a seguir quejándose del hecho de estar varado en medio de la nada, con un clima extremo y en compañía de tal mujer.
Pero todo insulto o queja se atoró en su garganta al ver a la chica. Anna temblaba demasiado y se veía más pálida de lo normal, sus labios, antes rosas, estaban casi lilas.
* Oe, ¿estás bien?. *
Preguntó ligeramente preocupado; se le había olvidado que ella no estaba acostumbrada a este clima, en cambio para él, que había vivido en Hokaido toda su vida, este clima no era nada nuevo. Había ocasiones en que incluso salía a esquiar en medio de tormentas como esa. Así de loco estaba.
* ¡Oye!. *
Intentó de nuevo, pero la rubia no respondió. Tan solo estaba allí, con los ojos cerrados y su labio inferior temblando intensamente.
* Anna!!. *
El peliazul se acercó presuroso a ella, tocándole la frente para saber si tenía fiebre. No era así, pero su suave piel estaba realmente fría.
* T-tengo mucho frio... *
Apenas susurró la mujer, temblando ya más fuerte.
El peliazul se asustó, tenía que hacerla entrar en calor antes de que su estado fuese peor. ¿Pero que podía hacer?, no podía salir y el fuego parecía no calentarla.
Horo Horo suspiró hondo.
* Maldita sea!. *
Quejándose una vez más de su suerte, subió a una de las habitaciones y sacó varios cobertores del closet, regresando donde la rubia, abrazándola sin más y cubriendo a ambos con dos gruesos y afelpados cobertores.
* ¿Q-qué haces?. *
* Tratando de darte calor. *
* A, ¡aprovechado!. *
* ¡Cállate!, deberías agradecerme. *
La Kyouyama no dijo más, tan solo lo fulminó con la mirada, todavía desconfiada de las intensiones de ese hombre. Aun así, Anna no pudo evitar la fuerte necesidad de apegarse más a su cálido cuerpo y acurrucarse.
""¿Quién es la aprovechada?.""
Pensó el Usui mientras que, irónicamente, sus brazos se cerraban alrededor de la cintura de su compañera.
El peliazul miraba al techo, apenado. ¿Cómo es que había terminado en esta situación?.